¿Cómo enfrentar los problemas de información asimétrica?
La información asimétrica, reflejada en los problemas de selección adversa, riesgo moral y comportamiento en manada, es una imperfección de los sistemas financieros. ¿Es posible eliminarlos a través de la regulación?
Veamos un ejemplo. Supongamos una economía compuesta por un gran número de empresarios. Cada uno de ellos está interesado en endeudarse para invertir. El sistema financiero tiene los recursos suficientes, provenientes de los ahorristas, y desea colocar el dinero, bajo la presunción que los retornos de los proyectos futuros permitirán que los empresarios repaguen el préstamo. El rol del sistema financiero consiste en movilizar el ahorro de los prestamistas potenciales y asignar esos recursos con criterios de eficiencia entre los diversos proyectos de inversión de los empresarios. Si los mercados son competitivos, la obtención de la información no es costosa y pueden suscribirse contratos entre ambas partes que cubran todas las contingencias, ¿cómo funcionaría el sistema en esta economía ideal?
El sistema financiero canalizaría los recursos a una tasa de interés libre de riesgo. Cada empresario tomaría deuda, mediante la firma de un contrato que especifique el repago del préstamo a una tasa de interés que cubra todas las posibles contingencias, es decir, los contratos serían completos. La mayor competencia entre los prestamistas generaría una disminución de las tasas de interés, con el consiguiente impacto positivo en la inversión y por ende, en el crecimiento futuro. Sin embargo, el mundo ideal descrito está lejos de la realidad. Basta mencionar la existencia de barreras de ingreso al sistema financiero, los problemas de limitaciones, acceso y costo de la información y los problemas inherentes al cumplimiento de los contratos.
Las asimetrías de información originan que aparezca el riesgo de no pago, que es posible reducir, pero no eliminar. Este hecho genera al menos tres consecuencias que impiden que funcione el sistema ideal reseñado en el párrafo precedente. En primer lugar, como el prestamista está expuesto al riesgo de no pago (default risk), tendrá que cargar una tasa de interés alta, de modo que compense el mayor riesgo asumido. Por lo tanto, la tasa de interés será mayor que en el escenario ideal o hipotético. En los años previos a la crisis de 2007, las tasas de interés de los préstamos subprime eran más altas que los convencionales. A mayor riesgo, mayor tasa de interés. En segundo lugar, en la medida que el prestamista necesita conocer la magnitud del riesgo, requerirá información sobre el deudor potencial. El costo de obtener, procesar y clasificar la información determinará una tasa de interés aún mayor. De este modo, la tasa de interés estará compuesta por el costo de los fondos más una prima de riesgo, que la asumirá el deudor, para que el prestamista pueda aceptar el riesgo. La tasa de interés será mayor comparada con aquella que existiría si la información fuera simétrica. En tercer lugar, la información asimétrica originará una ineficiente asignación de recursos y una elevada tasa de interés. La afirmación puede ilustrarse con un ejemplo.
A partir del mundo ideal, supongamos que existen dos tipos de empresarios, uno que representa un alto riesgo de repago y otro de bajo riesgo. Los empresarios de alto riesgo, producirán trece nuevos soles de producto o cero soles, ambas opciones con igual probabilidad. El empresario de bajo riesgo producirá con certeza siete nuevos soles de producto. El retorno esperado de los empresarios de alto riesgo es de 13(0.5) + 0(0.5) = 6.5. En el caso del empresario de menor riesgo, el retorno esperado será igual que (7)(1) = 7. Asumamos que ambos tipos de empresarios desean tomar deuda por un valor de seis nuevos soles. El empresario sabe en qué grupo está, pero el prestamista no. Finalmente, suponga que los empresarios están cubiertos de modo que si no pagan, el prestamista obtiene todo el valor del producto; además, la tasa de interés libre de riesgo es de 10%, de modo que los prestamistas sólo otorgan préstamos si el valor esperado es de por lo menos 6.60 nuevos soles (el monto prestado más la tasa libre de riesgo). Para evitar el riesgo de no pago, el prestamista exigirá un pago de por lo menos 8.80 nuevos soles (este último cálculo queda en manos del lector) para prestar seis nuevos soles.
Como el deudor de bajo riesgo sólo producirá con certeza siete nuevos soles, no podrá pagar el préstamo y por ende, no será sujeto de crédito en el mercado financiero. Entonces el prestamista demandará un repago de al menos 13.20 nuevos soles para hacer un préstamo de seis, pues sabe que sólo les prestará a los deudores de alto riesgo, que tienen una probabilidad de 50% de no pago; pero, bajo esas circunstancias, estos últimos tampoco podrán pagar (pues su retorno esperado es de 6.5 nuevos soles). El sistema financiero no habría cumplido su función de proveedor de préstamos al sector privado.
Con información simétrica sólo habrían quedado excluidos los deudores de alto riesgo, pues, en el ejemplo, el retorno esperado no hubiera alcanzado para pagar la tasa de interés de 10%, libre de riesgo. Los deudores de bajo riesgo sí hubieran podido hacerlo, pues obtenían con certeza siete nuevos soles. En consecuencia, la información asimétrica, no sólo lleva a altas tasas de interés, sino también a una ineficiente asignación de recursos.
El ejemplo muestra la necesidad de mitigar los problemas originados por la información asimétrica. Está en el interés de ambos implementar una transacción de menor riesgo. Por el lado del prestamista, medidas como el monitoreo de los deudores, la demanda de garantías, el desarrollo de métodos para distinguir buenos de malos deudores son algunas alternativas cuyo objetivo es la reducción de la tasa de interés con relación a la que regiría en una situación de información asimétrica pura. Los deudores también pueden tomar medidas con el mismo objetivo, pues es de su interés no sólo lograr el préstamo, sino también obtener una tasa de interés menor. Hasta aquí, pueden extraerse dos conclusiones: en primer lugar, los deudores tienen que pagar una prima adicional a la tasa de interés para compensar al prestamista por el riesgo de no pago. En segundo lugar, los inversionistas tomarán un volumen menor de deuda en comparación al monto que obtendrían en un contexto de información simétrica. El resultado es que el tamaño y escala del sistema financiero será menor que las dimensiones que tendría en ausencia de estos problemas.
El objetivo de las políticas financieras es el funcionamiento adecuado del sistema financiero. Dicho de otro modo, la canalización de recursos de los ahorristas a los inversionistas de manera eficiente y en las magnitudes adecuadas. Una transacción financiera es un acto de confianza; la pérdida de la misma detona una crisis. De ahí que los gobiernos implementen políticas de fortalecimiento del sistema financiero, como los seguros de depósito, los requerimientos de reservas, los requerimientos de capital, la supervisión directa y permanente del sistema y la posibilidad de actuar como prestamista de última instancia a los bancos. El objetivo de estas medidas es la reducción de los riesgos, tanto para el prestamista como para el ahorrista.