Piensa como “Phelps” y desarrolla al máximo tu carrera profesional
El recorrido triunfante del máximo ganador de medallas de oro en la historia de los Juegos Olímpicos, el estadounidense Michael Phelps, ha sido motivo de conversación en las redes sociales durante Río 2016. En Facebook, Twitter, Instagram y en Linkedin, se viralizó como pólvora una imagen en la que el nadador sudafricano Chad Le Clos mira de reojo al “Tiburón de Baltimore” en plena competencia de los 200 metros mariposa. Phelps, a diferencia de Le Clos, nunca pierde de mirada su objetivo y fue así como consiguió su medalla de oro número 20, luego ganaría tres más, para ser considerado con 23 preseas de oro, indiscutiblemente, como el atleta más importante de las historia de los Juegos Olímpicos. Después de este gran logró decidió retirarse de las competencias. Este impresionante record deportivo ha trascendido las páginas deportivas y llamó mi atención el siguiente post en Twitter:
Para llegar lejos y ser exitoso en el deporte, se requiere de habilidades, disciplina y sacrificios que pueden ser aplicados perfectamente al campo laboral. ¿Cuáles son esos factores requeridos en la carrera de un gran campeón? Te recomiendo que las leas al detalle qué hizo el estadounidense para ser inscribirse en los libros como mejor atleta de la historia del deporte. Para que a partir de este minuto tú también te conviertas en todo un campeón de tu oficina siguiendo su pensamiento. En tu propia piscina, la de la tu vida profesional.
Aprende a desaprender
Bob Bownan, su entrenador desde los once años, desde la primera vez que lo vio nadar en el North Baltimore Acuatic Club se dio cuenta del enorme potencial que tenía para llegar a ser un nadador diferente, un futuro campeón. Pero el primer trabajo y el más importante, fue enseñarle nuevamente los movimientos y la técnica correcta de nadado, esta vez enfocado en mejorar su resistencia. Michael estuvo dispuesto a aprender desde cero los secretos del agua. Fue así que desarrolló una inigualable patada de salida (le permite estar dentro del agua el doble de tiempo que sus rivales) y crear movimientos que se asemejan al de un delfín. “Bob hizo todos mis movimientos de nuevo. Hoy nado de la misma forma que nado que cuando tenía once años, eso quiere decir que fue la decisión de aprender de nuevo fue la correcta. El entrenamiento fue duro pero lo importante es que todo lo que hagas tenga un propósito. Tuve un entrenador que supo guiarme, él vive y respira natación”, comentó Michael Phelps, en la serie científica “Cuerpo Milagroso”.
Potencia tus condiciones
Como la mayoría de nadadores del mundo, Michael Phelps es alto y liviano. Dos características claves en la natación. Mide 1.93 metros y pesa 90 kilos. Su secreto es que tiene articulaciones flexibles y dobles, que le dan a sus brazos largos un alcance aún mayor en el agua, con una envergadura de 2.04 metros. Asimismo, tiene pies grandes, calza 48. Aprovechó su condición física para desarrollar una técnica única que se ve potenciada por la increíble flexibilidad de su cuerpo. Su entrenador Bownan desarrolló sus entrenamientos alineados a su inmejorable anatomía para este deporte. Para lograrlo es indispensable la disciplina. Uno no aprende de la noche a la mañana y es mucho más difícil cuando primero debes pasar por una etapa de desaprender, para luego entender y seguir la técnica correcta. En este caso en el nado, sirve el ejemplo para cualquier otra materia.
En una de sus biografías, cuentan que Phelps es de carácter más bien serio y que alcanzó la hegemonía en todos los estilos a base de esfuerzo: entre 1998 y 2004, por ejemplo, sólo dejó de entrenar cinco días. Como norma nadaba 80 kilómetros por semana, para lo que necesitaba cinco horas de entrenamiento diario. Su rutina diaria se reducía a dormir, entrenar y comer para ganar peso. Necesitaba, según sus médicos, siete mil calorías diarias para abastecer su organismo de las energías que gastaba en los entrenamientos.
Enfócate en tus metas
“Además de tener una gran destreza para la natación, desde pequeño no se aceptaba perder, siempre quería ganar”, dice su entrenador. Para lograrlo, Phelps y Bob Bownan siguieron una rutina de entrenamiento rigurosa, de entrenamiento, descanso y alimentación. Una rutina que el “Tiburón de Baltimore” respetó al milímetro. De qué sirve la estrategia sino hay voluntad para llevarla a cabo. Ese estilo de encarar los retos no sólo se ve en sus entrenamientos sino en las competencias, donde muestra una concentración única. Mentalmente es muy fuerte y uno de sus secretos es el trabajo de visualización. ¿De qué se trata? El entrenador Bownan decidió darle algo que lo haría diferente: su ventaja competitiva. Le enseño el poder de la visualización.
En el libro “El Poder del Hábito” de Charles Duhigg, cuenta lo siguiente sobre Phelps: todos los días, luego de su entrenamiento, Bowman le decía: no olvides ver el video esta noche y mañana en la mañana al despertarte. No existía tal video. Se refería a que Phelps tenía que visualizar la carrera en su mente. Todas las noches y cada mañana Phelps cerraba sus ojos y se imaginaba saltando a la piscina, en cámara lenta, nadando perfectamente. El visualizaba cada brazada, la vuelta y el final. Michael Phelps repitió “su video” miles de veces en su mente hasta el momento que en las carreras no pensaba. Simplemente seguía un programa. Había sido programado para ganar.
Aléjate de los amigos tóxicos
El éxito y la fama se le subieron en determinado momento a la cabeza y lo llevaron por el camino equivocado. Empezó a juntarse con un grupo de amigos de Baltimore, que estaban muy poco interesados en su carrera, sino más bien en su fama y dinero, para divertirse en fiestas donde no faltaban mujeres, alcohol y drogas. Sin embargo, después de ser detenido por manejar ebrio, decidió cambiar y metido en la celda de una comisaría de Baltimore, adonde pasó la noche del 29 de septiembre de 2014, decidió que era momento de enrumbar otra vez su camino. En ese momento se declaró culpable fue sentenciado a cumplir 18 meses de libertad condicional, a pagar una multa de 250 dólares y a dar charlas a jóvenes de colegios de secundaria sobre la conducción y la bebida. Phelps afirmó que el incidente había supuesto una gran decepción para él, su familia, y para muchos estadounidenses y entonces decidió cambiar.
Sé resiliente
Cuando uno lee que Michael Phelps pensó en suicidarse, resulta difícil de creer en una persona que ha alcanzado la gloria deportiva y se convirtió en uno de los deportistas mejor pagados del mundo. Pero detrás de la fama y el dinero hay otros vacíos. Cuenta el periodista Pablo Scarpellini del Diario el Mundo de España que después de Beijing 2008, pasó mucho tiempo lejos de la piscina. Empezó a ausentarse de los entrenamientos, se peleó con su entrenador, Bob Bowman y, aunque ganó cuatro medallas en la siguiente cita, en Londres, era evidente que ya no era el mismo que deslumbró al mundo con ocho oros en ocho pruebas en los Juegos celebrados en la capital china. Phelps dejó atrás la disciplina y la bebida, las fiestas y hasta las drogas empezaron a tomar protagonismo en su vida afectando su carrera deportiva y sus contratos con sponsors, que lo tenían como imagen.
Su arresto en septiembre de 2014 lo hizo recapacitar. Mucho ha tenido que ver, agrega Scarpellini, la que ahora parece ser la figura clave en este momento: su prometida. Nicole Johnson, una ex reina de belleza californiana, lleva siendo parte de la vida del nadador desde hace 9 años, una relación con rupturas y reconciliaciones que retomaron hace más de un año y que ha desembocado en su primer hijo.
Es un cambio radical tras una época de profunda oscuridad. “Todavía recuerdo los días encerrado en mi habitación, sin querer hablar con nadie, sin querer ver a nadie, sin querer vivir en realidad. Sabía que no habría podido. Le hubiera hecho daño a demasiada gente”, dijo.
Ten fe
La estrella de NFL, Ray Lewis, le ayudó a salir de la dura etapa depresiva. Lewis llamó a su amigo Phelps y dijo: “Este es el tiempo en que luchamos. Es el momento en el que se muestra nuestro verdadero carácter. No desista. Si renuncias, todos nos perdemos”.
Lewis, convenció a Phelps a buscar ayuda en el centro de rehabilitación del comportamiento clínico, Meadows, cerca de Phoenix. “Yo era un tren fuera de control”, dijo Michael Phelps a ESPN. “Yo era como una bomba de tiempo a punto de estallar. No tenía autoestima. Hubo momentos en los que no quería estar aquí. Eso no era bueno. Me sentía perdido”. Phelps, atendió el consejo de su amigo y decidió entrar a la clínica de rehabilitación, luego Lewis, le dio el libro: “Una vida con propósito”, escrito por el pastor Rick Warren. Después de leer el libro por unos días en Meadows, Phelps llamó a Lewis para conversar.
“¡Hombre, este libro es realmente una locura!”, dijo el nadador. “Lo que está pasando… Dios mío… mi cerebro, no puedo agradecer lo suficiente. Me salvaste la vida”. Phelps dijo a ESPN que el libro le ayudó a creer que hay un poder más grande que él y que hay un propósito para ello en este planeta. El libro de Warren también convenció a Phelps a reconciliarse con su distanciado padre, Fred, que se divorció de su esposa, cuando Phelps tenía sólo 9 años de edad. Cuando padre e hijo se encontraron por primera vez, después de tantos años de separación, se reconciliaron en un gran abrazo. Después de haber dejado el centro de rehabilitación en noviembre de 2014, Phelps volvió a los entrenamientos con miras al presente Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Sé humilde
Tras ganar los 200m combinados en Río 2016, el nadador estadounidense intentó contener las lágrimas en plena premiación pero no pudo. Cuando recibió medalla de oro número 22 en unos JJ.OO., el histórico deportista no ocultó su emoción dejando ver lágrimas en su rostro, las que duraron hasta el final del himno de su país. El emotivo momento protagonizado por Phelps conmovió a la prensa internacional y en las redes sociales. Un ejemplo de sencillez que emocionó al mundo entero.
Otro ejemplo de su humildad fue cuando perdió la medalla de oro ante el nadador de Singapur, Joseph Schooling. El joven de 21 años, con un tiempo de 50.39 segundos marcó un nuevo récord olímpico que poseía el Phelps. Schooling cumplió el sueño de ganarle a su ídolo, hace 8 años, cuando aún era niño, se tomó una foto al lado del mejor nadador del mundo Michael Phelps. A pesar de la derrota, Michael Phelps apareció sonriente con él tras la premiación.
Ahora que conoces más del “Pensamiento Michael Phelps” descubre en ti mismo qué tienes que cambiar sobre tu comportamiento respecto a los retos de tu carrera profesional. El recorrido de la vida es un continuo aprendizaje y si el más grande deportista olímpico de la historia supo caerse y levantarse a lo grande y con gloria, tú también puedes hacer lo mismo. Y para llegar más lejos, decide por ser un poco más como él. Aplica su pensamiento en tu vida profesional, visualiza tus objetivos como el Tiburón y sólo cosas positivas vendrán a tu vida. Una medalla de oro te espera en el podio de tu carrera.