El apalancamiento financiero
Tal como vimos en las últimas entregas, el apalancamiento operativo tiene estrecha relación sobre la estructura de costos de la firma, reflejando en última instancia la composición de sus activos: una empresa con altos costos fijos, tiene típicamente, una gran inversión en activos fijos. Lo anterior, puede resumirse diciendo que este tipo de apalancamiento, afecta el lado derecho del Estado de Situación Financiera (lo que antiguamente, se conocía como Balance General), tal como muestra el gráfico siguiente:
Por su parte, el apalancamiento financiero, tiene que ver con la forma como la empresa ha conformado su estructura de capital, es decir, la mezcla de deuda y capital que financian los activos del negocio. Afectando, básicamente, el lado izquierdo del Estado de Situación Financiera, el gráfico siguiente lo muestra así:
No pierda de vista que si una empresa decide por un mayor nivel de apalancamiento financiero, tendrá que afrontar mayores gastos financieros, los cuales, por su naturaleza, son considerados costos fijos. Ahora bien, cómo afecta esto las utilidades de un negocio apalancado frente a otro que no lo está a diferentes escalas de producción. Lo veremos en el caso siguiente:
Supongamos que dos empresas quieren adquirir un montacarga que vale $500 000. La primera decide hacerlo, financiando la compra mayoritariamente con deuda (75%); en tanto que, la segunda, lo hace recurriendo en su mayor parte, a aporte de los accionistas (75%), ambas a una tasa de 10% anual. A la primera, la denominaremos Empresa Apalancada (EA) y, Empresa No Apalancada (ENA), a la segunda. Asumamos que, por lo demás, son empresas espejo, es decir, son idénticas en todos los aspectos relevantes (costos, productos, clientes, etc.). Más aún, para financiar el aporte requerido, los accionistas de ambas firmas, deben suscribir acciones a $5 (25 000 acciones en el caso de la EA y 75 000 para la ENA). El gráfico siguiente resume la situación descrita:
Ahora, supondremos cuatro niveles de utilidad operativa para ambas empresas: $0, 25 000, $50 000 y $150 000 y veremos cómo la estructura de financiamiento escogida, afecta la utilidad neta por acción:
Se visualiza, claramente, un patrón de comportamiento diferenciado: a menores niveles de utilidad operativa: La ENA tendrá mejores resultados que la EA ($0.12 frente $-0.50 de utilidad neta por acción, cuando la utilidad operativa es $25 000); pero la situación se revierte, cuando la utilidad operativa se incrementa a $150 000, en ese caso, la EA registra una mayor utilidad neta por acción ($3.15) que la ENA ($1.28). Visto de otra manera, la rentabilidad de la EA es 63%, en tanto que la de la ENA, es de sólo 26%. En otras palabras, una empresa apalancada tiene la oportunidad de amplificar, significativamente, los resultados conforme se incrementan las utilidades operativas.
Pero ¿qué pasa cuando la utilidad operativa es de $50 000?, pues, que a ese nivel de utilidad, es indiferente la estructura de capital que se escoja. ¿Por qué?, Pues, porque al activo adquirido se le ha sacado el 10% de rentabilidad ($50 000/$500 000) y esa es, exactamente, la tasa de interés que se debe pagar por el financiamiento contraído.
En la próxima, entrega explicaré Grado de Apalancamiento Financiero (GAF).