Un aplauso para “Vittoria”
Recuerdo despertar en casa, el olor a café con leche, los panqueques por la mañana, el sonido del tráfico, todos esos bellos recuerdos que marcan mi niñez. Ser peruano y trabajar en Perú tantos años sabiendo que se puede ser Sumiller en cualquier lugar del mundo, es amor a mi tierra, a mi familia, a mi gastronomía. Nos alejamos por cortos tiempos, admiramos el mundo, pero nuestro universo está aquí. Todos amamos la tierra donde nacimos, pero el vino que crece en tu zona siento que es como el respeto que le tenemos a la bandera. Vamos hoy con esa visión, enriquecer nuestro orgullo, querernos más, amar lo nuestro. Por eso les traje hoy un gran vino, que año tras año ha mostrado una fertilidad emocionante, evolucionando y ganando terreno entre los entendidos. Vittoria Grimaldi de Rotondo, de origen italiano; mujer apasionada por los buenos vinos y la buena mesa, dueña de una personalidad admirable, fue la inspiración de sus nietos, actuales propietarios de Bodegas y Viñedos Tabernero. Quienes en honor a ese legado dejado por la matriarca de la familia, crearon y presentan por todo lo alto al mercado peruano, “Vittoria”, su nueva línea de vinos Premium.
Cabernet Sauvignon, Malbec, Syrah y Chardonnay son las cuatro presentaciones de la inigualable línea de alta gama, “Vittoria”. Para la producción de esta bebida, Tabernero ha utilizado sólo sus mejores cepas .
Doña Vittoria, inculcó en su familia la pasión por el buen vino.
Tras heredar las bodegas en Chincha de sus antepasados allá por el año 1897. Empezó a traer las diferentes cepas desde Italia que ahora Tabernero lleva a nuestras mesas para el deleite de nuestro paladar.
Aquí el Syrah, increíble como una cepa tan compleja se carga de la vigorosidad de nuestro terroir dejando sin habla a los amantes de esta.
Violetas ahumadas, reducidas en bosque, un sauco refrescante que halaga el mordisco fino de un terciopelo jugoso. El sol, el mar, la mineralidad, el color. Es por eso que el vino y la bodega Tabernero no dejan de recibir premios, medallas y certificaciones.
Un vino sabroso, interesante, cierras los ojos y los recuerdos brotan, dejemos que la película empiece. 16 grados servido en la mesa y punto.