Las dudas de siempre sobre el SNP y la ONP (parte 2)
En la misma línea de mi artículo anterior, quisiera seguir ahondando en algunas dudas que siempre surgen al momento de hablar con una persona interesada en el SPP.
El retiro anticipado de los fondos es una alternativa que se viene evaluando desde hace algún tiempo atrás. Dado el caudal de opiniones que se han vertido en torno al tema, es necesario remitirse a los hechos. La historia nos dice que, varios años atrás, una importante cantidad de personas se vieron afectadas por inversiones mal hechas e instituciones intermitentes que se aprovecharon de los clientes para usar su dinero sin retorno (CLAE). Por otro lado, otros profesionales sugieren la compra de activos inmobiliarios (se trate de casas, departamentos u oficinas) con la finalidad de, por su alquiler, tener una fuente de ingresos constante; olvidándose que, conforme crece la oferta en un mercado, el precio baja, afectando el rendimiento de cualquier inversión.
También se habla de que los peruanos ahorramos para el futuro. Si esto fuera así, cabría preguntarnos por qué el gobierno se vio en la necesidad de lanzar Pensión 65 (que me parece una excelente solución para las personas mayores sin recursos), con el objetivo de paliar el déficit de ahorros entre los adultos de la tercera edad. Incluso, si fuera así, no tendríamos los reclamos de las pensionistas de la ONP por mejores sus pensiones.
¿Es justo que el trabajador se lleve parte de su dinero al momento de jubilarse? ¿O en caso de enfermedades terminales? Claro que es justo y correcto. No obstante, es indispensable que sea evaluado de forma técnica, sin apresuramientos y con una visión previsional.
Finalmente, el SPP solo alberga al 20% de la población económicamente activa nacional, con lo que tenemos un 89% sin respaldo previsional, es decir, sin pensión. Del grupo de personas de personas que si pertenecen a un sistema previsional, el 50% de los trabajadores que se acerquen a la ONP a pedir su pensión se irán con las manos vacías, no recibirán pensión ni el monto aportado; por lo tanto, lo más inteligente sería hallar soluciones al problema de ese 80% de peruanos sin jubilación a los 65 años, en lugar de concentrarnos en el 20% o menos de la población.
Por Gonzalo Bernal, gerente comercial.