El Nuevo Mundo del Vino
Bebes lo que crees que te gusta beber, pero lo que no sabes es que hay mucho más vino por probar. Creo que la vida es igual. Hay cientos de miles de bodegas que no conocemos repartidas entre muchos ecosistemas, valles, desiertos, frío, nublado y húmedos del planeta, esperando ser probados por nosotros.
Primero que todo, lo mejor es visitar las bodegas o hacer tours de bodegas en una zona en especial, nos vamos informados. Debemos hacer nuestra tarea los que somos bebedores. En la variedad está el gusto, probar distintas variedades de uva en diversos vinos de muchas regiones vinícolas nos hace mejores degustadores. Cargando más los sentidos a través de la degustación encontraremos nuevas y hasta mejores experiencias a nuestra amplia memoria de recuerdos.
Siempre en este orden al catar: Visual, olfativo y gustativo.
Después de catarlo sensorialmente, analizar la etiqueta y contraetiqueta del vino para sacar un promedio de cuántos años tiene el vino en la calle, leyendo el año o añada en la etiqueta. Siempre es mucho más divertido informarnos de qué vamos a beber, si ya murió o está cerca a declinar.
¨Sentir más, la sensación del climax profundo en el vino está en aprender a sentir más. ¨
La copa nos dice que está lista para el hoy, con su forma, estilo, un tallo perfecto y los sabores del vino que se ponen de moda cada día más.
Frutas frescas, acidez a flote, tanino frutal, experiencias diferentes, más exóticas, más vivos, flores y frutos del bosque maduros.
Los vinos del Nuevo Mundo es lo que nos alimenta en grandes cantidades a nuestra Lima de alta gastronomía. Muchos bodegueros del nuevo mundo que han aprendido de Europa sobre producción, de su ciencia, sus fechas y estaciones, la visión viticultora y sus años de experiencia.
El Viejo Mundo es la ley del vino, nacimiento, crecimiento, evolución. Tempranillos, Garnachas, Tourigas, Cabernet Sauvignon, Merlot, tantas uvas deliciosas que se estandarizan en algunas zonas y se vuelven parte de la vida de la gente desde hace más de 3000 años de viticultura.
Debemos diferenciar que ambos son buenos, pero que ambos tienen vinos distintos. Viejo Mundo son rústicos, aromas y sabores de caza y de casa. Ahumados, vegetales, especiados. El Nuevo Mundo es fruta fresca, roca y sol, vainilla.
A continuación un vino que me sorprendió. Como sommelier debo encontrar el calidad-precio en su género que más le guste como alternativa a mi público.
Así que este si que tiene mucho de los que es un vino del Nuevo Mundo.
Viticultura sostenible. En el año 2009 este vino fue certificado carbon neutral, convirtiéndose en el primer vino de América del Sur para reducir y compensar par alas emisiones de carbon producidas por sus vinos en todos los ámbitos y desde el viñedo hasta el consumidor.
El vino orgánico últimamente es lo que los especialistas buscamos darles a nuestros comensales, un vino sano, limpio, que se une más con el universo. Y que por supuesto no da el alma de la tierra.Corresponde a terrazas aluviales del periodo cuaternario, es decir depósitos del río Maipo que transportan las rocas volcánicas desde la Cordillera de los Andes hacia el valle.
100 % de la uva Viognier, la uva deseada blanca del momento.
Cosecha a mano.
Un espectacular refrescor para la vida. Es un reserve Nuevo Mundo de la Bodega Nuevo Mundo. Si quieres encontrar equilibrio entre la acidez y la fruta este es tu vino. Cremoso y perfumado. Flores, frutas, expresivo y con ganas de disfrutar a 8 graditos frío. Duraznos y cítricos que cambian mi día y me hacen querer un buen ceviche, poco ají y fósforo a la sangre. Amarillo verdoso. Buen precio, siempre ajustado a lo que busca hoy la nueva generación de consumidores.
Búscalo y vive mejor.