5 criterios de negocio y buena sociedad a partir de los 'selfies'
Toda la semana, el tema de moda, la constante en Facebook y Twitter, en la prensa y la televisión, en la calle, el trabajo, ha sido solo una: los ‘selfies’.
Ya no será novedad si decimos qué hay detrás del contrato de Samsung con la organización del Óscar, que Ellen De Generes usa verdaderamente un iPhone pero que para el evento le hizo la promoción del año al Galaxy con los millones de millones de impresiones como efecto viral imparable. O si vemos el ‘selfie’ de los Simpsons, de Lego, recientemente el de Alan García junto a otros ex presidentes por la Alianza del Pacífico y, finalmente, si le sumamos los memes a montones que han recreado todos los selfies que acabo de mencionar.
Pero qué pasa si buscamos líneas transversales de todo este terremoto de autoretratos grupales digitales, y sacamos provecho de las enseñanzas que podamos aplicar en nuestras estrategias de marketing con foco, por supuesto, en el negocio. Aquí cinco ideas que no deben ser las únicas:
1. Más humanos, más negocio: El selfie hace horizontales las actitudes de la gente. Ver a los actores más famosos de Hollywood, a congresistas de la república o ex presidentes, en una posición similar a la que yo, ustedes o cualquier grupo de amigos puede tomar, definitivamente fue uno de los motivos por los que la foto de Ellen De Generes no solo es la más retuiteada de la historia, sino que además fue imitada por todo el mundo. Selfies en las redes hay desde hace buen tiempo, pero en grupo y de personalidades Obama -cuando no una referencia digital- fue tal vez de los primeros, pero no logró el boom de ahora. ¿Actitudes humanas de celebridades con alta exposición sería una primera conclusión? Ahora bien, los políticos que saben de comunicación, no improvisarán lo que parece improvisado. Selfies como los de Obama o Alan García, tienen una intención detrás.
2. Principio Google, el negocio está en compartir: Un buen artículo dice que el ‘selfie’ famoso lleva al potencial delito de publicar por todas partes, inclusive en los mismos medios, una foto cuyo copyright no estaba cedido. Pero claro en un selfie, la idea es que nos vean, no necesariamente que todos compartan nuestra imagen, pero si eso pasara ¿Quién se quejaría? Un selfie es la captura de una imagen personal o grupal que será expuesta.
If only Bradley’s arm was longer. Best photo ever. #oscars pic.twitter.com/C9U5NOtGap
— Ellen DeGeneres (@TheEllenShow) March 3, 2014
Para evitar problemas legales por la publicación de imágenes cuyo copyright no nos pertenece, embeber la imagen es la opción, recomienda El Diario.es
3. Mientras más simple, es mejor: Cuando vi la fiebre de los ‘selfies’, de inmediato recordé el ‘Harlem Shake’, que también fue todo un fenómeno, pero exigía una mayor producción y tiempo. Un selfie se da en segundos, y eso hace que más gente participe, de todas partes y de todas las formas, y con la improvisación como factor importante -inclusive la imagen final del ‘selfie’ en el Óscar dejaba a Ellen De Generes no fue pre acordada- . En tiempos de Internet, el nombre del juego se llama velocidad y presencia, eso logra el selfie. Su producción es instantánea, y el mensaje detrás más que un “nosotros estuvimos aquí”, un “nosotros somos así… y que se enteren”.
4. Imagen de equipo a pesar de: Si recuerdan el selfie de los congresistas , tan criticado eso sí, de diferentes bancadas podemos ver que una característica que cuenta es que supera las diferencias o por lo menos las neutraliza en el momento que se toma la foto. Luego ya todo se presta a las interpretaciones de la gente, y podemos encontrar tal vez los grupos más inverosímiles, pero allí están, el selfie grupal implica, por lo menos una línea en común entre todos quienes aparecen.
5. Los comportamientos de las personas, y no las plataformas de las redes, las mejores vitrinas para las marcas: Algo que pasó con los selfies y el Harlem Shake es que no nacen con un fin comercial; son las personas en la red social, quienes se manifiestan de diversas maneras y a veces generan códigos universales para expresarse, que pueden fluir por diversos canales.
El ‘selfie’ fue un comportamiento que personalmente vi en Facebook desde el 2013. No recuerdo si alguna marca hizo algún concurso del mejor Selfie o algo asociado, alguna aplicación que juegue con los seflies, antes del Óscar. De pronto ya es tarde para ello, hay quienes dicen que Ellen De Generes ha matado al Selfie y si no fue ella, tal vez sí Alan García, y no les falta razón. Pero si eso pasa, lo que no debemos dejar de lado como aprendizaje es que los mercados son conversaciones, las conversaciones se dan entre personas, y la mejor manera de estar presente con nuestra marca en esos contactos, es formar parte de esas relaciones o de sus comportamientos, recreándolos, dinamizándolos, jamás interrumpiéndolos.
The real #Oscars #selfie…sort of #Oscars2014 @ellenDegeneres_ pic.twitter.com/PNSFiN1VXJ
— The LEGO Group (@LEGO_Group) March 4, 2014
En conclusión:
Las marcas se humanizan cada día más, y esto incluye a las celebridades que tienen una imagen casi inalcanzable, pero cuando se portan como personas de a pie, su actitud da la vuelta al mundo. Eso es lo que hizo Samsung, formó parte de un comportamiento común, pero en plena ceremonia del Óscar con la mitad del mundo atenta. Sin ir muy lejos, en ese mismo momento es lo que hacían algunas marcas también en Twitter, por ejemplo, aprovechando que la conversación era la entrega del premio, para formar parte del grupo que comenta, y proclamar su favorita -y de paso hablando de sus productos-. Evidentemente esta presencia de marca debe ser sutil, no se debe sentir que se corta la comunicación sino que se forma parte de ella, pero ya queda claro que el marketing y la promoción de las marcas, apunta más a tener una consigna: “formar parte de”, y no “alto que aquí estoy yo”. ¿Suena bien, no? Y lo mejor es que ahí está el negocio.
Bonus Café
Todo lo dicho en el Café, puede ser usado para diversos fines. El marketing político a veces da la pauta, en el Perú, eso está pasando. Alan García forma parte de esta comunicación aparentemente horizontal, que será irresistiblemente compartida por todos los medios, y vista por simpatía por los jóvenes que apenas gateaban en su primer gobierno, y que ahora ya pueden votar. Pero esa es otra historia, que espero venga en otro Café.
¡Buen fin de semana, Cafeteros!