La planificación financiera
Empresas y personan planifican para tener una idea de hacia dónde nos llevarán las decisiones que adoptamos. En Finanzas, la planificación es el proceso que permite traducir nuestra estrategia en variables financieras futuras.
El punto de partida de la planificación financiera es el plan estratégico de la empresa. Usualmente, este tiene un horizonte temporal de 5 años, aunque en industrias con escenarios más volátiles, el plazo es más corto. Sea que dure 5 o menos años, el plan estratégico visualiza, a futuro, la industria y la posición de la empresa dentro de esta.
Los objetivos estratégicos delineados por el plan estratégico, dan origen a planes operativos que se convierten, vía la planificación financiera, en proyecciones de caja (también conocido como flujo de tesorería) y estados financieros (estado de situación financiera y estado de resultados) No confunda el flujo de tesorería con el flujo de caja, que se elabora cuando se evalúa un proyecto. Este último, busca saber cuánto efectivo pueden retirar los accionistas sin afectar la marcha del proyecto, en tanto que, el flujo de tesorería de la empresa, busca saber cuándo se tendrán excedentes o déficits de efectivo, así como cuantificarlos.
El proceso de planeamiento financiero de una firma en marcha, no sólo incluye la estrategia, sino que también, toma en cuenta los estados financieros. La razón es simple de explicar, los estados financieros permiten a los accionistas (en realidad a todos los stakeholders), saber si las decisiones que tomaron en el pasado crearon valor y sirven, también, como línea de base en la toma de decisiones futuras.
En síntesis, la planificación financiera, une el plan estratégico con los estados financieros de la firma. Los estados financieros proyectados, o como se conocen comúnmente, estados pro forma, más el flujo de tesorería, permiten medir el impacto esperado de las estrategias adoptadas.
Un ejemplo ayudará a entender mejor lo explicado. Supongamos que el objetivo estratégico de una empresa, es convertirse en un jugador importante en su segmento de mercado, lo que implicaría crecer en 15% anual y fijar un precio 10% menor que el de su principal competidor.
Fijado este objetivo, el próximo paso será establecer el plan de producción, lo que implica, también, la preparación de los presupuestos de mano de obra directa, materias primas e insumos y gastos generales de fabricación. Si el incremento de producción esperado es mayor a la capacidad instalada existente, entonces, se deberá estimar la inversión en activos fijos, necesaria para cubrir los mayores niveles de producción. Probablemente, el mayor nivel esperado de ventas, requerirá mayores gastos operativos, los cuales deben ser presupuestados. Por su parte, las necesidades de capital trabajo, también deben ser previstas; por lo que la gerencia financiera, en coordinación con las gerencias de producción y ventas, determinará las condiciones de crédito que otorgará a sus clientes y las que recibirá de sus proveedores, así como las necesidades de inventario de materias primas e insumos, productos en proceso y terminados. Los requerimientos de caja mínima, también deben ser considerados. No esta demás, mencionar que todas estas necesidades se expresan en número de días.
La data reunida, permitirá a la empresa elaborar el estado de resultados pro forma, el flujo de tesorería y el estado de situación financiera pro forma. La secuencia detallada del proceso descrito anteriormente, se presenta en el gráfico siguiente:
No se le debe escapar que, en última instancia, la planificación financiera, permitirá a la firma conocer cómo soportará, financieramente, el crecimiento de las ventas y la estrategia de precios adoptada. Lo que implica saber si, para alcanzar sus objetivos, requerirá utilizar utilidades, deuda o emisión de acciones o una mezcla de estas tres fuentes.
En la próxima entrega, empezaré a desarrollar los métodos que se utilizan para elaborar los planes financieros de la firma.
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