Economía Peruana Primer Trimestre 2013
Recientemente el BCR publicó el Informe Macroeconómico correspondiente al primer trimestre de 2013. Vale la pena analizarlo. En primer lugar, el PBI creció 4.8%; entre los sectores orientados al mercado interno, el sector que más creció fue construcción (11.9%), impulsado por el auge crediticio. Los sectores primarios, que orientan su producción al mercado externo, no la pasaron bien; por ejemplo, minería metálica cayó en – 2.8%; algunos dirán que se trata de un efecto estadístico; sin embargo, si vemos la cifra del primer trimestre de 2012 que es el patrón de comparación, vemos que había crecido en 3.2%; esto refleja un estancamiento de minería. En otras palabras, los motores de la economía han sido los sectores no primarios.
En segundo lugar, la demanda interna aumentó 8.4%, mientras que la externa (exportaciones) se contrajo en -11.1%, esto significa que la demanda interna sostuvo el crecimiento del PBI. Dentro de la demanda interna, el componente que más creció fue la inversión pública en 15%, mientras que la privada lo hizo en 7.4% (comparado con 13.2% en el primer trimestre de 2012). Se sigue que la inversión pública fue la clave dentro de la demanda interna.
Hasta aquí un comentario. Las cifras muestran el impacto de la crisis externa sobre el nivel de actividad económica; el aumento de la inversión pública no compensó la desaceleración de la privada y por ello, a pesar del aumento de la demanda interna, el resultado ha sido un menor crecimiento del PBI. Vale decir, las menores exportaciones y la retracción de la inversión privada están detrás del denominado “enfriamiento” (ver post de hace dos semanas).
En tercer lugar, como las importaciones crecieron 7.5% y las exportaciones disminuyeron en 11.1%, la balanza comercial fue negativa; en 2012 fue positiva en todos los trimestres. ¿Qué exportaciones han disminuido? Dentro de las tradicionales, que disminuyeron -19.1%, destacaron la caída de harina de pescado (-74.3%), café (-55.3%), cobre (-11.3%), oro (-25.4%) y zinc (-3.6%). Las exportaciones no tradicionales disminuyeron en -5.1%, siendo la caída del sector textil la más significativa (-18.7%). La contracción de las tradicionales y las no tradicionales en simultáneo se explican por el entorno externo desfavorable. Buscar nuevos mercados puede ser una de las claves, pues lo claro es que el contexto externo no depende de lo que se haga (o se deje de hacer) dentro del Perú.
Cuando un país tiene una brecha externa (definida como el exceso de importaciones sobre exportaciones de bienes y servicios), el financiamiento proviene del ingreso de capitales; durante el primer trimestre, el flujo de capitales de corto plazo ascendió a US$ 620 millones, mientras que los de mediano y largo plazo totalizaron US$ 4126 millones, con lo cual se logró financiar el déficit externo. Entonces, si la coyuntura externa se mantiene desfavorable y las exportaciones mantienen la tendencia del primer trimestre, es fundamental atraer capitales de largo plazo.
En cuarto lugar, las finanzas públicas se siguen manejando con responsabilidad, pues a pesar de las cifras presentadas se logró un superávit fiscal equivalente a 5.9% del PIB. Los ingresos dependen básicamente de la recaudación tributaria, la que a su vez está relacionada con la evolución del PBI; a mayor crecimiento del PBI, mayor recaudación. Aquí el reto pendiente sigue siendo la ampliación de la base tributaria.
En síntesis, mientras la inversión privada y las exportaciones no retomen su tendencia anterior, pensamos que será difícil mantener las tasas de crecimiento del PBI por encima del 6%. Ahora bien, una tasa menor, digamos entre 4% y 5%, tampoco es grave, considerando el entorno externo. El problema puede estar en la costumbre de mirar datos mayores que 6% anual, que genera un efecto negativo en caso sea menor. Tenemos que mirar qué sectores crecen, quiénes se benefician y cómo el gobierno administra la abundancia, es decir, evaluar qué tan bien gasta los recursos generados por el crecimiento.