Capítulo 1: ¿Realmente todo en lo que gasto es necesario?
Julia es una joven abogada, de 29 años y tiene un trabajo estable desde hace 3 años, Luis, su enamorado, tiene 31 y trabaja de manera independiente (sus ingresos son variables cada mes). Son pareja desde hace un poco más de 3 años, tanto Julia como Luis siempre han tratado de mantener sus gastos comunes en equidad, y si bien al inicio de la relación Luis era quien asumía todos los gastos en las salidas, luego de un tiempo Julia le propuso ir a medias con esos gastos, ya que las salidas y viajes se hacían más frecuentes.
Julia vive en la casa de sus padres y Luis comparte un minidepartamento con sus amigos, luego de un tiempo ambos están contemplando la posibilidad de vivir juntos, no solo porque están más enamorados sino también porque saben que es un paso importante para seguir creciendo y desarrollando su independencia. Pero, hasta este momento ambos desconocen la situación financiera de cada uno, como deudas pendientes, si tienen ahorros, y en general cómo administran su dinero. Saben que al mudarse juntos las cuentas compartidas no solo serán las del restaurante, entradas al cine o viajes, sino que esas cuentas van a ser mayores y es necesario hablar sobre sus finanzas de manera transparente.
Además, Julia se ha dado cuenta que Luis es un poco desordenado con la gestión de su dinero y algunas veces ella ha tenido que prestarle dinero para llegar a fin de mes. Por su parte Julia, siempre ha querido organizar su presupuesto, incluso ha creado un cuadro de Excel, pero al llevar sus cuentas a detalle, se desanima de seguir adelante.
Luego de un par de semanas averiguando opciones de alquiler y compra de un minidepartamento, además de todo lo necesario para poder hacer realidad la idea de mudarse juntos, aún tienen algunas dudas, pues es una decisión que tiene que ser muy bien pensada y analizada; sobre todo porque hasta este momento no han podido conversar sobre sus ingresos y gastos personales, lo cual es necesario para que a partir de ello revisen sus prioridades, planeas a futuro, metas de ahorro y lo plasmen en un presupuesto familiar.
Hace unos días, Julia propuso a Luis tener esa conversación pendiente; empezaron haciendo una lista de las cosas en las que gastaban de manera fija y otras de forma variable, con la finalidad de revisar si todo era realmente necesario o era posible priorizar gastos, separando los gastos en común y los personales, ya que entre el sueldo de ambos tendrían que asumir el alquiler del departamento, los servicios, la alimentación, el ahorro para la inicial de un depa, y además lograr que quede alguito para sus gastos personales.
En este ejercicio de revisión de cuentas, se han dado cuenta que ambos tienen la costumbre de usar plataformas de streaming como Netflix, Amazon, Disney, HBO, Spotify, etc. además de pagar por servicio de cable. Sumaron los pagos de todas las plataformas y se fueron dando cuenta que en un mes solo usaban 2 de las 5 cuentas por las que pagan mensualmente. A parte de ello, Luis está afiliado a un diario digital, y a una plataforma de audiobooks que pagó por un año adelantado, pero que solo ha usado dos veces en todo este tiempo.
Con este primer ejercicio, de enlistar gastos y analizar cada uno de ellos (si son necesarios o no), se fueron dando cuenta que estaban perdiendo dinero. Así como de sus malos hábitos en la gestión de sus recursos, ya que también compararon sus recibos por servicios de luz y agua (para tener una idea de lo que pagarían viviendo juntos) y se dieron cuenta que ambos duermen con la Tv y luces prendidas, lo cual es un mal hábito que deben dejar en el pasado para hacer que sus planes de convivencia y ahorro funcionen.