¿Es la educación preescolar el secreto para una región más próspera?
Por Svante Persson
Invertir en educación preescolar es en realidad más rentable que invertir en el mercado de valores. El rendimiento estimado (por cada dólar de costo) para educación preescolar de alta calidad es superior al 10% (ver link). En comparación, durante los últimos 20 años el índice de la bolsa de valores S&P500 tuvo un rendimiento anual promedio de menos de 7,8% por año (ver link). El aumento de la inversión pública en la educación preescolar puede beneficiar sustancialmente a la sociedad en general y podría ayudar a abordar el reto de la formación a largo plazo de ALC y la desigualdad crónica de ingresos. Los niños pobres que no logran alcanzar su potencial académico tienen más probabilidades de entrar en la edad adulta sin las habilidades necesarias para convertirse en miembros altamente productivos de la sociedad, capaces de competir eficazmente en un mercado de trabajo global más competitivo.
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) es una herramienta que mide el desempeño de un país con base en los niveles de educación y salud de su población y el nivel de vida en general. Cuanto mayor sea el IDH, mejor es la calidad de vida para la mayoría de la población.
La siguiente tabla muestra que de los 20 países del mundo con mayor puntaje en el IDH, 14 de ellos también tienen las tasas de matrícula más altas en edad preescolar. Sólo un país latinoamericano (México) están el top 20 en las tasas de matrícula y sólo tres (Argentina, Chile y México), en el top 20 de la inversión pública en la educación preescolar. Echemos un vistazo a por qué los gobiernos de América Latina y el Caribe (LAC) deberían invertir más en la educación preescolar y lo que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) están haciendo para ayudar.
Las experiencias de un niño en los primeros cinco años de vida tienen un impacto sustancial en su calidad de vida futura. De hecho, los especialistas consideran hoy que el 80% del desarrollo personal proviene de las vivencias y el medio ambiente, mientras que sólo el 20% de la genética (ver link). Por lo tanto, el niño que se beneficie de una educación preescolar de calidad, tiene menor probabilidad de abandonar la escuela, experimentar embarazo adolescente o participar en actividades ilícitas.
Una educación preescolar de alta calidad aumenta la capacidad de los niños de bajos ingresos para desempeñarse exitosamente durante la educación primaria y secundaria, lo que conduce a mayores tasas de graduación en la secundaria. Todo esto, genera retornos económicos a nivel personal (trabajos mejor remunerados y el acceso a una mejor vivienda, educación y otros servicios) y, en el plano social o nacional, como los pagos de impuestos más altos y menor carga para el sistema de justicia penal (ver link).
En la mayoría de los países de la OCDE, la mejora en el acceso a la educación preescolar también ha se ha visto reflejada en el número de mujeres que ingresan a la fuerza laboral (ver link). El aumento de las inversiones del gobierno en la educación preescolar desde la década de 1970 es una de las razones por las cuales más mujeres tienen más probabilidades de ser empleadas formalmente y obtener mayores ingresos (ver link). Esa prosperidad económica derivada de una mayor participación de las mujeres en la fuerza laboral, debe ser una prioridad para cualquier gobierno.
El BID y el Fondo de Inversión Multilateral (FOMIN) están probando ideas innovadoras para mejorar el acceso a la educación preescolar como una forma de impulsar el desarrollo económico a largo plazo y reducir la pobreza en LAC. La idea es que el acceso generalizado a la educación preescolar de calidad no sólo mejora la vida de las personas hoy en día, sino que repercutiría en una región más próspera en el futuro. Los proyectos del BID para la edad preescolar con fondos de la región están probando cómo las soluciones privadas para el desarrollo de la primera infancia (ECD) podrían ser una opción en los países donde no hay suficiente inversión desde el sector público. Dos proyectos innovadores (Colombia “aeioTU – Mejor acceso a los servicios de desarrollo de la niñez temprana de calidad para poblaciones de bajos ingresos”, y en Costa Rica “El acceso a ECD”) se han desarrollado para mejorar el acceso de los pobres a la educación preescolar de calidad en la región. En los próximos años, veremos si estos proyectos han tenido un impacto positivo.
Con el fin de evaluar los efectos de los centros “aeioTU “ para la primera infancia en Colombia, el FOMIN está apoyando el Instituto de la Universidad de Rutgers Nacional de Investigación en Educación Temprana (NIEER), en colaboración con la Universidad de los Andes-CEDE, para llevar a cabo una evaluación de control aleatorio con 1.218 niños. Este estudio de la educación temprana de alta calidad en el contexto colombiano es el primero de su clase, mediante la inclusión de todas las cohortes de niños antes de la edad escolar y se centra en la educación de alta calidad en los barrios desfavorecidos. Es demasiado pronto para medir los resultados definitivos, pero el FOMIN continuará supervisando e informando sobre la evaluación en curso con el fin de apoyar la replicación y expansión de los servicios de calidad preescolar a otros países y comunidades de América Latina y el Caribe.
Esta columna fue originalmente publicada en el Blog La Educación de Calidad es Posible.