Vino tinto Tahuan Bonarda
¨No seas Ladrón (Ama sua). No seas Ocioso (Ama quella). No seas Mentirosos (Ama Llulla)¨
Deja que te robe el aliento, siente el trabajo y la creatividad de este joven viticultor, no te mientas probando lo de siempre.
Es un placer iniciar esta etapa de cambios de temperatura en Lima con una cepa como esta. Hemos sacado tantísimos vinos blancos como para satisfacer la demanda del calor y humedad presente de este verano que parecía que duraría hasta agosto, pero no, felizmente el rico invierno del tinto asoma por el horizonte. Pero para ser francos amamos el tinto, así que aquí vamos con novedades. Siempre estamos acostumbrados a las mismas uvas. Y me es muy importante comenzar diciendo que la cepa Bonarda día a día se va poniendo más y más en boca de los paladares tradicionales. Rompiendo esquemas llegó a mí hace muchos años como una novedad, como si fuese el carmenere de Chile, que fuese a reventar rápido en las góndolas de los supermercados, que saliera como pan caliente. Pero no, fue muy rápido para ingresar esta uva terrosa en el mercado. El Perú hace 8 años no estaba lista para recibirla y menos causar fiebre entre los entendidos. Yo soy muy tradicionalista como Sommelier pero sí que me gusta lo nuevo, el cliente lo merece y lo necesita. Las cepas nuevas generan un constante desafío para el que bebe vinos. Siente que el mundo es ancho y ajeno, que nunca se detendrán esas ganas de seguir probando vinos que superen sus expectativas. Por eso es bueno ayudar a evolucionar los mercado en la gastronomía líquida. Como mencioné anteriormente hace muchos años la uva Bonarda no pegó, pero hoy ya se está convirtiendo en un color más en la paleta del pintor de buen beber.
En primer lugar, quiero contarles que no es una uva muy frutal que digamos, al contrario, es más terrosa, herbácea, un tantito mora, frambuesa. Depende mucho si es monovarietal. Pero saben que muchas veces pueden haber probado un bonarda mezclado con malbec o un malbec mezclado con bonarda y que fácil no lo dice en la etiqueta. Esta ley que dice en Argentina que mientras en el vino de corte haya un 80% de protagonismo de una cepa y complementada de otras, no hay problema de plasmar el nombre de la cepa que manda en la etiqueta. Así que con esto les digo que el primer dato de la Bonarda es que hoy por hoy está teniendo más protagonismo en el vino Argentino que nunca. Antes sumada a Malbecs, syrahs y sangioveses complementaba en taninos, dulzor, color brillante rubí hasta púrpuras mezclas importantes del mercado vinícola. Fungiendo como pieza clave de los rompecabezas de los enólogos gauchos.
Segundo es que no es muy potente, y para colmo cuando lo añejas no crece en crema, más bien los taninos se aligeran y el vino se vuelve más dócil, adelgaza. Un grave problema que tienen los catadores o catadoras junior es que siempre están pidiendo que el vino les explosione la boca, se las adormezca y no es así. No todas las uvas son cortadoras de lengua. La hermosa expresión de un vino está en el Equilibrio entre alcohol, fruta, madera, acidez, taninos, todo. Así que es importante saber siempre a qué nos enfrentamos y no verlo como una lucha y menos como un indescifrable cuadro abstracto.
El vino es compañero del ser humano desde siempre, hay que comprenderlo, está contigo para vivir a tu lado y darte un respiro a la vida que llevas. No es un contrincante al que hay desvestir.
Tercero, que si bien su nombre está relacionado con las Bonarda Piemontese o Bonarda d`Astigniano del Piamonte italiano, estudios de ampelografía ubican a la uva argentina a la misma altura de la producida en la zona de los Alpes, del lado francés en la Savoie, denominada Corbeau, o Douce Noir.
Cuarto, es la segunda cepa más plantada de Argentina.
Es una variedad bastante difícil de obtener. Tiene un ciclo de maduración muy largo. Hay que llegar a un punto de madurez alto de la fruta para lograr un buen vino. El racimo es bastante compacto y apretado, por lo que sufre enfermedades criptogámicas (enfermedades que se producen en la planta) fácilmente.
Los vinos de este gran joven viticultor locuaz y vanguardista son últimamente mi gran adoración. Lo que me vuelve loco son sus conceptos y por supuesto lo que viene dentro de éstos. Profesionalismo artístico. Yo como artista me siento muy atraído por los otros artistas que luchan por brindarle al público algo concreto, ilusionista, complejo pero con sexo propio, extremidades, sentimiento, y que estén completamente ajustados a la época.
La jerarquía de este vino discurre por sus raíces. Raíces de Ernesto que pertenece al legado de su padre Don Nicolás Catena, vinos que hemos probado en grandes eventos. Plasmando así una riqueza de sabor y talento.
Tahuan, de la Siesta del Tahuantinsuyo, 12 meses en barrica. Tiene un 50 % en barrica francesa y 50 % de barrica americana, de primer y segundo uso. Casi 14 % porciento de volumen de alcohol. Un vinazo grande, hecho por un artesano del nuevo evo, con ganas de compartir su corazón con el mundo.
En este momento lo estoy catando y llena mi alma con sensaciones diferentes a otras uvas. Un ahumado cálido, sin exagerar, con notas a mermelada de higos y cacao al mismo tiempo. No muy frutal pero siempre manteniendo un excelente destino, llevarte al campo en el que visitabas al abuelo en tu infancia. Un tabaco muy suave, almendras tostadas. El vino pasa a medio cuerpo, se queda, hay esa constancia de vino tinto con el que te comprometes, con el que vale lo que pagas y comentas en tu Iphone sobre la experiencia cautivante de beber lo que otros no beben. Te sientes diferente, único. Sírvelo a 18 grados, un buena copa de buen perfil y oxigénalo 15 minutos. Tu maridaje elígelo probando un buen queso Paria Puneño con manjar blanco.
Si deseas buen precio puesto en Perú: majesussom_@hotmail.com.