Justicia social
Muchas veces no he podido interpretar la inclusión del término “social” junto a palabras como “mercado” o “justicia” e incluso “distanciamiento”. A veces me parecen redundancias como en el caso del “distanciamiento social” (porque es obvio que la distancia es entre personas dado el contexto del COVID), y en otras ocasiones me da la impresión que se quiere representar todo lo contrario como en el caso de la “economía social de mercado”; ¿cómo un mercado debería ser social si tiene otra lógica?
Luego ingresé al tópico de la justica y ahí la cosa me quedó más complicada aún. En mis limitaciones intelectuales pensé que la justicia tendría que tener más como referente al individuo que a la misma sociedad. Me explico. Bajo la idea de que la justicia tiene que preferir a la sociedad se tendría que eliminar, por ejemplo, la posibilidad de rehabilitación luego que una persona comete un delito y es condenada. Primaría la sospecha, la sanción de la reincidencia, porque se justificaría que un individuo que delinque una vez es peligroso para la sociedad siempre y no merece otra oportunidad. No debe re incorporarse, por lo tanto, a la sociedad.
Paréntesis: en el Perú la rehabilitación no existe y solo es una palabrita decorativa en nuestra Constitución.
Finalmente, hablando de “justicia social”, llegué a otras preguntas: ¿es justo que una persona que trabaja de sol a sol solo tenga dinero para subsistir? ¿es justo que un niño tenga que trabajar? ¿es justa la desigualdad?
Entonces llegué al convencimiento de que, si bien el término “justicia social” no me termina de convencer, parece tener otra finalidad que procura un mundo más humano, más solidario y finalmente, más justo. No puedo oponerme a ello.
No obstante, me preocupan algunas formas para lograr la “justicia social” y para ello me atrevo a responder a las preguntas formuladas con el objetivo de explicar mejor mi punto:
¿Es justo que una persona que trabaja de sol a sol solo tenga dinero para subsistir? No, no es justo. Ahora bien ¿cómo se puede solucionar esto? No lo sé, pero claramente la ruta no va por quitarle al que sí tiene para tratar de equiparar la situación. Eso, definitivamente, no es justo.
- ¿Es justo que un niño tenga que trabajar? Menos, no es nada justo. Y aquí sí tengo alguna respuesta: para este tipo de situaciones se supone que está el Estado. Hay personas que no pueden (no deben) trabajar. El Estado debe ayudarlas.
- ¿Es justa la desigualdad? No es justa, ni tampoco injusta. Entendamos que todos los seres humanos somos diferentes (desiguales) y ahí pienso que la justicia social se equivoca, aunque pueda estar bien intencionada. No podemos igualar lo inigualable
Concluyendo, si la justicia social busca un mundo mejor en donde estos casos de injusticia desaparezcan pues no puedo estar en desacuerdo. No obstante, si entendemos que la justicia social implica ajusticiar (usar cualquier método para solucionar un problema de injusticia) pues tengo que oponerme, incluso si la situación que quiera aliviarse sea muy injusta. El fin no justicia los medios y para que un fin sea justo hay que ver los medios utilizados.
Lima, 14 de octubre de 2021
Eduardo Herrera Velarde.