La reputación de la Universidad Cayetano Heredia tras el Vacunagate
Hace apenas un mes, el titular de este post tendría una connotación diferente a la que, seguramente, estás pensando ahora para definir la reputación de la Universidad Cayetano Heredia.
Tal vez, tu razonamiento coincida con los resultados que hoy presenta Google, si buscas el nombre de la universidad privada de medicina más importante del Perú. Lo primero que te imaginarás es la imagen de la Cayetano Heredia, su presentación, tal cual como si fuera la portada de su web corporativa pero, luego, te asaltarán las innumerables noticias y opiniones contra la universidad, tras el inmenso escándalo por las vacunas de Sinopharm y los ensayos clínicos.
DIAGNÓSTICO DE LA REPUTACIÓN
La crisis de reputación de la universidad Cayetano Heredia es bastante compleja, aún no está resuelta, y sus efectos son de largo aliento.
El principal capital para una organización educativa no está solamente en su valor académico sino también en el ético, que está directamente ligado a la dimensión más neurálgica de la reputación en estos tiempos de pandemia: la integridad, que se gestiona a través de la gobernanza en las organizaciones.
No habrá un profesional en el que depositemos más confianza que un médico, ya que estamos poniendo nuestra salud, o de quienes más queremos, en sus manos. Pero, en el caso específico de los ensayos clínicos para verificar la efectividad de las vacunas contra el COVID, podríamos estar hablando de la salud de millones, depositada en un centro de investigación con todo el prestigio de la UPCH. Y nadie podía desconfiar, nadie protestó, justamente por la reputación de la universidad. Lo mismo pasó con la Unidad de Ensayos Clínicos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Revelado el escándalo de las vacunas, el panorama es el peor posible para la UPCH, por las irregularidades en la lista de vacunados y por tres puntos que señala la investigación del Instituto Nacional de Salud:
- Se ocultó información sobre el uso de las vacunas
- Éstas fueron administradas a personas ajenas al ensayo, con la agravante de aplicarse más de dos dosis
- Parte de ellas se han retirado indebidamente del centro de investigación , lo que resulta en una violación al protocolo de investigación, las buenas práctica clínicas, los estándares éticos en investigación y la regulación vigente.
El informe del INS que además termina con la suspensión del registro del Centro de Investigación de la UPCH, golpea fuertemente la reputación de la institución, y la recuperación será de largo aliento sun duda.
CRITERIOS GLOBALES PARA RANKING ACADÉMICOS
Estuve investigando en la web QS Top Universities, el referente en los rankings académicos internacionales y, al revisar su metodología, me quedó claro que la UPCH lo tiene muy complicado por lo menos en la primera de 5 variables, que tiene justamente el mayor peso de la metodología de evaluación.
- Reputación Académica (40%) : Es la ponderación más alta de la evaluación, se enfoca en la calidad de la enseñanza y la investigación en las universidades del mundo.
- Reputación empleadora (20%): Se refiere al nivel de preparación suficiente que imparte la institución para ubicar convenientemente a sus egresados en el mercado laboral, por un perfil competitivo, innovador y eficaz.
- Proporción entre profesores y estudiantes (20%) : Mide la suficiente cantidad de tutores y profesores para garantizar la suficiente formación a los alumnos
- Citas académicas por facultad (20%): Asociado directamente a las investigaciones de la universidad como fuentes para la comunidad académica.
- Proporción de profesores internacionales / proporción de alumnos internacionales (5% + 5%)
Tomando estos criterios como referencia, inclusive el nro.4 también atenta fuertemente contra la reputación de la universidad en su crisis actual. De hecho su Centro de Investigación ha sido suspendido para futuros ensayos clínicos por el Instituto Nacional de Salud.
Lo peor de toda esta situación es que se ha expuesto automáticamente a escala mundial por el nivel de la crisis que, por supuesto, también ha golpeado fuertemente la reputación de todo el país.
¿QUÉ PUEDE HACER LA UNIVERSIDAD?
Entonces, qué puede hacer la UPCH para gestionar su crisis actual y proyectar un plan para empezar a recuperar su reputación.
Compartiré algunas reflexiones que pueden ser útiles:
- Estamos frente a una gestión de largo aliento. Estamos en “el después” de la frase de Warren Buffet sobre la reputación: “Tardas 20 años en construir una reputación y cinco minutos en arruinarla”. Sin embargo la Universidad Cayetano Heredia cuenta con activos que debe poner en marcha ahora más que nunca.
- Su historia. Son 60 años de vida académica, en los que la universidad ha tenido un papel muy importante en la formación académica de la medicina en el país. Como bien se señala en la nota de El Comercio, hay una herencia académica que algunos no han honrado, pero la comunidad de la universidad es grande, tiene que defender una historia.
- Justamente la comunidad de la universidad debería llevar a un buen mapeo de públicos: primero los egresados más notables deberían ser puestos en valor, tanto los que trabajan en el Perú y, por supuesto, aquellos que ejercen en el mundo. Entre médicos e investigadores, con seguridad hay demasiado talento que puede trabajar en recuperar la reputación de la universidad.
- Todo lo anterior debe estar respaldado por la transformación organizacional de la UPCH. Desde el momento que el rector y el investigador principal a cargo del ensayo clínico de la universidad tienen relación directa con la crisis, la sensación de un problema sistémico, es inevitable. Por ello, si bien se deben elegir nuevas autoridades con el mejor perfil posible, se tiene que trabajar para garantizar que, la universidad cuenta con un equipo no solo capaz en lo académico, sino también en difundir y defender los valores éticos tan imprescindibles en la profesión médica.
Como verán, son algunas acciones que deben tomar en cuenta pronto. Algunas podrían empezar a ejecutarse en el corto plazo, pero otras, como la de transformación, implican todo un proceso que toma tiempo, pero que será más que necesario para que la Universidad Cayetano Heredia recupere el gran prestigio que siempre tuvo merecidamente.
MI CONCLUSIÓN
Probablemente desde la crisis del caso Lavajato, no enfrentábamos una crisis nacional de tanta repercusión. De alguna manera el caso Odebrecht tenía el recurso de ser pensado como un agente externo que despertó conductas de corrupción en grupos políticos y empresariales. Pero el Vacunagate, es absolutamente un caso de “producto nacional”, y no tiene que ver con que algunos se llenen los bolsillos, sino con que cientos de miles de peruanos mueran.
Desde el presidente de la república, la ministra de salud, y más personajes, hasta dos de las instituciones académicas más respetadas del país y que son referencia internacional, son actores en esta crisis. La desconfianza nacional probablemente esté en el pico histórico más alto. Lo entiendo. Pero como peruanos que siempre vamos a querer el mejor futuro para el país, hay que trabajar a pesar de todo.
Las instituciones se deben recuperar, caso contrario el COVID solo será el adelanto de una crisis mayor para la que no habrá vacuna. Porque la ética y la integridad para salvar al Perú no va a llegar en avión desde China o Inglaterra. O se trabaja y produce aquí, o sencillamente el país será ingobernable, y sé que es una sensación no ajena a muchos. ¿Lo vamos a permitir?