ESTADOS UNIDOS DE AMOR*
Estados unidos de amor es una película sobre mujeres marcadas por la soledad. Así de sencilla y directa es la premisa que plantea el director polaco Tomasz Wasilewski, no por ello desprovista de una correcta narración encadenada por postas que ahonda en la vida cotidiana de sus protagonistas: Agata, infeliz en su convivencia marital e inconforme con las expectativas que la sociedad le ofrece; Iza, la amante del médico del pueblo quien no aguantará la ruptura de la relación desarrollando una actitud vengativa; Marzena, la joven que sueña con ser modelo o actriz pero que se dedica a dictar monótonas clases de baile, en mayoría, a ancianas; y Renata, una profesora que al llegarle la jubilación queda sumida en un punto de vulnerabilidad emocional atroz.
Las cuatro mujeres están conectadas por lazos familiares o situaciones, a primera vista, sin mayor relevancia; sin embargo, el patrón psicológico que ata sus inestables vidas es la insatisfacción personal ocasionado por una absoluta soledad. A ello debemos sumar un contexto que agrava la situación de las involucradas. Estados unidos de amor está ambientada en un tiempo crucial para los habitantes de Europa del Este: fines de la década de los ochenta del siglo pasado. El derrumbe del comunismo era inevitable y varias generaciones de polacos despertaban del letargo en que habían caído gracias a las promesas del socialismo. El libre mercado era visto como un paliativo que compensaría la pesadilla de la rutina existencial.
https://youtu.be/KdhoHhqwQao
Ambos elementos -la soledad (factor individual) y el contexto social (causa colectiva)- son trabajados por Wasilewski de forma paralela con mucha precisión y cuidado. Su película adquiere contundencia si el espectador sitúa los hechos en la época que se muestra. De lo contrario las motivaciones de las protagonistas quedarían sumergidas en un conjunto de acciones etéreas. Eso es un mérito, y riesgo, que asume el director polaco. No obstante, se queda a medio camino al cerrar los círculos de las motivaciones que ponen en acción a sus personajes. Algunas historias caen en injustificadas reflexiones morales. Si Wasilewski no busca que sus personajes expliquen con detalles sus destinos, quizá pudo fortalecer sus motivaciones, más allá del entorno en el que existen.
Es cierto que Wasilewski pierde en profundidad en algunos momentos, pero por otra parte también potencia las actuaciones de las cuatro actrices principales. Cada una remarca aspectos femeninos con desgarro y honestidad. Agata (Julia Kijowska) e Iza (Magdalena Cielecka) son bombas de tiempo que a través de miradas o gestos pueden ocasionar reacciones imprevistas. Otro elemento que llama la atención es el tratamiento estético de la película. La pulcritud de las imágenes va de la mano con los estados de ánimos de todo el reparto. El desgano o conformidad de los personajes están en sintonía con el panorama gélido de las imágenes. Cabe destacar que esta producción polaco-sueca ganó el Oso de Plata por mejor guión en la más reciente Berlinale.
Schopenhauer no es el más indicado para opinar sobre las mujeres -su misoginia, ocasionada por desprecios filiales y amores no correspondidos, lo empequeñecen como hombre- pero acerca de la soledad alguna vez dijo: “Se puede ser totalmente uno mismo mientras se está solo: quien, por tanto, no ama la soledad, tampoco ama la libertad; pues únicamente si se está solo se es libre”. Las cuatro mujeres de Estados unidos de amor saben que la liberación llega con la soledad, pero el hecho de ser libres también las deja en un punto de desorientación que deben enfrentar como sea, avasallando los afectos o resignándose a seguir con sus vidas mínimas.
*Esta película fue vista en la inauguración del II Panorama del Cine Polaco Contemporáneo que se realiza en el Centro Cultural de la Universidad Católica del Perú y que va hasta el 12 de octubre. Para esta muestra llegó como invitada especial Julia Kijowska, protagonista de Estados unidos de amor.