REACTIVAR SIN COMPLEJOS
REACTIVAR SIN COMPLEJOS
Felipe Gutiérrez, CEO Concertum
La economía nacional está enferma, sus síntomas y efectos son muy claros, pero quienes deben curarla se desentienden de las soluciones que pueden revertir un estado extremadamente perjudicial para una población próxima a entrar en desesperación. La pobreza vuelve a crecer, perdiendo parte importante de lo recuperado en los últimos 30 años, el PBI se acerca a un nivel de cero crecimiento en el marco de un panorama de descenso de la inversión privada, incremento de la desconfianza empresarial y desesperante lentitud en la inversión pública e incompetencia para el manejo presupuestario y administración del estado en todos sus niveles. A ello se suma una creciente ilegalidad/informalidad que avasalla la minería, la agricultura, el comercio, el transporte, los servicios, por un lado, y el agravamiento de la inseguridad ciudadana, por el otro.
El común denominador es que no está vigente ni rige a cabalidad el estado de derecho, el principio de autoridad ni un mínimo nivel de promoción y protección de la inversión privada, fuente principalísima de crecimiento, empleo, recaudación y bienestar.
No es aceptable que en esta situación, no se imponga la ley para que se activen todos los proyectos mineros que ya obtuvieron sus permisos, licencias y autorizaciones; para que no se (vuelvan a ) paralizar operaciones mineras, extractivas o productivas perfectamente lícitas; para que no cesen los actos de apropiación ilícita de concesiones vigentes, para que no se clausure infundadamente tiendas, negocios y locales y, en general, para se siga causando un daño inconmensurable a la economía nacional.
Las autoridades y funcionarios públicos están obligados a cumplir y hacer cumplir la ley. Y en todos los casos mencionados la legalidad y legitimidad están escandalosamente violados. Parece que no son conscientes de ello. Más bien, disfrutan de la inacción e irresolución de conflictos y problemas, evitando así asumir las responsabilidades propias de sus cargos.
La economía no se va a reactivar con créditos suplementarios, ni discursos huecos y, mucho menos, si las autoridades eluden su responsabilidad de poner en marcha todas las actividades lícitas que hoy vienen siendo boicoteadas.
El gobierno goza de una estabilidad sui géneris y no la está aprovechando.
Ya estamos perdiendo el 2023, no hay tiempo para seguir así.