El país que YO quiero
El país que YO quiero es un país donde nadie me diga lo que puedo o no puedo hacer, donde no se metan conmigo, donde todos piensen como yo, de hecho uno donde me rodee de gente como yo (ni hablar de inmigrantes), donde no sea necesario hacerme responsable por mis actos, donde los derechos humanos me protejan sólo a mí (o a quien yo diga), donde mis negocios tengan éxito sin importar las consecuencias, donde no tenga que pagar impuestos, donde no haya autoridad que me persiga, de hecho uno donde tenga cercanía al poder o yo mismo lo ejerza o controle, donde las políticas de estado me beneficien, donde tenga control sobre las instituciones, donde las leyes que me perjudican nunca me apliquen, o mejor donde quien pone las leyes me consulte primero, donde la justicia piense en mí antes que el resto, donde las escuelas enseñen a pensar como yo, donde nadie se entere de lo que hago mal, donde los medios me ensalcen. Por supuesto, el país que YO quiero debe ser inclusivo y, por tanto, considerar también a mis amigos. ¡Ah! Y que la inseguridad, corrupción, violencia, hambre, el Niño, esperen, que primero voy yo.
Ese país sería un país de corruptos y ladrones, de mafias, de ídolos de barro y falsos héroes, una cleptocracia en toda regla. Un estado fallido, que genera dolor, empobrece, se hunde y empuja al ciudadano a abandonarlo. Ese país, me avergüenza y apena decirlo, se parece cada vez más al Perú de hoy.
Ese país, estoy seguro, no es el que tú sueñas y 33 millones de peruanas y peruanos merecen y anhelan. Activemos nuestro liderazgo, ejerzamos nuestra ciudadanía. Porque “se meten con el Perú, se meten (…) contigo”. Porque #OtroPerúEsPosible