¿Se le puede llamar vino, si no tiene alcohol?
Teóricamente, no se le puede llamar “vino” si no tiene un volumen de alcohol por encima del 9%. Sin embargo, desde diciembre de 2021, la denominación “vino desalcoholizado” es la adecuada para vinos cuya graduación alcohólica haya sido reducida por debajo del 0,5% y, actualmente representa el 1% del mercado del vino, a nivel mundial.
Libertá, el nuevo proyecto de Ricardo Morán
Ricardo Morán y su socia, Tina Noriega, ambos amantes del vino, por necesidades personales circunstanciales, coincidieron en que la oferta de vinos desalcoholizados podía mejorarse en nuestro medio y decidieron importarlos. Así nació Libertá, una marca de productos saludables que hizo su entrada magistral con vinos desalcoholizados de la reconocida marca St. Regis. El portafolio lo conforman etiquetas de: Chardonnay, Rosé de Shiraz, Brut y un maravilloso RTD llamado Spritz, este último similar al conocido cóctel y uno de mis favoritos, del portafolio.
La entrevista completa, con detalles de la creación de Libertá y dónde encontrar sus productos, aquí.
¿Cómo se elaboran los vinos desalcoholizados?
Primero debemos tener hecho el vino y luego, el alcohol se elimina a través de diferentes métodos: liofilización, osmosis inversa, y la de columnas de conos rotantes, que se considera la más empleada. Lo interesante es que se conservan sus polifenoles y antioxidantes, los componentes que más apreciamos en el vino por ser beneficiosos para la salud.
Así también mantienen sus aromas y sabores, la textura puede variar un poco, debido a la ausencia del alcohol. Sin embargo, sí permiten crear experiencias gastronómicas completas, pues se adaptan a diferentes maridajes.
Apto para embarazadas
Esta tendencia también viene con otras ventajas: los nuevos canales de distribución y un mayor énfasis en la responsabilidad social. Los consumidores optan por estas bebidas por motivos de salud general, embarazo, lactancia, entre otras y porque ofrecen una alternativa menos calórica. ¡Salud!