Capítulo 5: ¡Y el gran día llegó!... pero con algunas sorpresas
Luego de varios meses de ahorrar, planificar y sobre todo cotizar, Julia y Luis se mudan. Encontraron el departamento ideal para ellos y sus necesidades, además de calzar perfecto en su presupuesto y en su plan de mediano plazo de comprarse el suyo.
Si bien la zona donde vivirán no es la que deseaban, es segura y céntrica. Ya tienen todo empacado para mudarse, sus padres los ayudarán y sus nuevos electrodomésticos llegarán directo al depa.
Hoy fueron a firmar el contrato y también a que les den las llaves, luego que la dueña se fue, revisaron minuciosamente el departamento y lamentablemente se dieron con la sorpresa que de hay unos arreglos que hacer. Julia desea hacerlo de inmediato, pero Luis prefiere esperar ya que su presupuesto no aguanta estos nuevos gastos. Los pequeños imperfectos que encontraron fue un caño que gotea pero que no filtra agua, una luna de baño con una grieta y tres cajones del clóset que no corren como deberían.
Luis cree que pueden realizar esos cambios en los próximos meses, mientras viven en el departamento, pero Julia quiere todo a la perfección en su nuevo hogar, por lo que quiere cambiar el caño e incluso la poza porque no le agrada mucho la estética, asimismo, la grieta de la luna la hizo ver que además de cambiarla deben de quizás instalar un nuevo sistema porque detesta las ventabas corredizas, finalmente al ver que los cajones fallan pensó en remodelar todo el closet.
Estos cambios inmediatos que Julia desea hacer afectan considerablemente el presupuesto que tienen para los próximos meses y sobre todo para su cuota de ahorro. Después de idas y vueltas Julia y Luis llegaron a un acuerdo, cambiar el caño de forma inmediata y las demás cosas dejarlas para los próximos meses, una decisión que le costó a Julia aceptar, pero precisa para las cosas que sucedería luego.
En el día de la mudanza tuvieron un incidente en el nuevo edificio, una mala maniobra de Luis y el papá de Julia con la mesa de vidrio que recién habían comprado hizo que la puerta principal del edificio se resquebrajara. Sin duda un mal inicio en su nuevo hogar, y sobre todo con sus vecinos. Julia y Luis se disculparon y gracias a que no hicieron las renovaciones que Julia quería desesperadamente en el departamento, tuvieron el dinero para reparar la puerta que dañaron.
La mudanza les dejó varias grandes lecciones a Julia y Luis, no ser desesperados al momento de planificar gastos, siempre tener un poco ahorrado para emergencias como la de la puerta en el edificio y sobre todo tener más cuidado, esta vez fue una puerta, que se pudo reparar, pero si hubiera sido un accidente en que se vean afectados físicamente cualquiera de los dos, hubiera sido una pésima experiencia para el recuerdo.