El poder transformador de la inteligencia artificial en la educación superior
Jonathan Golergant,
Rector de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP)
La educación superior se encuentra en un momento crucial de transformación. Como en muchos sectores, la inteligencia artificial (IA) generativa, hasta hace muy poco considerada ciencia ficción, se ha convertido en una herramienta disruptiva con el potencial de revolucionar a las instituciones educativas. Sus posibilidades son vastas e incluyen la manera en que estructuramos el currículo, enseñamos, aprendemos y gestionamos la experiencia de los estudiantes. Sus usos pueden ser múltiples y abarcan distintos ámbitos.
Para el diseño de cursos, la inteligencia artificial ayuda en la estructura de contenido curricular (por ejemplo, con Workera) o el de clases específicas. Puede detallar secuencias instruccionales elaborando guiones, materiales complementarios, y generando actividades como casos o dilemas. Como asistente de cátedra para profesores, puede ser útil en la corrección, evaluación y retroalimentación de trabajos y exámenes. Todo ello, siempre y cuando se defina adecuadamente su alcance, y se monitoree su impacto y eficacia.
En el acompañamiento a los estudiantes durante el curso, la inteligencia artificial puede funcionar como tutor personalizado. Tal como lo viene experimentando Khanmigo o Perplexity, la IA generativa permite responder preguntas de estudiantes individuales, brinda apoyo personalizado y ayuda a definir actividades para mejorar los niveles de logro de cada estudiante. Para monitorear el involucramiento de los estudiantes durante el ciclo, puede facilitar la gestión de la asistencia, enviar mensajes a quienes no están yendo a clases o rindiendo evaluaciones y apoyarlos en la organización de sus actividades lectivas. Además, la IA generativa puede ser un aliado en la mejora de los servicios universitarios brindando apoyo a los alumnos y alumnas para resolver trámites o ciertos procesos administrativos o recurrentes, y mejorar la atención de pedidos con respuestas claras y oportunas.
Aunque actualmente la mayoría de los modelos de IA generativa aún están en estados iniciales, su potencial es incalculable y el interés de las instituciones por usarla viene aumentando. Sin embargo, las universidades aún no han abrazado completamente la reorganización necesaria para aprovechar al máximo estos modelos de IA tanto en los aspectos tecnológicos, como de talento, cultura y estructura organizacional. A pesar de ello, hay que comenzar de a pocos y lanzarse a la piscina, sin necesariamente tener todas las respuestas, definiendo pilotos específicos con casos de usos puntuales.
Al explorar casos de uso, es crucial preguntarse si su aplicación involucrará la experiencia del estudiante de manera directa. Como la IA aún conlleva riesgos como inexactitudes, alucinaciones, sesgos, aspectos éticos de diversa índole asociados a su uso y costos aún elevados que dificultan su escalamiento, en UTP, nos venimos enfocando en casos prácticos y medibles, centrados principalmente en la mejora de productividad. Por ejemplo, estamos generando con IA generativa contenido para cursos virtuales que ayude a los docentes y diseñadores a transformar los sílabos en completas carpetas instruccionales que amplían el contenido, proponen actividades y sugieren herramientas de evaluación. De este modo, los resultados de la IA pueden ser revisados, corregidos y mejorados por los profesionales a cargo haciendo que la inteligencia humana sea un mediador eficaz entre la inteligencia artificial y los estudiantes.
Así, al probar con la IA en procesos que no impactan directamente en la relación con los estudiantes, las instituciones educativas pueden comenzar a experimentar mientras desarrollan la experiencia técnica necesaria y la arquitectura de datos para implementaciones más transformadoras. La inteligencia artificial generativa viene avanzando de manera exponencial y es responsabilidad de las universidades comenzar a construir hoy mismo las capacidades que las preparen para aprovechar el potencial que tiene esta tecnología para redefinir radicalmente la manera en que se imparte y estructura la educación superior.