Conoces tu capacidad de influencia?
Conoces tu capacidad de influencia?
Felipe Gutiérrez/CEO Concertum
Las empresas y organizaciones miden prácticamente todo lo que les interesa: su participación de mercado en las líneas de productos o servicios en las que compiten, su ranking financiero como pagadores de créditos y cumplidores de obligaciones, su clima laboral interno, su número de seguidores en redes sociales, su cotización en bolsa, su responsabilidad social y hasta su reputación. De lo que no son conscientes ni se ocupan de medir es su capacidad de ejercer influencia ante las autoridades que diseñan sus marcos normativos y que adoptan las decisiones que determinan su competitividad. De seguro no lo hacen porque no son plenamente conscientes de la gravitación que ello tiene o, cuando menos, no conocen de un mecanismo que provea esa información. Sin embargo, se trata sin duda de un parámetro fundamental para concesionarios del estado, constructoras, mineras, generadoras, distribuidoras, transmisoras, proveedores de servicios públicos de todo tipo, pesqueras, empresas forestales, puertos de todo tipo y un largo etcétera. Pero también gravita muchísimo para empresas de retail o consumo masivo, educación, comercio, transporte, turismo, tecnología, entretenimiento, restaurantes y más. Bien sea por dimensión propia o por masa crítica agremiada, nadie es ajeno a la necesidad de participar en el diseño de políticas públicas y normas y/o en el conocimiento anticipado y oportuno de condiciones de competencia. El posicionamiento de la abrumadora mayoría de empresas es bajo, es decir, con poca o nula capacidad de influencia, de lo que se preocupan o padecen cuando ello se hace patente: mayores costos de entrada, más costos operativos, más trabas y dificultades, cierres imprevistos, favorecimientos desmedidos para competidores, actos reñidos con un comercio sano y abierto. Y allí se percatan que es tarde y muy perjudicial y sus costos de restablecimiento de condiciones de competencia aceptables son altísimos y, muchas veces, causantes de colapsos.
Medir el posicionamiento ante las autoridades relevantes para cada empresa es necesario y es posible. Compararlo con el posicionamiento deseado también. Acercar el primero al segundo, una ventaja competitiva.