¿Qué es una burbuja especulativa? (Segunda parte)
En el post anterior les expliqué que por lo general las crisis financieras vienen precedidas por el colapso de una burbuja especulativa. El ‘ciclo de la burbuja’ consiste en siete fases que cubren desde el inicio del boom hasta el colapso y que se han cumplido en todas las burbujas especulativas a lo largo de la historia:
- Choque exógeno a las expectativas o displacement. Las burbujas en
el precio de un activo comienzan cuando eventos inesperados,
significativos y repentinos desplazan las expectativas previas con
respecto a los retornos futuros de ciertos activos(1). La historia
muestra que los activos pueden ser bonos, commodities, monedas,
acciones o bienes raíces (viviendas). La aparición de la Internet a
mediados de la década de los noventa -es decir una innovación
tecnológica- llevó a que los compradores decidan adquirir acciones de
las empresas vinculadas al sector en cuestión. El resultado fue el
aumento en el precio del activo financiero, que inició el proceso de
retroalimentación y colapsó en el 2000.
- Expansión o boom crediticio. Las burbujas requieren de un sistema
financiero que provea crédito a las familias y a las empresas para comprar el
objeto de la especulación. El cambio en las expectativas genera que el
sistema financiero evalúe al panorama como menos incierto y otorgue más
préstamos. Como no perciben los riesgos, la competencia entre las
entidades financieras lleva a una relajación de los estándares
crediticios. La oferta de crédito es procíclica, en el sentido que
aumenta cuando la economía crece y disminuye durante la contracción; es
decir, sigue al ciclo económico, lo que aumenta la probabilidad de una
crisis. El especulador piensa así: ‘compro hoy a un precio determinado y
vendo mañana a un precio mayor’. Esta etapa muestra que sin un boom
crediticio no es posible el desarrollo de una burbuja. La burbuja
continúa, pero con mayores niveles de endeudamiento, tanto de las
instituciones financieras como de las familias. Todos quieren comprar
ahora antes de que siga subiendo y para ello se endeudan. En síntesis, el
boom de inversión es financiado por un boom crediticio y por nuevos
instrumentos de crédito, que elevan la deuda de la economía como un
todo. El precio del activo aumenta a un ritmo mayor, hecho que eleva
aún más la demanda por el mismo.
- Una nueva visión. Las autoridades del país también son víctimas
del proceso y acuñan frases para justificarlo, como el milagro
asiático, la nueva economía, esta vez es distinto, los buenos tiempos,
etc. Sin embargo, el aumento de la demanda presiona sobre una oferta
que -en especial en el caso de las viviendas- no puede aumentar al
mismo ritmo. Los precios crecen más rápido y un grupo importante de
inversionistas hace enormes ganancias. Recuerde, lector: compro
barato y vendo a un precio más alto. Hacer dinero nunca fue tan fácil.
La irracionalidad triunfa sobre la racionalidad.
- Euforia. Los inversionistas especulan con el precio futuro y
atraen compradores con poca experiencia en el tema. Aparecen algunos
llamados de alerta que no son escuchados. Es la etapa de la euforia u
optimismo injustificado respecto al aumento en precios. Inclusive
aquellos que reconocen que el colapso de precios es posible, optan por
esperar hasta el último antes de vender, pues todos observan la
facilidad con la que un grupo cada vez mayor de personas acumula riqueza.
- Los expertos ganan. Los compradores que tienen un mayor
conocimiento del mercado notan el poco realismo del aumento del
precio y aparece el miedo a perder lo ganado. Entonces, de manera
gradual, los conocedores comienzan a vender, con lo cual comienza el
principio del fin.
- Colapso de la burbuja y pánico financiero. La lógica de la
especulación o de comprar para vender tiene un límite. Puede ser alguna
noticia inesperada o el fin del crédito fácil, pero el hecho real es
que el miedo, que reemplaza a la euforia, lleva a los tenedores del
activo a vender. El problema es que ya no existen más compradores y el
miedo da paso al pánico. La caída de los precios equivale al estallido
de la burbuja. Los activos pierden valor, las quiebras bancarias son
masivas y la actividad productiva declina.
- Repercusiones. La crisis genera demandas, tanto del público como
de las empresas financieras y no financieras, por reformas que reduzcan
la probabilidad del surgimiento de nuevas burbujas y medidas urgentes
para mitigar el daño.
En pocas palabras y como sugiere el dicho popular, todo lo que sube
rápido, baja rápido. El proceso descrito se aplica a la burbuja
especulativa de las viviendas en los Estados Unidos entre el 2002 y el 2006 -año de colapso, con la posterior crisis-, así como a la crisis de los
tulipanes en Holanda en 1634.
rápido, baja rápido. El proceso descrito se aplica a la burbuja
especulativa de las viviendas en los Estados Unidos entre el 2002 y el 2006 -año de colapso, con la posterior crisis-, así como a la crisis de los
tulipanes en Holanda en 1634.
¿Cuáles son las causas de una burbuja? Un cambio de actitud del
público, manifestada en la expectativa de que el precio continuará
subiendo y que lo lleva a comprar más del activo en cuestión. La mayor
demanda genera que, efectivamente, el precio continúe la tendencia al aumento. Es una profecía autocumplida. Una vez iniciada, el proceso
es autosostenido y el fenómeno adquiere características solo
sicológicas. El alza y la posterior caída del precio del activo son las
características distintivas de la burbuja.
público, manifestada en la expectativa de que el precio continuará
subiendo y que lo lleva a comprar más del activo en cuestión. La mayor
demanda genera que, efectivamente, el precio continúe la tendencia al aumento. Es una profecía autocumplida. Una vez iniciada, el proceso
es autosostenido y el fenómeno adquiere características solo
sicológicas. El alza y la posterior caída del precio del activo son las
características distintivas de la burbuja.
El desarrollo de la burbuja
está basado en tres creencias: la expectativa de que el precio seguirá
subiendo en el futuro; la creencia contraria, es decir, de que no bajará, y
el temor de perder la oportunidad en caso de no comprar hoy. En términos
simples, compra ahora y vende después, pues el precio subirá. Si un
grupo importante de compradores piensa igual, entonces efectivamente la
mayor compra hace subir el precio, sin que ello tenga fundamento
alguno, más allá de las creencias.
está basado en tres creencias: la expectativa de que el precio seguirá
subiendo en el futuro; la creencia contraria, es decir, de que no bajará, y
el temor de perder la oportunidad en caso de no comprar hoy. En términos
simples, compra ahora y vende después, pues el precio subirá. Si un
grupo importante de compradores piensa igual, entonces efectivamente la
mayor compra hace subir el precio, sin que ello tenga fundamento
alguno, más allá de las creencias.