Consejos prácticos para mejorar tu Imagen Personal - (Parte 2)
Hace un par de semanas comenzamos a analizar este interesante documento elaborado por Myriam Rius sobre cómo mejorar nuestra Imagen Personal, a través de consejos prácticos que fácilmente podemos implementar en nuestra rutina diaria.
Comenzamos analizando la primera categoría, que se refería a la “Presencia Profesional y Aspecto Físico” (si te perdiste el post, puedes leerlo AQUI)
Ahora quisiera compartir y analizar con ustedes, el grupo de consejos relacionados a nuestros “Mensajes: Las Palabras que utilizas”, enfocado a nuestra comunicación a través de las redes sociales y la Web 2.0.
1. Cuida tus palabras
No es cierto que “las palabras se las lleve el viento”, y menos si las has escrito, sobre todo si lo has hecho en Internet. Aunque posteriormente tú hayas borrado la información original, no sabes si alguien las ha reproducido o citado en algún otro sitio digital. Ten mucho cuidado con lo que dices o escribes, no sea que eso se vuelva contra ti en el futuro. Por ejemplo, si haces una crítica negativa sobre una empresa o institución determinada, y al cabo de un tiempo participas en un proceso de selección o en un concurso de proveedores para esa misma organización, tal vez encuentren esa opinión cuando recaben información sobre ti. En tal caso, ten presente que serás automáticamente eliminado de la lista de candidatos a considerar. ¡Piensa antes de hablar y sobre todo, antes de escribir!
Aunque no hay mucho más que decir al respecto, esto es totalmente cierto. Uno es esclavo de sus palabras, más aún, si estás han sido escritas, y por Internet! Si bien es cierto, ahora las redes nos permiten expresarnos abiertamente, debemos ser muy cuidadosos en nuestras formas al momento de, por ejemplo, realizar una queja o reclamo y no sólo públicamente, incluso por correo electrónico.
2. Adapta tus mensajes a la audiencia.
Es una cuestión importantísima. La responsabilidad de que se entienda un mensaje, no es del receptor, sino del emisor. Eres tú, que hablas o escribes, quien tiene que ser consciente del perfil de tu audiencia y adecuar tu mensaje al lenguaje y vocabulario que le va a resultar más fácil de comprender (e interiorizar). Y esta necesidad de adaptación, no tiene sólo que ver con el público destinatario de tu mensaje, también con el canal que estás utilizando para transmitirlo. Cada canal tiene también sus propios códigos y lenguajes. Por ejemplo, no debería ser la misma la forma en que expresas un mensaje en Twitter que en Facebook o LinkedIn. Cada una de estas plataformas sociales, tiene sus propias características y códigos. Debes conocerlos y utilizarlos.
Esto me quedó aún más claro desde que comencé a escribir para Gestion.pe. Si bien, ya escribía para mi otro blog y siempre he tratado de tener un estilo de redacción, definitivamente tenía claro que mi audiencia se iba a ampliar y debía modificar mi estilo. Es importante también tener en cuenta, que uno no debería de escribir como habla, al menos no si estás construyendo una imagen profesional. Aplica esto tanto en la web como en tus correos electrónicos y cualquier otro medio de comunicación.
3. Cuida la ortografía y la redacción de tus escritos.
Una vez más, hay que cuidar al máximo los detalles. Hasta la información más relevante pierde fuerza y credibilidad si está “adornada” con erratas o faltas de ortografía. Ni que decir tiene de lo que proyecta acerca de la competencia profesional de su autor…
Aunque ahora el uso de smartphones y tablets nos llevan a escribir “horrores” ortográficos, y en muchos casos, estamos maltratando, mutilando y agrediendo nuestro idioma, definitivamente como profesionales es nuestra obligación cuidar estos detalles.
4. No escribas en mayúsculas.
Sobre todo desde la proliferación de los canales digitales, el hecho de escribir en mayúsculas se interpreta como el acto de “gritar”. Por eso, mi recomendación es que utilices las mayúsculas sólo para el inicio de las frases y los nombres propios.
Muchos aún no se dan cuenta de este ligero detalle. Incluso a veces pensando que con eso queremos ser más expresivos, pero lo cierto es que el resultado suele ser poco favorable y mal interpretado en la mayoría de las ocasiones. Si quieres llamar la atención del lector, puedes optar por usar otro color de letra, o negrita, cursivas, comillas, etc.
5. Evita los temas innecesariamente polémicos.
Sobre todo si no están relacionados directamente con tu actividad profesional. El hecho de posicionarte abiertamente en asuntos que generan gran afinidad emocional, harán que te conviertas en persona “non-grata” para todos lo que se encuentran en la posición opuesta. Pierdes potenciales clientes, empleadores, contactos… Entonces, antes de posicionarte, piensa… Realmente ¿vale la pena?
Se ve muy seguido. Es fácil verse tentado de comentar, pero ¿cuándo es oportuno hacerlo? ¿cuándo es mejor guardar nuestra opinión? Cómo en la vida fuera del Internet, hay temas de los que es mejor no discutir. Adicionalmente, considero que es mejor no hacerlo cuando no conoces ni dominas la temática, ya que puede terminar jugando en tu contra.
6. Antes de expresarte, considera tres cuestiones.
Cuando vayas a publicar en Internet, ya sea en tu web o blog o en la página de terceros o en una red social, contesta primero estas tres preguntas:
¿Aportas valor?
Publica sólo aquello que pueda resultar útil, interesante o divertido para tu audiencia. No los canses con información inservible, desagradable o repetitiva. Te eliminarán rápidamente de sus listas de lectura favoritas, de sus “ultimas noticias”, etc., y perderás toda capacidad de influencia. También perderás audiencia.
En el mundo blogger, esto es muy visible, pero para las marcas que han decidido estar en las Redes Sociales también. Lo mismo nos pasa a nosotros como Marca Personal. Piensa en esto, ¿no has terminado eliminando, bloqueando o sacando de tu “timeline” a contactos, que simplemente no te aportan ningún valor? Ahora pregúntate, qué valor generas a tu audiencia.
¿Potencia tu imagen de marca?
Es decir, lo que vas a decir ¿está relacionado con tu negocio, tus valores o tus intereses? ¿Proyecta la misma imagen que tu marca personal? Publica sólo lo que sume en positiva a la imagen que estás proyectando. Intenta que lo que publiques, demuestre tu competencia profesional, tus conocimientos, tu experiencia y tu relevancia.
Esto está referido a la coherencia de tu marca. Trata de ser consecuente incluso con tu imagen en tu comunicación en Internet. Incluso tu marca personal virtual y real debe estar integrada y no divorciada. No se trata de ser una persona diferente, ni mucho menos inventada, sino de reforzarla en cada medio que utilices para comunicarte.
¿Es oportuno?
En dos sentidos. ¿Hace tiempo que no te “dejas ver”? Tal vez es tiempo de volver a decir algo, porque eso te da visibilidad. Pero también debes valorar otro aspecto: lo que vas a decir, ¿está especialmente relacionado con algún tema de actualidad? Entonces… ¡Publica! Seguramente la oportunidad va a premiarte con una audiencia mayor.
Si la respuesta a estas preguntas es “no”, tal vez sea una sabia decisión no aportar más “ruido” al ya saturado escenario 2.0.
Muchas veces es mejor no decir nada, sino se tiene nada bueno que decir. Como dice el viejo dicho, “es mejor parecer un tonto y quedarse callado que hablar y despejar la duda”.
7. Transmite lo positivo.
Todos los mensajes deben enfocarse desde un punto de vista positivo. Debes intentar adoptar siempre la perspectiva más positiva al expresarte. Por ejemplo, no es lo mismo hablar de la “no enfermedad” que de la “salud”. El primero, es un término doblemente negativo (no, enfermedad) y el segundo, es positivo. A las personas, les resulta más agradable lo positivo que lo negativo, por eso, si quieres que tus mensajes sean mejor aceptados, procura enfocarlos desde su perspectiva más positiva.
Aunque existen ciertos desertores sobre este estilo de comunicación, soy una fiel creyente que usar las palabras adecuadas en el contexto adecuado definitivamente suman mucho en la comunicación. Una vez más, recae sobre quien escribe, cuidar la “entonación” de su mensaje y cómo muchas veces el resto percibirá lo que queremos decir.
8. Cita al autor original.
Resta credibilidad al conjunto de tus mensajes que pretendas hacer pasar por propias las aportaciones de otras personas. Si te parece interesante mencionar lo que dicen otros autores, no olvides citarlos adecuadamente. Eso no te quita valor, todo lo contrario, te otorga valores muy positivos, como honestidad, generosidad, humildad…
Si bien en las universidades se enseña mucho sobre las citas y referencias de los autores, aún hoy por hoy, muchos siguen sin dar crédito a los autores originales. Increíble pero cierto, sobre todo en esta época donde un “copiar y pegar” en un buscador rápidamente te lleva a la fuente original de quien creó una cita o un texto cualquiera.
Como pueden ver, nuestra imagen, no solo está relacionada a nuestro físico, sino que también la vamos construyendo con otros aspectos más que van teniendo una mayor relevancia y que nos van a ayudando a construir nuestra Marca Personal.
Este tema es de suma importancia e interés para todos aquellos que estamos en el mundo profesional tratando de crear, modificar, mejorar o identificar nuestra Marca Personal, así que seguiremos analizando y comentando próximamente más de estos Consejos Prácticos.
Fuente: Reinventa tu negocio, Myriam Rius