El economista que sabia invertir
Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo. Benjamín Franklin.
Hace algunas semanas publiqué un comentario sobre Irving Fisher, celebre economista que fue un pésimo inversor en los mercados financieros. Hoy quiero comentar sobre su antítesis en los mercados financieros: John Maynard Keynes.
Keynes, nació en 1883 en la ciudad de Cambridge, Reino Unido, en una familia acomodada de reputado nivel cultural. Empezó a operar en la renta variable en 1905 a los 22 años de edad. Catorce años más tarde ya era un importante operador financiero, y se había hecho un nombre (y pequeña fortuna) operando con divisas y acciones. No obstante, en una seguidilla de malas decisiones durante 1920, perdió todo lo que tenía, incluyendo fondos familiares y de amigos.
A partir de ello pidió un préstamo al editor de uno de sus libros: “The Economic Consequences of Peace”. Con ese dinero, volvió a tomar las mismas posiciones con las que se había arruinado y, esta vez sí, hizo una ganancia enorme pudiendo pagar lo perdido anteriormente y obtener un beneficio final. Para el año 1945, el año antes de morir, ya tenía una fortuna que a precios de hoy (2013) sería de unos 40 millones de dólares.
A diferencia del anteriormente mencionado Irving Fisher, Keynes hizo una fortuna durante la Gran Depresión (1929-1932). Entre 1929 y 1936 cuando muchos inversionistas apenas habían conseguido recuperar buena parte de sus pérdidas iniciales, Keynes había ganado un 65% con sus inversiones y vendió todas sus acciones a precios inmejorables.
Mundialmente conocido por su clásico de 1936, “Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero” intentó utilizar su revolucionaria teoría para operar en los mercados financieros, sin embargo, su éxito no vino de su habilidad para predecir el mercado, sino por su afilado olfato a la hora de seleccionar buenos valores. El mercado en su conjunto era demasiado impredecible, aunque utilizó eso a su favor. Según el mismo cita: “Son las fluctuaciones del mercado las que hacen aparecer las gangas y es la incertidumbre que generan esas fluctuaciones las que evitan que otras personas compren acciones a precios ridículos”.
La brillante actuación de Keynes como inversor bursátil está demostrada por la información pública del fondo que administró en nombre del King’s College de Cambridge. El enfoque generalmente adoptado por Keynes con sus inversiones lo resumió él mismo en tres puntos:
1. Una selección cuidadosa de unas pocas inversiones considerando su bajo precio en relación a su valor intrínseco actual probable, y el potencial en un período dado de años.
2. Una tenencia firme de ciertos activos contra viento y marea, quizás por varios años, hasta que, o bien hayan cumplido la expectativa que se tenía sobre ellas o sea evidente que su compra fue un error.
3. Una posición equilibrada de la inversión, es decir, una variedad de riesgos contrapuestos si es posible (por ejemplo, Oro y otras inversiones en acciones, ya que probablemente se moverán en direcciones opuestas cuando haya fluctuaciones importantes).
En mi opinión particular, debo decir que no estoy de acuerdo con el punto 2, en mi experiencia (es decir: pérdidas) considero que la tenencia firme de activos y de opiniones en los mercados financieros pueden llevar a la ruina en algún momento, es vital ser flexible en nuestras ideas y opiniones, finalmente es el mercado quien siempre lleva la razón. Esa flexibilidad nos debe llevar a maximizar ganancias cuando el mercado nos da la razón y minimizar las perdidas cuando no es así.
Todavía hoy Keynes, sigue siendo un economista “muy actual”, con reflexiones que aún hoy siguen vigentes sobre el ahorro y la política económica. Las teorías de Keynes son tan influyentes que aún hoy existe todo un sub-campo de la macroeconomía llamada economía Keynesiana.
ACTUALIDAD
Hace unas semanas leí un artículo muy bueno en este diario, del premio Nobel de Economía, Paul Krugman, sobre su perspectiva de la situación actual que está viviendo USA. En resumen, el hecho que aún se mantengan las tasas de interés en mínimos es una señal clara de que la economía no está cercana aún de una recuperación de la crisis financiera del 2008. Las últimas subidas a máximos de los principales índices bursátiles no son para alegrarse, sino son más bien una clara señal de la desconexión entre la productividad y los salarios. En USA todos quieren pagar su deuda, por ello gastan menos, ello lleva a una economía reprimida, por ello mucha gente ahorra y nadie invierte. El exceso de ahorro, lleva a que los costos de endeudamiento tiendan a la baja. La economía esta reprimida, las bolsas en máximos, las empresas tienen ganancias corporativas pero sus trabajadores no ven esos frutos, dado que las empresas no reinvierten esos dólares. Todo esto parece un círculo vicioso del que no parece haber salida. Según Krugman, es hora que haya un cambio del paradigma de quienes toman las decisiones político-económicas a nivel mundial. Y no sería raro ver correcciones importantes en los principales índices bursátiles.
Siendo más concretos, en la gráfica, se compara el Leading Index y el S&P500, el Leading Index marca la tasa de crecimiento semestral de variables como, desempleo, manufactura, construcción y spreads de bonos. Este indicador a la largo del tiempo es un indicador adelantado del S&P500 como se puede apreciar en la gráfica. Fíjese que cada vez que el índice cae por debajo de 1 con pendiente hacia abajo marca adelantadamente caídas en el S&P500.
Mi opinión personal es que avizoro correcciones en la renta variable americana. Cuando este índice caiga por debajo de 1, tendré más certeza de ello y buscaré posiciones cortas en la renta variable americana.
GOOGLE
Hace algunas semanas comente en una entrada anterior sobre las posibles saludables correcciones que podría realizar la acción de Google, ello ya ha venido ocurriendo y de haber alcanzado máximos de 840 dólares hoy la acción cotiza debajo de los 800 dólares, es muy posible que la acción extienda la corrección hasta los 760 dólares.
La acción parece estar formando las Ondas Elliot correctivas, en la siguiente entrega empezaré a explicar ello con detalle.