Arabia Saudita: una oportunidad global para la industria minera
Elaborado por: Valentín Paniagua, socio del Estudio Echecopar, asociado a Baker & McKenzie International.
Tradicionalmente impulsada por el petróleo, Arabia Saudita está buscando diversificar su economía e invertir en su sector minero, para así dejar de depender de su riqueza petrolera.
El plan estratégico denominado Visión 2030 ha sido una de las herramientas clave de un esfuerzo que no solo busca diversificar la economía saudí, sino también posicionar a ese país como un líder mundial en la minería sostenible y tecnológicamente avanzada.
Una de las iniciativas que propicia este esfuerzo es el Foro de Minerales del Futuro (FMF), una reunión global de líderes empresariales y expertos. Este foro presenta la riqueza mineral de Arabia Saudita, que incluye oro, cobre, fosfatos y tierras raras, esenciales para la tecnología moderna y la transición energética; así como fomenta asociaciones estratégicas en un mercado que comienza a demostrar su potencial.
El creciente atractivo de Arabia Saudita no ha pasado desapercibido para Chile y Perú, países con una larga tradición minera. Prueba de ello es la visita y participación de líderes gubernamentales de ambos países en la última edición del FMF, una señal correcta que refleja el interés en reforzar las relaciones bilaterales y promover el intercambio entre estos países.
El sector privado no ha sido ajeno a este interés, como lo demuestra el acuerdo de colaboración recientemente suscrito entre el Grupo Christensen, un grupo de capitales chilenos y peruanos que agrupa empresas como Christensen, Boyles Bros y GEOTEC, con experiencia en perforaciones y la empresa, Arabian Geophysycal and Surveying Company (ARGAS), líder en servicios geofísicos y estudios técnicos en Arabia Saudita. Este acuerdo busca optimizar las herramientas y brocas utilizadas en la actividad de perforación, a fin de que se adapten a la geología del territorio de Arabia Saudita. Este hito representa un avance significativo para la presencia latinoamericana en la región y sirve como ejemplo para otras empresas interesadas en expandirse hacia mercados emergentes. Además, este proceso no solo ejemplifica cómo las empresas chilenas y peruanas pueden competir en mercados globales, sino que también demuestra que, en la minería, las distancias y fronteras geográficas y culturales ya no representan una barrera.
El sector minero de Arabia Saudita presenta una oportunidad única y transformadora para las empresas de todo el mundo. A medida que la minería se globaliza cada vez más, el éxito será para los que estén dispuestos a expandir los límites del mapa en el que juegan y construir alianzas y asociaciones que respalden su crecimiento. El futuro es para quienes estén dispuestos a cruzar esas fronteras en busca de su desarrollo y nuevas oportunidades.