¡Grande Pa!
“A lo mejor estoy en un momento de la vida en que me creo tontamente saber algo de la vida”. Jose Saramago.
Nació en Estados Unidos, por el año 1930, es un empresario estadounidense, considerado como uno de los más grandes inversionistas en el mundo y es el mayor accionista de uno de los holdings más grandes del mundo. Es conocido por su adhesión al valor de inversión y por su filosofía de austeridad personal, a pesar de su inmensa riqueza vive en la misma casa en su ciudad natal que compró en 1958 por 31.500 dólares. En 2006, anunció un plan para regalar su fortuna a la caridad, el 99% de ella irá a parar a la Fundación Bill y Melinda Gates.
Hijo de Howard Buffett, su padre era corredor de bolsa. De muchacho recibió las enseñanzas del legendario Benjamín Graham, conocido como el padre de la inversión en “valor” o “value investing”. Sí, estamos hablando de Warren Buffett.
Warren fue el único que obtuvo la nota de A+ en una de las clases de Graham en Columbia, tanto su padre como el propio Graham no querían que el joven fuera a trabajar a Wall Street. Incluso, su maestro, Benjamín Graham rechazó una oferta suya, de trabajar gratis para él. ¿Por qué? Warren iba a casarse en unos meses y, como es obvio, existía la preocupación de poder mantener a la que sería su nueva familia. Por ello, Howard Buffett y Benjamín Graham le desaconsejaron que iniciara una andadura en Wall Street y le recomendaron que se buscase temporalmente un trabajo menos arriesgado. En 1951, Warren Buffett tenía 21 años y, desde cualquier punto de vista, le quedaba mucho por aprender pero, pese a su juventud, decidió seguir su propio camino. Pidió un crédito y se puso a comprar compulsivamente. Ese año obtuvo un 75% de beneficios.
Pero nuestro héroe de hoy, alguna vez fue joven, y como tal, desoyó los sabios consejos de su padre, Warren tuvo una mala racha de decisiones en la década del 50 que bien pudieron haber detenido su carrera. Por aquella época, Howard, el patriarca de su familia, asistió a seminarios de Ludwig Von Mises donde conoció a Murray Rothbard (economista, historiador y teórico político estadounidense perteneciente a la Escuela Austríaca de Economía), la gran figura intelectual de la Old Right. Aprovechando los lazos intelectuales con Rothbard le escribió la siguiente carta:
El penúltimo párrafo de la carta es el más relevante:
“He leído por algún lado que has escrito un libro sobre “El Panic of 1819″. Si es así, me gustaría saber dónde puedo conseguir un ejemplar. Tengo un hijo (Warren Buffett) que lee con particular avidez libros sobre pánicos y fenómenos similares. Me encantaría regalarle el libro mencionado.”
¿Conmovedor no? Un padre preocupándose por la educación de “la pasión” de su hijo y la fecha de la carta data cuando Warren tenía ¡32 años! Dicen que un hijo es hijo toda la vida ¿No lo cree?
Ese mismo año, 1962, Warren Buffett empezó a comprar una pequeña compañía textil de Omaha llamada Berkshire Hathaway. Años después pasó a ser su máximo accionista y la convirtió en una gigantesca corporación financiera con intereses en un gran número de empresas. En más de 40 años, la revalorización media de las acciones de Berkshire ha sido superior al 20% anual, un rendimiento a todas luces excepcional.
Howard lo consiguió, Warren Buffett se ha convertido en un icono para millones de inversores en todo el mundo y la referencia mundial en temas bursátiles ¿Usted qué opina?