Enfocarse en lo importante
Enfocarse en lo importante
Felipe Gutiérrez/CEO Concertum
El Gobierno, el Congreso, los medios y los ciudadanos cumplimos mejor nuestros respectivos roles y aspiramos a alcanzar mejores resultados si nos concentramos en lo importante Es muy lamentable que la atención política y mediática esté concentrada en el affaire Rolex y sus derivaciones. Lo es no solo porque arrastra al país hacia niveles de cuestionamientos éticos de sus más altas autoridades, que claramente pecan de frivolidad y falta de respeto por las dignidades de sus cargos y quien sabe más, sino porque desvía la obligatoria atención de autoridades, políticos y afectados, de los temas de (verdadero) interés nacional: la reactivación económica, la inseguridad ciudadana, la salud pública y el bienestar de los ciudadanos. La situación es desagradable y obliga a dar explicaciones veraces y contundentes, pero no amerita resucitar los embates desestabilizadores que pretenden activar un irresponsable adelanto de elecciones, la imposición de asamblea constituyente y la disolución del Congreso. Esto debe ser descartado de plano y firmemente por las fuerzas políticas responsables que son mayoritarias. Simultáneamente, estas deben exigir al Gobierno acción inmediata para destrabar los proyectos postergados por amenazas de injustificados conflictos sociales, como Tía María y otros, continuar con las reformas constitucionales y las designaciones que aseguren un proceso electoral sensato el 2026, asumir seriamente la responsabilidad por mejorar la seguridad ciudadana, brindando resultados efectivos y adoptando medidas que permitan salir del pésimo manejo de los servicios esenciales que atienden razonablemente bien a muy pocos.
Es imperdonable que la agenda no esté concentrada en el crecimiento económico y sus probados efectos virtuosos en empleo, recaudación e impactos multiplicadores. Es inaceptable que se siga postergando sin razón alguna la ejecución de proyectos mineros que cuentan con todos los permisos exigidos por la ley o que se sigan poniendo trabas desde el Ejecutivo o gobiernos regionales o locales a cuanto emprendimiento u operación formal quiere seguir activo y productivo. Hay que derrotar con argumentos y con la ley en la mano a todos los enemigos de ese crecimiento y ese desarrollo que permitirá que millones de peruanos salgan de la pobreza y de la desesperanza.
Los protagonistas de la agenda deben ser las empresas, emprendimientos, actores y operaciones exitosos, cumplidores de la ley y generadores de círculos virtuosos, así como las autoridades que fomentan dicho éxito. No los casos sobre delitos que exponen fiscales, jueces, colaboradores eficaces, testigos, cómplices, corruptores, sujetos venales y similares que inundan y contaminan nuestra actual agenda.