CUANDO LAS PAPAS QUEMAN
En la tercera semana de octubre 2023, el gobierno reconoció formalmente que nuestra economía ingresó a un estado de recesión económica. Esta situación hará que en los próximos meses las empresas enfrenten desafíos estratégicos y riesgos comerciales nuevos y en rápida evolución, por lo que la responsabilidad de supervisión del directorio actual deberá ir más allá de las áreas tradicionales.
A finales de 2022, PwC realizó una encuesta sobre la percepción de los ejecutivos acerca de la actuación del directorio la cual arrojó los siguientes datos:
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85% de los ejecutivos dicen que el directorio tiene un entendimiento muy fuerte de la estrategia corporativa
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29% de los ejecutivos califican la actuación general del directorio como excelente o buena
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89% de los ejecutivos dicen que uno o más de sus directores deberían ser reemplazados
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68% de los ejecutivos confían en que el directorio está comprometido con sus accionistas
En estos momentos, cuando las papas queman y dada la coyuntura económica, es cuando se determina que el aporte del directorio es valioso o si ese 89% “va a tender al alza”.
Normalmente los directorios se desempeñan bien en las áreas tradicionales de supervisión como la estrategia corporativa, pero hoy en día las empresas están revisando y revisando sus estrategias para abordar las transformaciones digitales y la sostenibilidad de sus operaciones en el contexto recesivo que estamos pasando y que de por sí genera conflictos y descontento. La eficacia del directorio en estas otras áreas de supervisión tiene mucho margen para mejorar.
Otro tema no menor es la composición del directorio. Como lo mencionamos, el 89% de los ejecutivos piensa que al menos uno debería ser reemplazado y el 41% considera que más de dos deberían ser reemplazados.
La renovación de directores es más que simplemente traer nuevas perspectivas al directorio. Si se hace de manera efectiva, significa evaluar y alinear la combinación de experiencia, habilidades y antecedentes de los directores necesarios para agregar valor a la supervisión de la empresas en los próximos años.
El estudio realizado por PwC antes mencionado indica que el aumento de las competencias del directorio puede dar lugar a que éste no tenga el tiempo o los conocimientos para desafiar a la gestión con tanta eficacia como en el pasado.
Menudo trabajo queda por hacer a los directores. Si antes se decía que el conocimiento adquirido era válido para los siguientes 5 años ya que luego se volvía obsoleto, actualmente el director también debe ingresar a un programa propio de capacitación constante si su intención es seguir aportando a las empresas. Es algo así como hoy en día, el talento solo ya no alcanza, ahora para ser competitivo se tiene que entrenar fuerte, de manera constante y de forma adecuada; como se refleja en los fuertes y consistentes entrenamientos de los mejores deportistas de alta competencia.
Finalmente, hoy el ritmo del cambio en los negocios es más rápido que nunca. Ahora es un buen momento para que los directorios revisen sus procesos de supervisión comenzando por la estrategia, ya que modificar el proceso puede ayudar a arrojar luz sobre las piezas descuidadas del rompecabezas estratégico y mejorar su supervisión y, en ese sentido, preguntarse:
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¿Tenemos la composición adecuada para supervisar la estrategia?
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¿Estamos sopesando y aprobando activamente la estrategia?
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¿Estamos obteniendo la información adecuada para supervisar la estrategia?
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¿Tenemos el liderazgo, el plan operativo y la estrategia de talento adecuados para tener éxito?
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¿Estamos midiendo el progreso y sabiendo cuándo dar un giro?
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¿Conseguimos un equilibrio efectivo entre el corto, mediano y el largo plazo?
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¿Tenemos la frecuencia adecuada de discusiones estratégicas?
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¿Estamos incorporando la sostenibilidad en la estrategia?
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¿Los planes de remuneración de los ejecutivos y los objetivos de desempeño están alineados con la estrategia?
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¿Estamos contando nuestra historia a las partes interesadas?
Iniciar lo que implica un proceso de revisión y/o transformación de los directorios tiene un efecto bidireccional. Por un lado, la rendición de cuentas hacia los accionistas tiene un nuevo enfoque y, por otro, la retroalimentación hacia la plana gerencial respecto de los lineamientos recibidos de la junta y de las formas de colaboración fortalecerán la estructura de gobierno corporativo esperado para los tiempos actuales.
“Llegar juntos es el principio. Mantenerse juntos, es el progreso. Trabajar juntos es el éxito.”. Henry Ford.