¿Cambio radical o evolución natural? Lo que traerá el PMBOK® octava edición
Por: Jhonnatan Horna. Profesor del área de área de Operaciones y Tecnologías de la Información de ESAN Graduate School of Business.
Desde hace décadas, el PMBOK ha sido la brújula para los profesionales de la gestión de proyectos, marcando el camino con buenas prácticas. Con cada nueva edición, la comunidad de gestión de proyectos se pregunta: ¿estamos ante un cambio radical o simplemente ante la evolución natural? La octava edición del PMBOK no es la excepción.
Desde el 20 de diciembre del 2024 hasta el 19 de enero del 2025, el Project Management Institute (PMI) abrió el Draft Comment Period (DCP) para la revisión del borrador de la octava edición de “A Guide to the Project Management Body of Knowledge (PMBOK® Guide) y The Standard for Project Management”.
¿Qué nos trae el PMBOK 8?
Para entender mejor lo que nos trae el PMBOK 8 es clave recordar de dónde venimos:
- PMBOK 6: Se organizaba en 49 procesos distribuidos en 10 áreas de conocimiento y 5 grupos de procesos.
- PMBOK 7: Tuvo un giro radical al eliminar los procesos del cuerpo principal, introduciendo en su lugar 12 principios y 8 dominios de desempeño. Los procesos no desaparecieron, pero fueron trasladados a un documento aparte (Grupos de procesos: Guía práctica).
Si algo hemos aprendido en los últimos años es que la gestión de proyectos ya no puede depender exclusivamente de enfoques rígidos y predefinidos. La agilidad, la adaptabilidad y la entrega de valor son más relevantes que nunca. Y eso es precisamente lo que el PMBOK 8 busca reflejar. En la nueva edición, el PMI parece haber escuchado las inquietudes de la comunidad y ha decidido reincorporar los procesos al cuerpo principal del documento, aunque con una estructura renovada. Estos son los cambios más relevantes:
El regreso de los procesos
Si bien en la versión 7, los procesos fueron desplazados, ahora vuelven con fuerza. En esta edición, se presentan 40 procesos, organizados en:
- 7 dominios de desempeño (que sustituyen a las áreas de conocimiento).
- 5 grupos de procesos (los clásicos: Inicio, Planificación, Ejecución, Monitoreo y Control, Cierre).
Esta combinación busca mantener el valor conceptual de la versión 7 sin perder la aplicabilidad práctica que tenía la versión 6.
Dominios de desempeño renovados
Uno de los cambios clave es la reorganización de los dominios de desempeño. En la nueva estructura encontramos:
- Gobernanza (una versión ampliada del área de conocimiento “Gestión de la Integración”).
- Alcance.
- Cronograma.
- Finanzas (antes conocido como el área de conocimiento “Gestión de los Costos”).
- Interesados (ahora integrando Comunicaciones).
- Recursos.
- Riesgos.
Esto implica una mayor claridad en la organización de los proyectos, con un enfoque más alineado con la realidad empresarial y la gestión estratégica.
Adquisiciones y tecnología en los apéndices
Otro ajuste interesante es que ciertos temas se han trasladado a apéndices, permitiendo un tratamiento más profundo sin recargar el cuerpo principal del PMBOK 8. Entre estos encontramos:
- Adquisiciones.
- Oficinas de Gestión de Proyectos (PMO).
- Inteligencia Artificial en la gestión de proyectos.
Este enfoque modular podría facilitar la adopción de nuevas prácticas sin alterar la estructura principal cada vez que surjan innovaciones.
La calidad como principio rector
Mientras que en versiones anteriores la calidad era un área de conocimiento, ahora se reestructura como un principio fundamental, dándole un papel estratégico dentro de la gestión de proyectos. Se espera que la octava edición sea publicada en el cuarto trimestre de 2025. Hasta entonces, los exámenes de certificación PMP® y CAPM® no sufrirán cambios, lo que nos da tiempo para prepararnos y adaptarnos.
Atrás quedaron los días en que la gestión de proyectos se veía como un territorio dividido entre enfoques predictivos y ágiles. La octava edición del PMBOK refuerza la integración de métodos híbridos, donde lo mejor de ambos mundos se combina para ofrecer una gestión eficiente y flexible. Ya no se trata de elegir entre una metodología y otra, sino de entender cómo se complementan y pueden aplicarse de manera estratégica. En un contexto donde la tecnología y los negocios evolucionan a un ritmo vertiginoso, los enfoques híbridos permiten equilibrar estructura y flexibilidad, asegurando que los equipos de proyectos puedan responder con rapidez a los cambios sin perder de vista los objetivos estratégicos.
¿Qué significa esto para los profesionales de la gestión de proyectos?
Para quienes han trabajado con versiones anteriores del PMBOK, la octava edición puede representar un desafío y, al mismo tiempo, una oportunidad. La transición de un modelo basado en procesos a uno basado en principios exige un cambio en la mentalidad y en la manera de abordar la gestión de proyectos. Ya no basta con memorizar una lista de procesos y herramientas; ahora se trata de entender el “por qué” detrás de cada decisión y aplicar el conocimiento de manera estratégica. Esto implica que la formación y la actualización constante serán más importantes que nunca.
El PMBOK 8 refleja un esfuerzo del PMI por atender las críticas a la versión anterior y encontrar un punto medio entre la estructura basada en procesos y el enfoque basado en principios. En este sentido, parece un paso en la dirección correcta. Por supuesto, como en todo cambio, hay opiniones encontradas. Algunos ven esta versión como una corrección necesaria, mientras que otros consideran que el modelo sigue evolucionando sin una dirección clara.
Lo cierto es que, como gerentes de proyectos, nuestro reto no es solo conocer la nueva edición del PMBOK, sino entender cómo aplicarlo a la realidad de nuestros proyectos. Además, este cambio refuerza la necesidad de que los gerentes de proyectos desarrollen habilidades más allá de la técnica, como el liderazgo, la comunicación efectiva y la capacidad de adaptación. La gestión de proyectos se convierte en una disciplina más centrada en las personas, la colaboración y la generación de valor.
¿Evolución o revolución?
Entonces, ¿estamos ante un cambio radical o una evolución natural? La respuesta depende de la perspectiva con la que se mire. Para quienes aún están anclados en el enfoque tradicional de procesos estrictos, el PMBOK 8 puede parecer una revolución. Para quienes ya han venido adoptando prácticas ágiles y principios de gestión flexible, este cambio se siente más como una evolución lógica y necesaria.
La gestión de proyectos sigue transformándose para responder a las necesidades del mundo actual. Adaptarse a estos cambios no es una opción, sino una necesidad para quienes quieran mantenerse vigentes en la profesión. La octava edición del PMBOK es una invitación a repensar la forma en que gestionamos proyectos y a abrazar un enfoque más dinámico, adaptable y centrado en el valor. ¿Estás listo para el cambio?