Tecnología, innovación y sostenibilidad (ESG): Pilares del futuro
Por: Mayra Arauco. Directora de la carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad ESAN.
En un mundo cada vez más consciente de la necesidad de cuidar el medioambiente, la tecnología y la innovación se han convertido en aliados esenciales para alcanzar la sostenibilidad, entendida en términos de factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés). La integración de estas tres áreas ofrece soluciones a los problemas ambientales de la actualidad y abre nuevas oportunidades para un desarrollo más equitativo y responsable.
Una tendencia en ascenso
La tecnología ha transformado la manera en que interactuamos con el mundo y ha jugado un papel crucial en la mitigación del impacto ambiental. Desde la energía renovable hasta los sistemas de gestión de residuos, las innovaciones tecnológicas están revolucionando todos los sectores. Un claro ejemplo es el avance en energías limpias, como la solar y la eólica, que han reducido de manera significativa las emisiones de carbono al ofrecer alternativas más limpias y accesibles a los combustibles fósiles.
En el 2023, las energías renovables representaron casi el 30 % de la capacidad de generación eléctrica instalada en el mundo, según la Agencia Internacional de Energía (AIE). En el Perú, la producción de energía renovable también mostró un crecimiento notable. Según el Ministerio de Energía y Minas, en el 2022, las energías renovables no convencionales (eólica, solar, biomasa y geotermia) representaron el 5.5 % de la matriz energética del país, un aumento significativo en comparación con años anteriores.
Gestión de recursos e innovación
La tecnología de la información y la comunicación (TIC) también ha permitido una mejor gestión de los recursos naturales. Los sensores inteligentes, el internet de las cosas (IoT) y los sistemas de monitoreo remoto están optimizando el uso del agua y la energía en la agricultura, la industria y los hogares. En el Perú, el uso de tecnologías de precisión en la agricultura ha aumentado un 15 % durante los últimos cinco años, lo que ha incrementado la eficiencia y reducido el desperdicio de recursos.
La innovación es el motor que impulsa la adopción de tecnologías sostenibles. Las start-ups y las empresas establecidas invierten en investigación y desarrollo para crear productos y procesos más sostenibles. Un ejemplo notable es la economía circular, un modelo económico que busca eliminar el desperdicio y maximizar el uso de los recursos. Empresas de todo el mundo están adoptando este enfoque mediante el diseño de productos reutilizables, reparables y reciclables para reducir, así, su huella ecológica.
Inversión y avances tangibles
En el Perú, las iniciativas como la Alianza para el Emprendimiento e Innovación (AEI) han fomentado el desarrollo de start-ups enfocadas en soluciones sostenibles. En el 2023, más de 50 start-ups peruanas recibieron financiamiento para proyectos que promoviesen la economía circular y la sostenibilidad. En el mundo, las start-ups desempeñan un papel crucial en la transformación hacia la sostenibilidad. En el 2022, las inversiones globales en start-ups de tecnología climática alcanzaron los USD 32 000 millones, un incremento del 15 %, respecto al 2021. Estas start-ups desarrollan soluciones innovadoras en áreas como la energía renovable, la eficiencia energética, la movilidad sostenible y la gestión de residuos.
La tecnología y la innovación también impulsan grandes avances en movilidad sostenible. Los vehículos eléctricos (VE) y las soluciones de transporte compartido cambian la forma en que nos desplazamos, al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y descongestionar las ciudades. Las ventas globales de VE crecieron un 40 % en el 2022, según la Asociación Internacional de Fabricantes de Automóviles. En el Perú, aunque este mercado es emergente, el número de vehículos eléctricos registrados aumentó un 25 % en el 2023, según la Asociación Automotriz del Perú.
Una necesidad para el futuro
La sostenibilidad, en términos de factores ESG, no es solo una opción, sino una necesidad urgente para garantizar un futuro habitable. Los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de las Naciones Unidas establecen un marco para abordar los desafíos globales, desde la pobreza y la desigualdad hasta el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad. Las empresas y los Gobiernos están cada vez más comprometidos con estos objetivos, al reconocer que la sostenibilidad es fundamental para la estabilidad y el crecimiento a largo plazo.
Un ejemplo destacado de este compromiso es el aumento de las inversiones en energías renovables. Según la AIE, las inversiones en energías limpias en el mundo superaron los USD 330 000 millones en el 2023. En el Perú, la inversión en proyectos de energías renovables alcanzó los USD 1200 millones en el 2022, impulsada por iniciativas gubernamentales y privadas para diversificar la matriz energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Posibilidades y beneficios para la sociedad
El futuro de la tecnología y la sostenibilidad está lleno de posibilidades. La inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático desempeñan un papel cada vez más importante en la gestión ambiental. Estos avances permiten predecir y mitigar desastres naturales, optimizar el uso de los recursos y diseñar ciudades inteligentes más sostenibles y resilientes. Asimismo, la biotecnología ofrece soluciones innovadoras para la agricultura y la salud.
Los cultivos genéticamente modificados resisten condiciones climáticas extremas, reducen la necesidad de pesticidas y aumentan la producción sostenible de alimentos. En el ámbito de la salud, la biotecnología desarrolla tratamientos y vacunas que pueden prevenir y curar enfermedades, para mejorar la calidad de vida de millones de personas.
Retos para asegurar un legado positivo
La integración de tecnología, innovación y sostenibilidad, acorde a los criterios ESG, es esencial para enfrentar los desafíos ambientales y sociales del siglo XXI. A través de la colaboración y el compromiso continuo, podemos construir un futuro más sostenible y equitativo para todos. La clave está en seguir innovando, adoptar tecnologías limpias y promover prácticas sostenibles que beneficien tanto a las personas como al planeta.
La academia juega un rol fundamental en este proceso, al proporcionar la investigación necesaria para desarrollar nuevas tecnologías y formar a los profesionales que liderarán la transición hacia una economía sostenible. En última instancia, el éxito de estos esfuerzos dependerá de nuestra capacidad para imaginar y crear un mundo donde la tecnología y la sostenibilidad vayan de la mano para asegurar un legado positivo para las generaciones futuras.