UN NUEVO SOL 2024
La moneda peruana ha brillado con intensidad en la región desde julio de 2022 (3.98 PEN), cuando el Banco Central de Reserva del Perú lideró el ciclo alcista de tasas de interés, llevando el tipo de cambio a niveles de 3.54 en julio de 2023. En contraste, en ese mismo periodo, Jerome Powell declaraba que la inflación era un fenómeno temporal y postergó el inicio del proceso de tapering hasta 9 meses después. Un elemento clave en este escenario positivo fue el incremento del 35% en el precio del cobre (3.18 USD – 4.30 USD), el principal metal exportado por Perú, impulsando el valor de las exportaciones y generando un aumento significativo en los ingresos en dólares. Esto, a su vez, ejerció presión apreciatoria en el tipo de cambio.
No obstante, a principios de año, las protestas políticas y los efectos perniciosos del fenómeno del Niño afectaron negativamente la actividad económica del país, llevándola a dos trimestres consecutivos de contracción (-0.4%, – 0.5%) marcando así una recesión técnica. Este contexto generó la salida de flujos de capitales del país debido al mayor riesgo político y de mercado, lo que provocó una depreciación del tipo de cambio cercana al 10% (3.54 PEN – 3.88 PEN). Esta situación se vio agravada por una caída del 11% en el precio del cobre (4.02 USD – 3.54 USD), disminuyendo el valor de las exportaciones y reduciendo los ingresos en dólares, revirtiendo el estatus de la moneda como la más sólida de la región obtenido meses atrás.
En este contexto, las fuerzas más relevantes que impactarán la dirección del tipo de cambio para el próximo año serán las políticas monetarias del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) y de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), el precio del cobre (3.91 USD), que afecta el valor de las exportaciones, y la percepción sobre la fortaleza de la economía peruana (su capacidad para recuperarse de la recesión).
En cuanto a las expectativas, se especula que la Reserva Federal ha concluido su ciclo alcista de tasas (5.50%) y podría empezar a reducirlas en el escenario optimista en marzo, y de manera más conservadora en septiembre de 2024. Por su parte, Perú ya ha iniciado la reducción de las tasas de interés (7.75% – 6.75%), y se espera que continúe apoyando la actividad económica con recortes adicionales. No obstante, la percepción de la fortaleza de la economía peruana estará sujeta a diversos factores, incluida la intensidad del fenómeno del Niño, el impacto de las últimas medidas fiscales implementadas por el gobierno peruano, así como la reducción de tasas de interés del BCRP. Además, el precio del cobre, un componente clave para la economía peruana, dependerá significativamente de la recuperación de la economía china y la eficacia de sus políticas económicas.
Las proyecciones del tipo de cambio son difíciles de establecer y dependerán de diferentes escenarios:
Escenario Depreciatorio: Un fenómeno del Niño fuerte obligaría al BCRP a reducir las tasas de interés de manera más agresiva, con la Reserva Federal esperando hasta septiembre para reducir tasas, y un precio del cobre estancado o lateral podría llevar el tipo de cambio a 4 soles.
Escenario Apreciatorio: Un fenómeno del Niño leve con un BCRP más moderado, la Reserva Federal reduciendo tasas en marzo, y una recuperación sólida en China impulsando al alza el precio del cobre podrían llevar el tipo de cambio a 3.50 soles.