¿En qué se pueden usar las reservas?
Cada vez se hace más común escuchar afirmaciones como la siguiente: “El Banco Central de Reserva (BCR) tiene más de 67 mil millones de dólares en reservas que son el ahorro del país”. ¿Es cierto que son el “ahorro del país? ¿Qué son las reservas y qué uso tienen?
De acuerdo con la Constitución vigente, las reservas son administradas por el BCR y están constituidas por tres componentes: en primer lugar, la denominada posición de cambio, conformada por las compras de dólares que hace el BCR en el mercado libre, básicamente a los bancos comerciales. En segundo lugar, los encajes en dólares de los bancos comerciales; en tercer lugar, los depósitos en dólares del sector público en el BCR.
La misión del BCR es evitar fluctuaciones bruscas en el tipo de cambio o precio del dólar, sea hacia el alza o hacia la baja. El BCR busca solo evitar la “alta volatilidad” pero no influir en su dirección. Entre 2002 y 2012, aproximadamente, observamos que el precio del dólar bajó por varias razones: el crecimiento de las exportaciones la enorme inyección de dólares de la reserva federal (banco central de los Estados Unidos), etc. Los factores expuestos inundaron la economía de dólares y como cualquier precio, el tipo de cambio cayó ante la abundancia de dólares. Entonces, cuando el tipo de cambio baja y el BCR decide comprar dólares, los dólares comprados van a reservas, más específicamente a la posición de cambio; los dólares los compra con soles que son inyectados a la economía a través del sistema bancario; para evitar que el exceso de soles genere problemas inflacionarios (recuerde que el objetivo único del BCR es mantener la estabilidad monetaria, entendida como el logro de un rango meta de inflación entre 1% y 3% anual), el BCR vende certificados BCRP a los bancos y con ello “esteriliza” (retira) los soles en exceso. En otras palabras, el BCR emite unos bonos, llamados certificados BCRP que rinden un interés y cuando el banco comercial los compra le entrega soles al BCR y se queda a cambio con el bono. De este modo, el BCR retira cualquier exceso de soles de circulación.
Ahora bien, ¿el tipo de cambio siempre ha tendido hacia la baja como en el período 2002-2012? La respuesta es negativa; podríamos decir que lo “normal” en los últimos treinta años del siglo anterior fue que el dólar suba. En esas circunstancias lo que hacía el BCR era vender dólares para evitar un aumento brusco. Y ahí usaba las reservas. Entonces, la finalidad básica de las reservas es tener un “colchón” que nos proteja ante una salida de capitales que haga subir el tipo de cambio, tal como ocurrió a fines de la década de los noventa.
Sin embargo desde la primera parte de 2013 el tipo de cambio tendió a aumentar desde los casi 2.50 que llegó hasta 2.80 soles por dólar para luego estabilizarse en los últimos días. Esto significa que algo varió que hizo que el tipo de cambio ya no baje sino suba. En general fueron tres factores: en primer lugar, la desaceleración china, quien luego de crecer a tasas mayores que 10% durante varios años, pasó a crecer 7%. Ello significó una menor demanda por materias primas, entre ellas las mineras y por ende como se exporta menos, entran menos dólares. En segundo lugar, la incertidumbre con respecto a la decisión de política monetaria de la Reserva Federal de mantener o reducir de manera gradual el programa de estímulo económico. En el caso que opte por el retiro gradual entrarán menos dólares a la economía y probablemente subirá el tipo de cambio. En tercer lugar, las expectativas. La economía peruana está parcialmente dolarizada, aunque menos que hace diez años. Por lo tanto, ante el menor movimiento en el tipo de cambio, se piensa que se va a “disparar” y se compran dólares que efectivamente lo hacen subir.
Entonces, el BCR usó las reservas para vender dólares y evitar un aumento brusco. Un objetivo de las reservas es evitar un aumento brusco o inesperado en el tipo de cambio; no debemos olvidar que la economía peruana es pequeña y está abierta al exterior, por lo que está sujeta a que los capitales puedan salir del país, sin ninguna razón vinculada con la solidez económica del país, sino por razones externas al Perú. En 1998, tras la crisis rusa de agosto de 1998, los capitales, debido a un efecto “contagio”, salieron del país en la búsqueda de lugares más seguros. No es casualidad que esos dólares que salieron de Asia y América Latina se dirigieran a Estados Unidos y Europa, originando, entre otras razones, un boom crediticio que luego traería consecuencias negativas, expresadas en la primera crisis financiera internacional del siglo XXI.
Un segundo objetivo de las reservas es el uso que puede hacer de ellas el BCR cuando actúa como “prestamista de última instancia”, es decir, cuando acude al rescate de bancos comerciales, en caso atraviesen por una escasez temporal de liquidez o enfrenten una corrida de depósitos (pánico bancario), sin ninguna razón justificada. Presta los dólares, no los regala. Es justamente esta función la que no tienen los países miembros de la eurozona, pues no “tienen” banco central; esas funciones están confiadas al Banco Central Europeo, quien requiere unanimidad para decidir si acude al rescate de bancos griegos, españoles o chipriotas, por ejemplo.
Por lo tanto, el BCR solo puede usar las reservas, en general, para los dos objetivos descritos, pero nada más; no pueden ser usados para aumentos de sueldos ni préstamos al sector público, ni ninguna otra razón que no sea alguna de las descritas.