La Agenda de la Integración con Futuro
Elaborado por: Luis Alonso García, socio del Estudio Echecopar asociado a Baker & McKenzie International
Hace unos días se celebró el sexto aniversario de la Alianza del Pacífico, iniciativa de integración regional conformada por Chile, Colombia, México y Perú y orientada a lograr, con énfasis hacia la región Asia-Pacífico, un área de integración profunda para la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas. Pero además, como parte de los objetivos trazados, se ha conseguido promover un espacio con mucho potencial, para que en forma conjunta, se desarrolle una agenda orientada a lograr un mayor crecimiento, desarrollo económico y competitividad de los países que la integran.
La importancia y valor de la Alianza del Pacífico ha quedado reflejada en las recientes expresiones del mandatario de Colombia, quien con ocasión del referido aniversario señaló que, “en tan corto tiempo ha sido el proceso de integración más exitoso de la historia de América Latina”.
Este nuevo esfuerzo de integración podrá tener un futuro exitoso en la medida que los propios países, a través de sus sectores público y empresarial, sean capaces de articular iniciativas basadas en metas y objetivos comunes fundamentales, como son la competitividad, la productividad y la diversificación productiva para la exportación, la promoción de la innovación y el desarrollo tecnológico, la lucha contra la informalidad y la corrupción, entre otros temas sensibles, cuyo tratamiento y evolución sostenible es fundamental para la región.
En efecto, los cuatro países de la Alianza del Pacífico han dado pasos para integrarse al mundo global de una manera estratégica. Sin embargo, ello no es suficiente. Comienza una carrera en el escenario internacional donde el proteccionismo y el nacionalismo estarían teniendo cabida e intentando impactar en las agendas de quienes creen en el libre comercio (ya tenemos un TPP impactado), además de la creación de nuevas alianzas y prioridades mundiales, sustentadas en factores no necesariamente económicos.
Por todo ello, la plataforma de la Alianza del Pacifico es necesaria para Chile, Colombia, México y Perú, si queremos lograr las metas y ser países modernos, viables y prósperos. Ser proactivos en este tipo de oportunidades se hace vital, lo cual implica enfocar esfuerzos y tener una clara estrategia de las prioridades. No podemos darnos el lujo de volver a tener una nueva experiencia de integración que no supo adaptarse a tiempos cambiantes y complejos como la Comunidad Andina.
Por lo pronto, la Alianza del Pacífico se muestra al mundo como bloque, siendo la octava economía (según PBI) del mundo, la cuarta economía más dinámica, el quinto mercado más significativo mundial (según población), y la séptima economía mundial exportadora. A su vez, varias iniciativas han tenido resultado a su interior, como la integración financiera a través del Mercado Integrado Latinoamericano – MILA, la interoperabilidad de las ventanillas de comercio exterior (VUCE), orientación conjunta hacia una agenda digital, la eliminación de obstáculos técnicos al comercio y mejoras regulatorias, sinergias para la promoción como bloque económico de exportaciones e inversiones, entre otros.
El gobierno de PPK tiene la gran oportunidad de aprovechar este escenario, donde cuenta con socios que comparten su visión de desarrollo, y que privilegian las acciones pragmáticas que generen resultados concretos y beneficiosos para la población.