La comunicación detrás del discurso de los candidatos en CADE 2015
Ya pasaron dos días del cierre del CADE electoral , y los efectos siguen en todos los medios. La crítica a los candidatos está por todas partes y, como siempre, hay que entender cada opinión teniendo claro el medio en el que se publica, el político o periodista que da el comentario, etc. Lo mejor, revisar la mayor cantidad de fuentes y aceptar la realidad de que nuevamente nos enfrentamos a la posible disyuntiva de elegir al candidato menos malo. Lo primero que tengo que decir: “es lo que hay”, y queramos o no, los 5 candidatos que fueron a CADE representan la foto actual del Perú político.
Pero este Café va a tocar lo más importante desde el punto de vista de la comunicación. No el fondo político -para ello hay especialistas- sino el discurso de forma de cada candidato, que influye porque desde que prescindes de una corbata, ya estás comunicando. El discurso empieza desde que se pone un pie en el escenario.
1. Toledo, llegó temprano, habló lento, se hundió en minutos.
Empezó sorprendentemente a tiempo. Detalle que él mismo resaltó “he llegado antes que ustedes.” Pero me preocupó la lentitud de su discurso en los primeros minutos, demasiada comparsa considerando que está en el quinto lugar de las preferencias. Hasta la primera diapositiva de su PPT comunicaba desenfoque, porque hablaba del país en un contexto global, cuando el problema que tenemos es principalmente interno: llámese corrupción, inseguridad y falta de autoridad.
Pero el desenfoque de la portada en su presentación, no era más que el adelanto de la pésima preparación de su discurso. Sus propuestas de obras, se perdían entre sus frases desafortunadas, cada una provocaba una carcajada más fuerte que la otra. “He hablado con Mark Zuckerberg para pedirle que decodifique las líneas de Nasca” impresionante. Después de ello, ya todo fue una fiesta en el auditorio. Nadie lo iba a tomar en serio.
“Vamos a matar a la delincuencia”, “La fiesta no ha terminado pero cambiemos la música”, “¡A la vena!”. No, Toledo no preparó su discurso. Quiso aprovechar de pésima manera algunos de los temas tocados los dos días anteriores del evento “estamos en el fin de fiesta” había dicho Moisés Naim haciendo referencia a la desaceleración económica de América Latina, y don Alejandro se quiso hacer el listo para inyectar optimismo a la vena con su frase “la fiesta no ha terminado”, olvidando su posicionamiento de presidente que celebraba hasta en los aviones. Neeeext.
2. Keiko, leyó su lección, y cuando no lo pudo hacer, aplicó muy bien el manual de instrucciones.
No sentó muy bien verla a Keiko leer en toda su presentación. Las críticas en Twitter empezaban a caer pues, de hecho, es la candidata con menos experiencia en un gobierno. Tal vez si Acuña se hubiera presentado antes que ella, el contraste hubiera jugado a su favor, pero bueno, el primer punto en contra lo pudo superar, cuando lanzó algunas críticas al gobierno, principalmente al ministro de economía.
Leyó tan bien que fue enfática cuando tocaba hacerlo, parece que le habían puesto negritas en el texto y exclamaciones, todo fue milimétrico.
El reto estaba en la ronda de preguntas. Es donde sorprendentemente Keiko vendió firmeza. Ojo que no digo verdades ni que dio las respuestas justas. En más de una sí que respondió bien y hasta con cifras que parecía tener listas entre sus apuntes. Era evidente la preparación que tenía, no solo el media training innegable, sino que ya ésta es su segunda participación en elecciones, y debe haber aprendido mucho después de 5 años.
Así como respondió bien, esquivó bien. Frente a preguntas como quién sería su ministro de economía, por ejemplo, no dio nombres, pero sí el perfil, que contrastaba con su alusión crítica a Alonso Segura, “mi ministro de economía no usará corbata y pisará la calle”. Respuesta suficiente para ser aplaudida por el auditorio. ¿Conclusión? Keiko, mejor de lo que todos esperábamos y sin improvisación en su comunicación.
3. Acuña: leyó porque era eso o hablar sin papel. Pero tenía clarísimo su mensaje fuerza para el auditorio en frente.
Ha sido víctima de los memes el mismo día de su presentación, de burlas en Internet y en el propio auditorio de CADE. De muchos silencios, pocos aplausos, ni cuando anunció que mantendría a Jaime Saavedra como ministro de educación, tuvo aceptación en el auditorio. Creo que en cuanto a su discurso fue de los más pobres, y era difícil encontrar coherencia en sus anuncios porque realmente leía pésimo.
En la ronda de preguntas, una astuta Cecilia Valenzuela lo hizo trastabillar desde el saque, bajándole la llanta en su activo más preciado: la educación. ¿Cómo es que ninguna de sus universidades figura entre las de mayor calidad en el Perú? Acuña se quedó sin respuesta como cuando la misma Cecilia le preguntó en qué área de la NASA estudiaba la supuesta alumna egresada de la Universidad César Vallejo, que el candidato de APP anunció con orgullo.
Pero su mensaje real, el más efectivo y el certero, fue el de los 5 minutos finales. Prácticamente pechó a CADE. Su mensaje final, lo resumo así:
- Soy empresario como ustedes (con más millones que muchos).
- Tengo experiencia gobernando y no voy a robar (es verosímil que no entra para hacerse rico, ya lo es)
- Lo he ganado todo en la vida y solo me falta ser presidente del Perú (vengo de abajo, soy exitoso, y mi meta es la más alta)
- Estoy aquí para que me conozcan (a mí me sonó hasta amenazante, creo que muchos deben haberse sentido así, porque él sabe que puede ganar, los empresarios también, y parece que Acuña quiere desde ya separarse un lugar).
4. Alan García: un orador de su nivel y formación política tiene listo el libreto y hace que los demás lo sigan.
¿Qué podemos decir de Alan? ¿Que tiene el manual de comunicación política consigo? Pues sí, absolutamente. A ver, las cosas claras. Si nos olvidamos de su lista larga de antecedentes…, y solo nos fijamos en su técnica de comunicación, la cancha que tiene es sensacional. Ni Patricia del Río ni Pablo de la Flor, con preguntas directas, incisivas pudieron siquiera hacer tambalear a García. Y es que tanto en su discurso inicial -sin papel y citando parte de la historia de Enrique VIII para ilustrar a medio auditorio- hasta su mesa de despacho, puesta solo para él, y que ponía a los panelistas como invitados en su propio evento, Alan mostró por qué es el político con más oficio.
Como dije al inicio, este no es un Café de análisis del contenido, pero desde el punto de vista de la comunicación los detalles favorables sobran. Entró al escenario con una puesta en paralelo, él arriba y su posible gabinete avanzando con él abajo. ¿Quiénes? Luiz Carranza, Joselo García Belaúnde, Enrique Cornejo y José Antonio Chang. Tal vez este último podría haber significado el mejor pretexto para una pregunta difícil: ¿Reemplazaría al exitoso ministro Jaime Saavedra por su cuestionado ministro Chang? Siguiendo lo que he dicho al inicio sobre García, hubiera sacado alguna respuesta sorprendente del baúl, pero el ejercicio hubiera sido interesante.
¿Cuánto ganó Alan después de esto? La buena percepción del auditorio a pesar de su demagogia. Pero un escenario de segunda vuelta, de momento es impensable para el APRA.
5. PPK: salvo la tos persistente, tuvo una comunicación buena y clara. Ganó en el auditorio de CADE, le falta el del Perú.
Me dio mucha pena la tos que no lo abandonó en los 5 primeros minutos de su presentación, pero cuando dijo “la garraspera y la sinusitis pasarán, pero no mi persistencia” puso un alto a los problemas. Luego dio una muestra de claridad en las propuestas que me hizo recordar al didáctico ex ministro Jorge Gonzalez Izquierdo. Fue el único además que habló de enfrentar a la corrupción, tal vez por saber que es el menos cuestionado sobre ella entre los candidatos que lo precedieron.
Respondió muy bien frente a sus debilidades como tener un partido nuevo, y antes un partido “sancochado”. Hizo referencia a su experiencia dentro del gabinete en el gobierno de Toledo, y cómo el presidente logró convocar a profesionales de diferentes tendencias y bancadas para sus ministerios.
Pero ganarse al auditorio de CADE que ya lo aprobaba en más de un 80%, no era el gran reto. El reto de verdad es llevar su discurso con argumentos relevantes y el lenguaje más sencillo posible. Y, algo muy importante, es su plancha presidencial, creo que también para Acuña, cada uno para cubrir sus puntos débiles. En el caso de PPK, sus vicepresidentes deben vender frescura -para un eventual recambio- potencial presidencial, y un buen puente con los segmentos populares, allá donde pudo llegar en el 2011 tras la famosa foto que todos recordamos, pero que no supo aprovechar cuando tuvo tribuna en los programas más populares de la televisión.
El mensaje detrás de los dos discursos que nadie esperaba:
- El ministro de economía, Alonso Segura, tal vez se vio obligado a dar la cara porque entre candidatos y ponentes, los días anteriores fue vapuleado. Empezó su presentación con un problema: no era posible proyectar su PPT. Había mucha expectativa pero poca esperanza en lo que dijera -muchos no hablaron bien de su presentación en CADE 2014-; sin embargo, tras empezar a hablar con las manos en los bolsillos como quien guarda algo o se protege, empezó a dar argumento tras argumento a un auditorio que empezó a devolverle el crédito. Segura encaró y tildó de irresponsables a quienes se habían referido a él anteriormente por la ortodoxia en su cartera, y creo que puso las cosas en su sitio. En esta entrevista publicada en El Comercio, tienen todos los detalles de su presentación.
- El presidente sin corbata que se puso bien los pantalones. Así resumiría la presentación de un Ollanta Humala más seguro que nunca. Que encaró a cuanto opositor tuvo, y habló de sus logros atribuyéndose lo que le correspondía, hasta puso las cosas claras con el mejor de sus ministros Jaime Saavedra. “si el gobierno no hubiera destinado el presupuesto que era necesario, no se tendrían logros en educación.” Ojalá y hubiéramos tenido esa firmeza durante los 5 años, ese tono de comunicación firme, tal vez el país no estaría en la incertidumbre por la inseguridad y la falta de reacción desde el ejecutivo.
Percepción desde Twitter
Tres detalles representativos para terminar este Café, desde la tribuna de Twitter.
1. Los tuits con más rebote en los 3 días del evento no tuvieron que ver con el mensaje fuerza de un candidato, sino la percepción sobre ellos, en el caso de El Panfleto, y el desmentido de la versión de la alumna egresada de la universidad de César Acuña que acabó en la NASA. La reflexión de Moisés Naim sobre la nueva realidad de los partidos políticos impactó, tal vez porque nos consta a todos. Y un detalle interesante: el candidato que más RTs logró, no estuvo en CADE, lo hizo desde Twitter. Julio Guzmán y la acusación a Toledo por plagiarle el plan. Hubiera sido genial que figure con una de sus propuestas, como veremos luego.
2. Los tuits que fueron más compartidos por la comunidad, tuvieron que ver con un solo candidato: César Acuña. Queda claro en esta plataforma no tiene el mejor posicionamiento ni un equipo que contenga tanto disparo. Tal vez, al igual que Humala en el 2011, no lo necesite aunque Ollanta tenía a Nadine, en ese entonces con mucha popularidad detrás de los 140 caracteres, pequeño gran detalle.
3. Julio Guzmán fue el candidato con más RTs mientras los otros hablaban en CADE. Lo hizo para atacar a dos de ellos. Si hubiera contado con un hashtag de campaña, sus tuits bien posicionados serían más útiles.
Cafeteros, este fue el reporte desde CADE 2015, espero que sume para la imagen que tengan del candidato por el que piensan votar, considerando siempre, lo mejor para el país. ¡Buen inicio de semana!