Habilidades transversales para el siglo XXI
Sandra Guazzotti - Senior VP de ORACLE Latinoamérica
Estos últimos meses, el mundo tuvo que adoptar con urgencia herramientas tecnológicas de las que se ha hablado por años. La llamada transformación digital de la que tanto se ha discutido en diversos foros, hoy se convirtió en una necesidad imperiosa que nos llegó de golpe, con instituciones en distintas condiciones para implementarla.
Este desafío no es sólo técnico, ni de recursos, también es un desafío humano que nos impacta a todos. Las personas necesitaremos desarrollar múltiples habilidades para adaptarnos a esta nueva forma de vivir, y si antes veíamos con cautela el impacto que las tecnologías tendrían en el mercado laboral, en este momento, no podemos seguir esperando para tomar acciones concretas para preparar o recapacitar a los trabajadores de Chile.
Según un estudio realizado por el Instituto Global McKinsey, para 2030 serán alrededor de 800.000.000 de empleos los que se podrían reemplazar por máquinas. En ese contexto, aumentará la demanda por profesionales ligados a carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), las que promueven el desarrollo de habilidades transversales que permitan abordar problemas de manera multidisciplinaria; el método de aprender haciendo, fomentando que las personas desarrollen sus cualidades innovadoras y autosuficientes; y reforzando su pensamiento lógico y crítico.
Las habilidades para el siglo XXI, asociadas a los planos cognitivo, social e intrapersonal, que apoyan el desarrollo integral del ser humano, son fundamentales para navegar en un escenario incierto y desconocido. Tener pensamiento crítico, ser colaborador y empático, y capaz de tomar iniciativas, constituyen habilidades que se requieren sin importar la industria a la que se pertenezca. Los trabajadores actuales tienen que poseer cualidades que les permitan una mejor adaptación; no solo estar actualizados con la tecnología, sino también equipados para enfrentar este mundo que muta velozmente, donde las formas en que hacemos nuestros trabajos o llevamos nuestras relaciones serán reemplazadas por otras aún desconocidas.
Durante más de 20 años, he desarrollado mi carrera profesional basada en una premisa: el aprendizaje es continuo. Esto ha sido clave para mi desarrollo, más aún en la industria tecnológica donde lo único constante es el cambio. Por eso, estoy convencida que enfocar nuestros esfuerzos en convertir nuestras habilidades en verdaderas competencias nos permitirá sobrellevar este período de cambios abruptos, estar mejor preparados para lo que está por venir y aprovechar las oportunidades que estoy segura se van a generar.