Una mirada glocal a la innovación en la gestión de cadenas de suministro sostenibles
Por Sandor Lukacs de Pereny. Profesor del MBA y de los programas en sostenibilidad de ESAN.
El proceso completo, desde la adquisición de materias primas hasta la entrega al cliente, se conoce como cadena de suministro o supply chain. Ello engloba aspectos como la gestión de códigos de barras, el almacenamiento y el transporte de productos, entre otros. Por ende, comprender el funcionamiento y las interdependencias de las cadenas de suministro es primordial tanto para garantizar la satisfacción del cliente como para potenciar las ventas y reducir sus impactos en el medioambiente. Por ejemplo, en el ámbito de la agricultura, la tecnología y las nuevas empresas están promoviendo prácticas agrícolas regenerativas, pilares para reducir las emisiones bajo las potenciales regulaciones mandatorias sobre el CO2, el uso de agua tecnificada y la reducción de pesticidas. En esta entrega, daremos una mirada global a la temática propuesta.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el suministro mundial de alimentos se verá amenazado de gravedad si no tomamos medidas en los próximos treinta años. Esto significa que incorporar prácticas sostenibles a lo largo de la cadena de producción y suministro de alimentos es imprescindible. Para ello, el rol de la innovación resulta vital, sobre todo en los procesos y en la adquisición y adopción de nuevas tecnologías. Así, tanto en la agricultura como en el comercio global, el sector de la logística y transporte es pieza clave. Las cadenas de suministro enfrentan grandes desafíos en términos de sostenibilidad, ya que se les considera responsables de más de un tercio de las emisiones globales de dióxido de carbono generadas por países desarrollados. Por esta razón, la responsabilidad de abordar dicha problemática mundial recae sobre toda la cadena de suministro, desde las empresas de transporte hasta los comercios minoristas, las aerolíneas y las empresas de entrega, así como en las corporaciones de bienes de consumo y el sector retail.
Cadenas de suministro corporativas: Respuestas frente a los desafíos
Ante esta desafiante coyuntura, una serie de corporaciones globales están tomando medidas para reducir su huella de carbono en sintonía con las crecientes demandas gubernamentales y de los organismos internacionales. Además, la tendencia apunta hacia la materialización de regulaciones y normativas en materia de emisiones que tienen incidencia directa en las cadenas de suministro. Proponemos cinco ejemplos de cadenas de suministro que apuntan a ser más sostenibles:
— Amazon. Esta gigantesca empresa de logística y comercio electrónico ha venido pavimentando su camino para convertirse en una potencia logística a escala mundial. No obstante, su impacto en materiales, transporte y recursos utilizados tiene un impacto negativo proporcional. Por ejemplo, en el 2023, la firma despachó más de USD 5900 millones de paquetes solo en los EE. UU., por encima de UPS y FedEx. Sin embargo, los empaques, plásticos, sellos, emisiones y stickers, entre otros ingentes volúmenes de recursos, han sido objeto de evaluación e innovación por Amazon para reducir, mitigar y aprovechar ciertos recursos con valor extraíble. En concreto, optó por utilizar cartón 100 % reciclado, además de una disminución drástica de materiales, mediante el reciclaje de empaques y plásticos, en paralelo con la electrificación gradual de la flota. Asimismo, la compañía se comprometió a duplicar el tamaño de su red y está invirtiendo en tecnologías sostenibles.
— Grupo DHL. El titán alemán de la logística, DHL, se ha comprometido a alcanzar emisiones netas cero para el 2050 y reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 25 % para el 2030. Para estos efectos, plantea un enfoque en soluciones sostenibles de transporte aéreo, que es su principal medio de gestión. De igual modo, está desarrollando innovaciones e investigaciones específicas como iniciativas de compensación y uso de recursos circulares.
— UPS. Esta empresa centenaria aspira a lograr la neutralidad de carbono en todas sus operaciones para el 2050, por lo que se ha planteado objetivos ambiciosos. Por ejemplo, planean utilizar un 40 % de combustible alternativo en operaciones terrestres para el 2025 y una matriz eléctrica 100 % renovable para el 2035. Es indudable que la aceleración de su diversificación de fuentes de energía está en sintonía con las presiones societales y regulatorias globales actuales, en materia medioambiental.
— FedEx. La corporación se ha fijado el objetivo de ser carbono neutral para 2040. En este esfuerzo, se centra en electrificar su flota de vehículos de entrega, mientras que alterna la adopción de combustibles alternativos a los fósiles. A estas iniciativas se suma la modernización de sus instalaciones logísticas, que apunta a obtener certificaciones medioambientales.
— IKEA (Grupo Ingka). Con ventas minoristas de miles de millones de euros, IKEA se compromete a descarbonizar su transporte y logística. Según detalla, está empeñada en reducir la huella de carbono de cada transporte en un promedio del 70 %, apuntando a ser climáticamente positiva para el 2030.
Estos son cinco ejemplos de empresas logísticas que lideran la transición hacia su visión de sostenibilidad en la cadena de suministro, ya sea mediante la adopción de tecnologías verdes o la implementación de estrategias innovadoras acordes a cada contexto.
Pilares futuros en cadenas de suministros
Tras analizar una multiplicidad de reportes, estudios, investigaciones y declaraciones de empresarios del sector, podemos afirmar que la cadena de suministro del futuro se basará en tres pilares: 1) digitalización, 2) resiliencia y 3) sostenibilidad. La digitalización permitirá la toma de decisiones ágil y con rápida capacidad de adaptación. Por su parte, la resiliencia ayudará a enfrentar crisis y disrupciones del entorno cambiante. En cuanto a la sostenibilidad, se evidencia un incremento de los compromisos ambiental, social y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), mientras que el objetivo neto cero se concentra en las emisiones globales de carbono. En este contexto, la innovación digital se presenta como un factor vital para una toma de decisiones ágil (big data y data mining) en la actualidad y en el futuro.
Desafíos y oportunidades para la sostenibilidad en las cadenas de suministro de América Latina
América Latina se encuentra en medio de un cambio significativo en sus cadenas de suministro, un cambio catapultado por la creciente conciencia ambiental de los consumidores y la imposición de regulaciones ambientales más estrictas. Este cambio responde a las demandas del mercado y, al mismo tiempo, nos plantea interrogantes sobre cómo las empresas abordan estos desafíos y qué oportunidades existen en su ruta hacia la sostenibilidad. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en promedio, el 68 % de los habitantes de América Latina identifican el cambio climático (de origen antropogénico) como una seria preocupación para su nación en las próximas dos décadas. Como resultado, la sostenibilidad se ha convertido en un marco conceptual y estratégico que puede aplicarse a través de numerosas iniciativas y acciones organizacionales. En el caso puntual de las cadenas de suministro, se examinan tanto las emisiones generadas de forma interna como las de los proveedores y de los colaboradores.
Identificación, optimización y adaptación
La optimización de rutas y la consolidación de entregas en logística son estrategias que prometen reducir emisiones y costos. ¿Pero hasta qué punto están las empresas dispuestas a optimizar o modificar sus operaciones existentes para implementar estas soluciones? De forma complementaria, ¿hasta qué punto se sacrifica la rentabilidad, pensada en mantener la operatividad y rentabilidad empresariales, en inversiones de adaptación? En este punto, notamos la actual tendencia reflejada en la adopción de energías renovables, sobre todo paneles solares y vehículos eléctricos. Desde una óptica organizacional, esta es una respuesta lógica. La teoría de contingencia de Lex Donaldson (1999) sostiene que las organizaciones reaccionan adaptándose a su contexto, pues argumenta que la mejor manera de dirigir una organización depende, o es contingente, de esa situación particular. Ello mismo se aplica en el ámbito climático contemporáneo.
¿Cadenas geopolíticas?
En un evento en la sede del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a fines del 2023, la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, subrayó la importancia de fortalecer las cadenas de suministro desde América Latina. Es evidente que se trata de una alusión geopolítica, enfocada en la intención de los EE. UU., de quebrar la dependencia latinoamericana de China y contrarrestar su creciente influencia en la región. Yellen mencionó la relevancia de la diversificación de las cadenas de suministro, también denominada friendshoring, es decir, en colaboración con socios y aliados confiables. Si bien esta diversificación busca aumentar el comercio, también pretende impulsar la innovación en sectores clave como energías renovables, semiconductores y suministros médicos. En similar tenor, se espera que América Latina y el Caribe desempeñen un papel fundamental en la producción local de baterías, mediante el uso de litio extraído en la región. Ello implicaría una mayor expansión de la producción de semiconductores para vehículos eléctricos y otros productos avanzados.
Supply chains made in Perú
En nuestro país, las cadenas de suministro son fundamentales para la economía. De hecho, la minería y la agricultura son sectores medulares. Estas cadenas de suministro se encargan de la extracción de minerales y la exportación de productos agrícolas, respectivamente. Por su parte, el transporte y la logística son prioritarios debido a nuestra gran complejidad geográfica. Son necesarias, por ello, más infraestructuras carreteras, ferrocarriles y/o (aero)portuarias para facilitar la distribución de diversos productos. En ese sentido, tanto la tecnología como la digitalización están transformando las cadenas de suministro peruanas. La adopción de lineamientos responsables en lo social y ambiental se vuelve cada vez más importante, apoyados en la digitalización y automatización tecnológica cada vez mayor.
Cadena de suministro del algodón peruano: Un breve caso de estudio
Meses atrás, la revista Vogue Business publicó una investigación sobre la cadena de suministro de algodón orgánico regenerativo en el Perú. La transición hacia cadenas de suministro sostenibles pasa también por incorporar la agricultura regenerativa. Ciertamente, ha sido un proceso largo y costoso para los agricultores, pero ha demostrado ser beneficioso para la salud de la tierra y de los agricultores locales. A medida que crece el interés en la agricultura regenerativa en nuestro país, las marcas de moda como Kering e Inditex, dos de las principales empresas en materia de sostenibilidad en el mundo, están explorando esta práctica. Asimismo, se resalta la captura de carbono y el soporte de la biodiversidad. Sin embargo, el problema de medición radica, justamente, en que las métricas para ponderar estas mejoras no son claras. Por ejemplo, los agricultores peruanos asumen una carga desproporcionada durante la transición a un modelo regenerativo dentro de la cadena que demandan inversiones y riesgos significativos. Cabe recordar que la historia del algodón en nuestro país está vinculada a la esclavitud y el colonialismo. Estos son aspectos de orden histórico en el eje social de la sostenibilidad. Por ende, las relaciones financieras que apoyen la agricultura regenerativa dentro del marco de un verdadero sustainable supply chain deberán atajar cuestiones como condiciones laborales, derechos humanos y equidad productiva, aterrizadas al contexto peruano.
Schumpeter decía que la innovación es una destrucción creativa. Si empleamos ese mismo racional, es indudable que romper las cadenas de la polución, el abuso laboral y la corrupción corporativa constituye un paso necesario para innovar y destruir de manera creativa (es decir, mediante la innovación) las actuales cadenas de suministro. Por último, las estrategias conducentes a cadenas de suministro social y ambientalmente responsables son alcanzables en tanto se aplique un análisis holístico, sistémico y multidimensional, en paralelo con análisis de escenarios, tendencias regulatorias y oportunidades de inversión en tecnología, digitalización e innovación. En palabras de Paul Polman (ex-CEO de Unilever), “mirar el mundo a través de un enfoque de sostenibilidad no solo nos ayuda a proteger el futuro de nuestra cadena de suministro, sino que también alimenta la innovación e impulsa el crecimiento de la marca”.