La igualdad de género: un acelerador del desarrollo en el sector extractivo en Perú
Por Alexandre Meira da Rosa, Vicepresidente de Países del BID
La igualdad de género en la región más que una tarea pendiente es una decisión estratégica. Aumentar la participación de las mujeres en la economía garantiza mayores oportunidades de superación y contribuye al desarrollo nacional. En el caso de Perú, el país está dando importantes muestras de avance como evidencian los datos presentados por el Foro Económico Mundial en su último informe sobre brechas de género. En él, se señala que este país avanzó del puesto 60 en el año 2006 al 48 en el 2017.
Sin embargo, este mismo informe también indica que al ritmo actual, tomará 100 años cerrar las diferencias entre hombres y mujeres. Es decir, aún queda mucho trabajo por hacer. Específicamente en el sector minero de Perú, uno de los principales motores de la economía, hay datos que detallan la marcada desigualdad entre hombres y mujeres. Por ejemplo, solo 8% de los empleos del sector son asumidos por mujeres. Además, 49% de esas mujeres se desempeñan en cargos administrativos, mientras que 30% se ocupa de operaciones generales, y tan solo 4% está en posiciones de gerencia.
Este último dato, además de revelador, es alarmante: solo 4% de las mujeres peruanas en el sector extractivo ocupan una posición de gerencia. ¿Qué acciones debemos implementar para aumentar esta cifra? ¿Tiene Perú mujeres capaces de liderar y ocupar puestos de alta gerencia que involucre la toma de decisiones en sus empresas o instituciones? Sin duda la respuesta es sí. Perú las tiene.
A partir de mayo de 2018, desde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y con el apoyo académico del INCAE Business School, hemos llevado el “Programa de Mujeres Líderes Emergentes” por primera vez a Perú. Además, es la primera vez que el Programa se aplica a un sector específico, convocando a 30 mujeres de gerencia media de las esferas públicas (Ministerio de Minas y Energía y Agencias Reguladoras) y privadas (Empresas nacionales e internacionales), que trabajan en minería, gas y petróleo en el país.
El programa de “Mujeres Lideres Emergentes” fue diseñado para visibilizar y apoyar liderazgos femeninos de talento con alto potencial dentro del BID desde el 2013, y cuenta ya con 192 graduadas. También se ha llevado a cabo exitosamente en Panamá y la República Dominicana para mujeres ejecutivas del sector público. En esta versión, se han presentado oportunidades únicas para construir puentes entre el sector público y privado, ayudando así a realzar la importancia de aumentar las oportunidades de colaboración, además de impulsar la igualdad de género de manera conjunta y como un objetivo en común.
Se trata del primer programa en este país que visibiliza los liderazgos femeninos en un sector que es mayoritariamente masculino. Con esta iniciativa buscamos ayudar a romper el “techo de cristal”, un término utilizado para describir las barreras que limitan el avance de las mujeres a posiciones de poder dentro del sector público y privado. Además, también buscamos romper barreras culturales en las empresas e instituciones del Estado para que las mujeres puedan no solo ingresar al sector extractivo sino conservar sus cargos y ascender.
Para lograrlo, creemos en promover que las industrias garanticen igualdad en los salarios, capacitación y tutoría, además de prácticas de reclutamiento eficientes que permitan que las mujeres accedan y se mantengan en el sector minero e hidrocarburos. Las brechas son grandes, y solo colaborando entre los sectores público y privado se podrá avanzar en conjunto para cerrarlas.
Más mujeres en posiciones de liderazgo no solo abrirá camino para las próximas generaciones, también ayuda a la ampliación de las discusiones sectoriales desde sus propias experiencias, catalizan los cambios necesarios para asegurar mayor diversidad e igualdad en el sector, y buscan tender puentes para mayor colaboración entre sus equipos de trabajo, mejorando así la productividad como varios estudios ya lo han ratificado.
Contar con mujeres que lideren y tomen decisiones conduce a mejores políticas públicas en el gobierno y a un mayor retorno sobre el capital en el sector privado. Esto lo ha entendido Perú y se convierte en país pionero que implementa este programa para el sector marcando pauta para la región.