Cambios importantes en la oferta educativa de posgrados en el Perú
En épocas pasadas, los profesionales realizaban cursos de posgrado para añadir valor a las empresas donde trabajaban. Hoy, esta búsqueda apunta también a incrementar su valor y aspirar a mejores oportunidades laborales. Participar en programas implica que siguen especializándose, que no se conforman con lo que ya saben, que amplían su rango de conocimientos y que ofrecen más como trabajadores a sus empresas. Asimismo, esperan que las organizaciones los reconozcan.
Evolución de la demanda
Según una encuesta realizada por Ipsos a 211 ejecutivos de 25 a 70 años que se desempeñaban como gerentes, jefes, coordinadores o analistas en el Top 5000 del Directorio de Instituciones del 2022, muchos deseaban llevar posgrados en los próximos dos años. La opción más probable de estudio era la maestría y la modalidad más preferida era la semipresencial (cerca del 60 %).
La encuesta de Ipsos también revela que, en las especialidades de administración, finanzas, operaciones, tecnologías y marketing, ESAN figura como una de las mejores instituciones para estudiar. Además, se observa un aumento en la demanda de los cursos tras dos años de paralización debido a la covid-19. Factores como el precio de los cursos y el cambio a una modalidad totalmente remota afectaron mucho a la cantidad de alumnos inscritos en cursos de posgrado en el Perú.
Existe también una preferencia por los cursos de corta duración. Además, debido a la evolución del mercado, las nuevas formas de hacer negocios y la transformación digital, existen cada vez más especializaciones para los profesionales, quienes demandan aún mayor variedad en los programas de posgrado.
Cambios en el sector
En un mundo en constante cambio, es fundamental mantenerse competitivo y al tanto de las nuevas tendencias de los mercados laborales. Las escuelas de negocios se han visto en la necesidad de ampliar su portafolio de programas y cursos especializados para satisfacer las demandas de los profesionales interesados en cursar un posgrado. Por ello, han actualizado sus MBA, maestrías especializadas y programas de educación ejecutiva.
En general, las instituciones educativas están adaptando su oferta a las nuevas generaciones (atracción y retención de estudiantes) y al life long learning o aprendizaje para toda la vida. Para ello, han acelerado la implementación de nuevos formatos en línea, híbridos o presenciales, y han diseñado programas y cursos interdisciplinarios con nuevas temáticas, tendencias y un mayor componente internacional.
Otra tendencia que se observa es la introducción de tendencias como la transformación digital, las habilidades directivas y la analítica en la mayoría de los cursos ofrecidos, siendo aún más conscientes de que la presencia tecnológica en el ámbito laboral será mayor a futuro.
Acciones urgentes
Una crítica válida al sector académico es que, a veces, parece estar desconectado de lo que pasa en la industria. Sin embargo, creemos que existe una colaboración cada vez mayor entre la academia, el sector privado y el Gobierno. Por ello, una de las acciones permanentes que las escuelas de posgrado debemos realizar es escuchar a nuestros clientes actuales y potenciales, a los expertos y líderes de la industria, y a la sociedad, no solo mediante encuestas o focus group, sino también a partir de casos de estudio a profundidad y el análisis de la experiencia del consumidor.
Es necesaria una labor con más énfasis en la investigación científica, tecnológica e innovadora, incluida aquella con la industria, ya sea en proyectos y colaboraciones de corte académico y empresarial que permitan un flujo constante de información e interacción. Ello nos permitirá mantenernos actualizados y en línea con la demanda del mercado. También hay que fomentar el emprendimiento y el intraemprendimiento con la incubadora y aceleradora de empresas.
También se debe invertir de manera estratégica en capacitación, equipos, pruebas y desarrollo para ampliar nuestras capacidades digitales y en el uso de nuevas tecnologías. Asimismo, debemos impulsar nuevas alianzas estratégicas con startups o aliados digitales que nos permitan fortalecer nuestra oferta educativa en cuanto a nuevos productos, formatos y canales de entrega de la enseñanza de posgrado.
Por último, debe existir una mejora en el modelo de gestión universitaria que permita adaptarlo a la nueva realidad global. Es imprescindible que el nuevo modelo sea mucho más flexible, horizontal y que favorezca una cultura de innovación y emprendimiento para permitir una mayor rapidez en la innovación e integración en la oferta educativa.
Retos principales
Ante el aumento de la competencia local e internacional, es importante incorporar cursos en inglés, algo más sencillo gracias a las nuevas tecnologías digitales y herramientas de traducción o subtitulado en línea. El conocimiento se vuelve un commodity con la expansión del acceso a internet y la aparición de herramientas basadas en inteligencia artificial (IA) que permiten sintetizar y visualizar el conocimiento en múltiples maneras según las necesidades de las personas y organizaciones.
Las escuelas de posgrado debemos evolucionar para dar paso a nuevas formas de enseñanza que incluyan una integración sencilla con las herramientas digitales y de la Inteligencia Artificial como un complemento. A su vez, debemos enseñar a nuestros alumnos cómo sacar el máximo provecho a estas tecnologías, dentro de lo ético y profesional, y brindarles la posibilidad de adquirir experiencia mediante el desarrollo de proyectos en organizaciones reales para establecer esa conexión tan necesaria con la industria.
Otro desafío es fortalecer el componente humano y social de la formación. Podemos enfatizar más en el componente ético, el tipo de profesional y líder que estamos formando y el tipo de sociedad que queremos moldear. Este consenso y formación en las escuelas de posgrado es muy valioso y difícil de ser replicado por una computadora.
Debemos desarrollar con prontitud nuevas tecnologías que permitan a los estudiantes no ser simples seguidores o adoptadores de tecnologías, sino creadores que partan de su core de negocio, ya sea la creación e integración de nuevas tecnologías para la enseñanza como la IA, la realidad mixta (AR, VR y XR) o la automatización. De lo contrario, veremos a nuevos jugadores (edtech de segunda y tercera generación) que incrementarán su participación de mercado.
Autor: Eddy Morris. Actualmente director de Educación Ejecutiva de ESAN y de las Maestrías en Dirección de Tecnologías de Información y de Project Management de ESAN. Consultor internacional de diversas empresas y organismos internacionales. Su experiencia en consultoría comprende empresas como Grupo Romero, Grupo Wong, IBM, Grupo San Fernando, Interbank, Backus, BCR, entre otras. Ph. D. por La Salle – Universitat Ramón LLull, Barcelona España. Máster Universitario en Gestión de TIC y Máster en Gestión de Tecnologías de Información por La Salle – Universitat Ramón LLull, Barcelona España.