"El número del bebedor, el Siete"
El número siete representa la perfección, la universalidad, la plenitud. El número siete aparece no por capricho sino por razones ocultas, algo ha de tener escondido este número cuando tanto se repite por doquier.
Son siete los días de la semana, siete los colores del arco iris y siete los pecados capitales. Los siete metales conocidos en la antigüedad son hierro, cobre, estaño, mercurio, plomo, oro y plata. Los siete enanos, los siete samuráis. O las siete bellas artes: Arquitectura, danza, escultura, música, pintura, literatura y cinematografía.
El origen de esta popularidad está en la observación del cielo por los antiguos astrónomos. La inmensa mayoría de las estrellas no cambiaban de posición las unas respecto a las otras durante el año. Sin embargo, observaron siete cuerpos celestes que sí lo hacían. El Sol y la Luna, los dos primeros, evidentemente formaban parte de ellos. Los otros cinco eran los planetas que pueden verse a simple vista, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, y que los pueblos antiguos consideraban estrellas móviles.
Estos siete astros (bautizados en honor a dioses romanos) les dieron a los días de la semana sus nombres en muchos idiomas: lunes (Luna), martes (Marte), miércoles (Mercurio), jueves (Júpiter, Jove) y viernes (Venus). En español, «sábado» procede del nombre la fiesta hebrea «Sabbat» y «domingo» de la palabra latina «Dominus» Día del Señor.
Dicen que los que nos enfrentamos en la vida a una lucha constante por conocer más sobre la bebida tenemos un contacto más cercano con saborear los placeres, pero no, está basado en momentos trascendentales que nos muestren lo que los otros no ven, no sienten, y nosotros si.
Este post habla de la casualidad de este número místico. Cada enfrentamiento con el alcohol siempre me ha llevado al Siete. Número del bien.
Séptima Obra Malbec. Siempre esperé encontrarme con un vino que me diera este número cabalístico. Pues por fin lo encontré, casi por el año 2005 yo trabaja en el Hornero de Chorrillos como Sommelier y llegó esta botella. Y sin más ni menos llegó a calar en el paladar del peruano exigente y triunfó. Desde ese día hasta hoy me acompaña en varias cartas de vinos que hago, dejando volar las expectativas de la gente sobre el vino. Como una etiqueta, con un nombre como Séptima llega a moverle el piso a un fan vinero. Te lleva a muchas sensaciones. Lo relacionas con algo que te gusta, con tus sueños, tus vivencias. Por supuesto no se comparte si el vino al beberlo no es de tu completa fascinación. Este sí, cremoso, ahumado, un character sobreprotector del paladar. Un vino que el concepto te lleva a ser más humano, más claro, más a dejarte llevar por la corriente positive de la vida de probar y probar y probar más vino.
La Bodega SEPTIMA, ubicada en la fantástica provincia de Mendoza, Argentina, con sus fincas en la zona de Agrelo, al pie de la Cordillera de los Andes, propone una amplia variedad de vinos y espumosos argentinos.
Su arquitectura, el estilo de la construcción, los materiales empleados y la disposición de los espacios hacen del lugar un referente indiscutido entre las bodegas mendocinas de la última etapa de la vitivinicultura argentina. La bodega ocupa un área de 5500 m2 y cuenta con una capacidad de 3.000.000 de botellas. La construcción se inspiró en el sistema constructivo ancestral de la pirca, técnica muy utilizada por los huarpes para levantar muros, que consiste en apilar piedras naturales.
Bodega Séptima, con más de 150 ha plantadas y con equilibrados niveles de producción, ofrece una amplia gama de productos para el amante del buen vino y de los exquisitos espumosos. Destacando lo mejor de cada terruño de Mendoza en búsqueda de la fruta sabrosa y tipicidad. Cerezas y violetas, moras dulces, cálido y soberbio. Los terruños de Vistaflores, Los Árboles y La Consulta, Valle de Uco sumado a la finca SEPTIMA en Agrelo, Luján de Cuyo, arman un ejemplar del nuevo mundo firme y delicioso. Malbec en su perfil más especial. Es un vino Premium, blend de terruños, elaborado bajo altos estándares de calidad, cuidado al detalle, cosechado y elaborado a más de 1050 m.s.n.m.
Una crianza elegante de 10 a 12 meses de barrica americana, dependiendo de la añada.
Séptima Obra Malbec, este es mi vino de la semana, muchos lo han visto y todavía no lo han probado, siempre ha sido mi vino de la suerte, porque usa mi número. Un detalle que me parece super, Codorníu es la historia de una familia de viticultores que se remonta al siglo XVI.
En 1872, Josep Raventós Fatjó, pionero de la industria del cava, elabora su primera botella de cava al aplicar el método tradicional a la combinación de las variedades tradicionales del Penedès: la Macabeo, la Xarello y la Parellada.
Codorníu es la historia del cava.
La experiencia acumulada a lo largo de tantos años se expresa en la calidad de sus cavas y vinos, reflejo del esfuerzo de generaciones. Ésta es la filosofía que orienta a la empresa tanto en España, como en el resto del mundo y se repite aquí en Argentina a través de Bodega SEPTIMA. Es su séptima bodega en el mundo, una fusión de objetivos y tierras.
El Grupo Codorníu es propietario de bodegas en las zonas vitivinícolas de mayor prestigio del mundo: Ribera del Duero, Rioja, Priorato, Sant Sadurni D’Anoia (España), Napa Valley, California (Estados Unidos) y Luján de Cuyo y Valle de Uco (Argentina).