Apalancamiento financiero y riesgo de los accionistas: Un caso práctico
En la entrega anterior presentamos gráficamente los efectos del apalancamiento financiero. Ahí concluimos que, una empresa apalancada, corría más riesgo que otra que no tiene deuda, debido a que el punto de equilibrio de la primera, era mayor.
Ahora, desarrollaremos un caso práctico que nos permite llegar a las mismas conclusiones; pero, desde una perspectiva diferente. Supongamos que, la firma A es una empresa no apalancada que quiere apalancarse en un 50% de sus activos. La estructura de capital actual y propuesta de la empresa, se presenta a continuación (en unidades monetarias):
En resumen, lo que la empresa quiere hacer, es pedir prestado $5 000, que equivale al 50% de su activo, para recomprar la mitad de su capital.
Si la firma mantiene su estructura actual de capital (100% equity), puede enfrentar estos 3 escenarios: optimista (auge económico), normal y pesimista (recesión). En el primer caso, la tasa de retorno sobre los activos (ROA) es de 25%; en tanto que en los otros escenarios, es de 15% (normal) y 5% (pesimista).
La data financiera resultante en los escenarios antes citados, se presenta a continuación:
Tome nota que el ROA es igual al ROE. Se observa claramente que, dependiendo del escenario, la utilidad por acción varía desde $1.25 en el pesimista a $6.25 en el optimista.
Ahora, hagamos el mismo ejercicio para la empresa, una vez cambiada su estructura de capital. Los escenarios a enfrentar, son similares a los que enfrenta la firma, cuando no estaba apalancada. En los tres casos, la deuda y su costo, son los mismos (50% de los activos y 10% de tasa de interés). La data correspondiente, se presenta a continuación:
Ahora el rendimiento que se saca a los activos equivale a la utilidad operativa. Claramente se observa que, cuando se enfrenta una recesión, la empresa lo pasa mejor cuando no está apalancada. En esa situación, la utilidad por acción asciende a $1.25, frente a $0 en el caso que tuviera deuda. Por otro lado, en auge, la empresa cuando está apalancada, le saca más provecho a esa situación; pues, la utilidad por acción asciende a $10, mientras que en la empresa no apalancada, sólo alcanza $6.25. La comparación para cada escenario se presenta a continuación:
La lección que se puede extraer de este caso es muy simple y clara, el apalancamiento financiero amplifica la utilidad por acción y, por ende, el rendimiento para los accionistas, cuando la utilidad operativa se incrementa. Lo cual, sucede cuando la economía está en auge; pero no cuando hay recesión. Una firma apalancada lo hará bien cuando la situación económica sea óptima; pero, sin embargo, sus accionistas enfrentarán dificultades cuando la economía se deteriore. En contraposición, a una empresa no apalancada, le irá mejor en una situación de crisis y ganará menos que una firma apalancada en períodos de auge económico.
En la próxima entrega, explicaré sobre los dividendos “caseros”.
Avisos parroquiales:
Full disclosure: esta entrega y las que escribiré sobre estructura de capital, están basadas en el libro Finanzas Corporativas de S. Ross. A mi juicio, uno de los mejores libros sobre finanzas.
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