El cuy mágico y "el Perú tiene ganas"
El cuy mágico del Banco de Crédito del Perú (BCP) ya forma parte de
nuestra cultura contemporánea peruana. De su concepción
inicial, el personaje ha sido visto en mil y un situaciones acompañando a
los emprendedores y MYPE’s a lograr sus objetivos de negocio y que hoy,
casi cuatro años después, nos muestra una nueva entrega: “El Perú tiene
ganas”.
Los personajes
En un anterior post sobre la campaña del BBVA Continental comenté sobre la necesidad de los bancos por transmitir cercanía con sus clientes, sobre todo en un tiempo en que la solidez de los bancos no genera mucha incertidumbre y las personas buscan entendimiento, flexibilidad y comprensión a sus necesidades. Así, mientras algunos optaron por entrevistar a sus empleados o priorizar las historias humanas donde el tiempo es más importante que el dinero, el líder del mercado apostó por crear un personaje animado.
La creación de un personaje icónico es un recurso publicitario muy utilizado y tiene sus grandes ventajas si es diseñado cuidadosamente y con un pensamiento estratégico. El personaje, que en realidad busca ser una personificación de la marca y que puede ser de carne y hueso o animado/disfrazado, te otorga la posibilidad de generar mayor cercanía, frescura y diversión con tus clientes y consumidores.
Desde el pato de Cua Cua (que hoy en día es un activo valiosísimo) hasta el pollo de Pio’s Chicken, los personajes animan y divierten la comunicación publicitaria pero no dejan de ser herramientas de comunicación de los atributos de la marca, y la explotación de este recurso es más provechoso aún en segmentos como la banca donde por muchos años destacó la publicidad seria e institucional.
El cuy mágico
Así, en octubre de 2008 y a cargo de la agencia Circus, el BCP lanzó una campaña que buscaba promocionar la tarjeta Crédito Negocios y sus facilidades para obtener capital al instante. En el spot aparecían dos personas que, al no tener ‘billete’, aparecía el imaginario Cuy Mágico que les ofrecía dinero sin problemas.
Luego de este vinieron otros motivos, como el cuy mágico que asesora empresarios para que se capaciten en costos, procesos y marketing, o el cuy mágico que ayuda a empresarios con su campaña escolar. La locución final decía que si no tenías un cuy mágico, anda al BCP. El éxito que tuvo el cuy mágico hizo que este se convirtiera del personaje inexistente (motivo por el cual debías ir al BCP) a la imagen central de todas las campañas del banco relacionados a su segmento MYPE’s.
Aquí hay que destacar el gran trabajo detrás del personaje en todos los aspectos y que estoy seguro fue pensado estratégicamente: el diseño del vestuario (hecho en Argentina), la modulación de la voz, la entonación, las frases con aires de sabiduría oriental, la música, la sintaxis gramatical, las gesticulaciones manejadas por control remoto, la propia elección de un cuy, entre otros.
Con varios años con nosotros, el cuy mágico ha trascendido al banco y hoy ha sido apropiado por los peruanos como una mascota peruana más, y prueba de ello es la inclusión del cuy mágico en las conversaciones coloquiales offline y online, en eventos que nada tienen que ver con el BCP, en programas de televisión, la aparición de su ya famoso hijo ‘Junior’, etcétera.
El Perú tiene ganas
Siguiendo con el uso de su personaje icónico, el BCP ha lanzado a fines de junio su nueva campaña institucional denominada “El Perú tiene ganas”. Para entender el porqué de un comercial así, es importante destacar tres tendencias en la publicidad peruana actual: la ola de destacar lo peruano y su visión optimista y progresista que muy problablemente empezó con el recordado comercial de Sapolio y hoy se ve en muchas marcas; el renacimiento de los jingles y la música como rol protagónico de la publicidad (Rímac Seguros, el tema del verano de Claro y Cristal, Gianmarco y el BBVA Continental); y la puesta en práctica de acciones offline y online integradas llamadas también blended marketing (Gloria, Inca Kola, Cua Cua).
Así, el BCP lanza esta campaña haciendo una oda al futuro optimista del Perú y los peruanos, utiliza como recurso una canción adaptada de “El aguajal” de los Shapis para buscar que se nos pegue, y nos invita a visitar una página Web especialmente dedicada a la campaña. Ah, y claro, utiliza a su personaje estrella, el cuy mágico.
Esta propuesta publicitaria del BCP no es particularmente novedosa (a estas alturas) y pese a que tiene buenas intenciones, esperaba mucho más tino y preparación en la forma de graficar su concepto:
- Por un lado, la visión centralista – limeña es evidente, al punto de que muy fácilmente se le puede llamar a la campaña “Lima tiene ganas”.
- La forma de graficar el crecimiento y las ganas de superación es superflua, plana y hasta estereotipada: panorámica de los edificios en la Costa Verde, edificios creciendo en la Vía Expresa, vista del tren eléctrico pasando por la Av. Javier Prado, vista de la plaza Grau, vista del aeropuerto Jorge Chávez, entre otros.
- La adaptación de la canción la escucho forzada y con muy poco brillo y ritmo (a diferencia de la versión original).
- El cuy mágico solo sirve como instrumento para hacer llegar el mensaje y no se ha aprovechado ni utilizado todo lo que significa y connota, algo que ha tomado años forjar y fortalecer en la mente de los peruanos como hemos visto líneas atrás.
Esta campaña del BCP me parece una muestra conservadora y de poca intención de salirse del libreto. Y es que la ventaja de ser líder en el mercado es que eres líder; la desventaja, que a veces se pierden las ganas de arriesgar porque no tienes a nadie a quien vencer. Y en esa situación, la competencia aprovechará cada pestañeo del líder para ocupar su lugar. No es gratuito que en algún momento Avis, la empresa de alquiler de autos, haya tenido tanto éxito con este genial posicionamiento: “somos el #2 en renta de autos. ¿Por qué elegirnos? Porque nos esforzamos más”.
¿Y tú qué piensas del cuy mágico del BCP?¿Crees que su última campaña, “El Perú tiene ganas”, cumple con los objetivos que se han planteado?