Liderazgo Empresarial y Activismo Político
En los últimos tiempos se ha hablado mucho sobre el rol de los líderes empresariales en los grandes temas del país. Edelman en su Barómetro de Confianza de 2023 muestra que las personas esperan que las empresas se comprometan más en temas sociales, que den la cara por ellos, y que sus CEOs actúen decididamente en asuntos que consideran críticos. El barómetro también muestra que en un mundo polarizado los líderes empresariales pueden ser una fuerza unificadora.
Por otro lado, Ipsos, en una encuesta sobre Actitudes de los Ciudadanía hacia los Empresarios y la Política en el Perú encargada por Capitalismo Consciente y Konrad Adenauer Stiftung KAS Perú, muestra cómo mayoritariamente la ciudadanía valora que, entre otras cosas, los empresarios sienten posición sobre los principales problemas del país y hagan activismo empresarial. Sin embargo, y es importante decirlo, es bastante menos entusiasta sobre si los empresarios deben postular a cargos en gobiernos locales y regionales o el congreso.
En cualquier caso, dada la profunda crisis política, económica y social que vivimos, es un hecho que algo debemos hacer. Porque una empresa no puede tener éxito en un país que naufraga, y dada la magnitud de la crisis y la evidencia de que su origen es principalmente de carácter institucional, hacer política es un paso fundamental. Uno además que debería redundar en beneficio de la empresa en el largo plazo.
Aunque cada uno es libre de participar en política como crea conveniente (inclusive como cargo electo), creo firmemente que un empresario, desde su lugar, ya puede hacer mucho. Para ello podemos empezar por ser vocales, opinar y tomar posición sobre los grandes temas políticos y sociales de actualidad. Esos que sabemos están teniendo un impacto negativo claro en la estabilidad de nuestra democracia, el equilibrio de poderes, la administración de justicia, la defensa de los derechos humanos, y por tanto en el desarrollo y crecimiento sostenible del Perú.
Para ello, creo también que todo empresario que participe en política debería evitar caer en conflictos de intereses que cuestionen su aporte al país. Si tiene algún conflicto debería transparentarlo. Porque el cuestionamiento a su participación podría estar justamente allí. Si realmente queremos cambiar el Perú, debemos hacerlo sin condicionar nuestra capacidad de generar ese cambio. La causa es más grande que nuestra ambición o deseo y, si no vamos a sumar, mejor mantenernos al margen, enfocados en lo que ya venimos haciendo.
Dan Schulman (CEO de Paypal) decía que las empresas y los CEOs debían hacer política no para apoyar a un partido en particular sino para defender sus valores, porque esos son irrenunciables. Y esto además porque esos valores vienen de un propósito y están grabados en su ADN. Venía a decir que si se meten con tus valores, se meten con tu empresa, o sea contigo.
Si además se supone que el ser humano está en el centro de todo lo que hacemos, el activismo político se cae de maduro, dado que hoy el desarrollo económico y social de todos está absolutamente condicionado al presente político. Parafraseando a Schulman, al final del día, nuestros colores deberían sólo ser el rojo y blanco, los colores del Perú, porque esos son los únicos intereses que deberíamos defender.
Sin duda esta referencia puede sonar algo lejana, pero hagamos el siguiente ejercicio. Intentemos visualizar a todos nuestros stakeholders. Miremos hacia adelante, atrás, 360°, pongámosle cara a cada uno de ellos y ellas. Preguntémonos entonces a quién representamos y de qué somos responsables. En mi caso, cuando hasta hace poco hacía el ejercicio veía a 8 mil colaboradores (8 mil familias), más de mil empresas proveedoras (y sus trabajadores), cientos de clientes, varias decenas de miles de consumidores, beneficiarios y comercios, decenas de comunidades a lo largo y ancho del Perú. Y tú, ¿Qué caras ves?
Esto es lo que empresas y líderes debemos defender, porque si te das cuenta se trata de la defensa del Perú mismo. Se meten con el Perú, se meten con tu empresa, con tu gente, contigo. Esta creo es nuestra bandera y la razón por la cual, hoy más que nunca, debemos considerar seriamente ser activistas. No importa que tanta o que tan poca sea nuestra responsabilidad, que tan fuerte o que tan débil parezca nuestra voz, 33 millones de peruanos y peruanas esperan bastante más de nosotros. Levantemos la voz.