Y la Economía?
Y la Economía?
Felipe Gutiérrez, CEO Concertum
Hemos pasado de ser la estrella regional en crecimiento, reducción de la pobreza, disciplina fiscal, bajo endeudamiento y buena calificación soberana a integrar el grupo de economías mediocres con perspectivas poco alentadoras y pérdida de rumbo. La razón de ese despropósito es LA GRAN CONFUSIÓN creada por las izquierdas para hacerle creer a la población que la culpa de toda situación económica negativa- bien sea porque crecimos pero “no alcanzó “o porque ahora decrecemos- la tiene EL MODELO ECONÓMICO NEOLIBERAL sustentado en el capítulo respectivo de la Constitución vigente. Por supuesto, para tamaña distorsión de la realidad no cuentan con soporte estadístico ni data económica alguna, que uniformemente demuestra que el modelo funciona- aún en su versión nacional escatimada por la falta de actualizaciones y reformas-, sino que han creado la narrativa contra- fáctica de que el crecimiento, la mayor recaudación y todos los logros verificados solo serían reales para las minorías privilegiadas. Las grandes minorías no se han visto beneficiadas según esta lectura distorsionada, por lo cual, concluyen, es necesario deshacer, en realidad seguir deshaciendo, las reformas establecidas en la Constitución vigente y en las normas de desarrollo respectivas y reemplazarlas por una mayor intervención del Estado, más regulación, menos libertad económica, más controles, más subsidios, más rigidez laboral, etc. Lo que no ha funcionado es la administración estatal de los ingentes recursos generados por el modelo, que debieron haber representado mejor educación y salud, más infraestructura necesaria y satisfacción de necesidades básicas.
Esta gran confusión se traslada a los planes de gobierno, propuestas políticas y plataformas de candidatos, congresistas, funcionarios, ONG s, académicos, consultores y activistas, que terminan participando en el gobierno, en la formación de marcos normativos, en la creación de trabas y obstáculos y en la difusión de ideas equivocadas. No llama la atención entonces que sigamos retrocediendo en casi todos los parámetros en los últimos gobiernos y que seamos la sombra de lo que alcanzamos y, sobre todo, de lo que debimos haber alcanzado. Se necesita aprobar y comprometernos con una AGENDA MÍNIMA de rescate de la economía en la que se recupere la promoción de inversiones, se garantice la libre y abierta competencia, la vigencia del estado de derecho y se recupere la confianza, se faciliten inversiones sanas y operaciones competitivas, se genere empleo y se recaude impuestos que financien servicios públicos eficientes y oportunos, todo ello en un marco de ORDEN. Esa agenda debe ser suscrita y respaldada por todos los que creen en el modelo de economía de mercado/estado de derecho, de tal manera que se garantice que a partir del 2026 retomaremos el camino del progreso, ajustando todo lo que se hizo mal o insuficientemente.