Bodega Arzuaga Navarro, Crianza
El Vino de la Semana presenta,
Arzuaga Crianza, Ribera del Duero, España
Probando este vino me hace recordar la primera vez que viajé a la Ribera, por año 2000. Todavía no había facebook y sí que habían momentos Kodak.
Este vino Arzuaga crianza tiene eso, la magia del campo, de esa flora y fauna que nace de la brillantez de los parajes, que enmudecidos por la naturaleza dejan nacer lo más hermoso que Dios nos dió, la santa uva. Un vino de sabores de ayer, con toda la tecnología de punta para hacer un vino completo y complejo, para nuestras mesas gastronómicas de hoy.
Los antiguos pobladores de la región ya lo sabían. Esta tierra inimitable produce algo inimitable.
El frío intenso retrasa el brote de la vid. Los bruscos cambios de temperatura entre el día y la noche estivales, provocan un perfecto equilibrio del fruto durante su maduración. En otoño se recoge una uva de magnífica calidad. Aquí se cuida que los rendimientos sean muy limitados en sintonía con unos suelos de escasa fertilidad y el duro clima castellano, ya que una producción demasiado alta restaría concentración y calidad al vino.
Este delicado vino de estilo vintage tiene una crianza de 16 meses en barricas de roble francés y roble americano. Dándole el tostado diferente, aquel carácter que todos amamos de la tinta fina que cuando se crece se alista para llegar a nuestros paladares exigentes con ternura y placer. Sírvelo a 18 grados y marídalo con comida peruana, la más elaborada, la de tus recuerdos de infancia.
Las variedades Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Merlot con las que se elabora este vino pertenecen a la parte más antigua de su finca La Planta; cultivadas a 911 metros de altitud en los suelos arcillo-calcáreos, con la roca madre caliza a un metro de la superficie. Viñas viejas. Un 20% del viñedo del que procede es centenario.
Es un vino amplio en boca, meloso, de aromas clásicos de la Ribera del Duero de los noventas. Aquellos que mantienen esas sensaciones clásicas que no te las puedes perder, en tu cava son obligatorios y que siempre tienen el precio perfecto para llegar a ellas.
En el corazón de la Ribera del Duero
Fundada a comienzos de los 90 por la familia Arzuaga Navarro, se alza cerca del Duero y adorna una carretera tan castellana como la que une Soria con Valladolid. Un canto a la piedra, sólida y rústica con evocación monacal por sus arcadas, torres a los lados y, en el centro, el campanario coronado por la veleta de los vientos.
Fuera la piedra y dentro la cálida madera del olmo dan la bienvenida al visitante y preparan su ánimo para probar unos vinos especiales.
Fue Florentino Arzuaga, un gran amante del vino, quien fundó Bodegas Arzuaga- Navarro tras comprar la Finca La Planta, situada en la localidad vallisoletana de Quintanilla de Onésimo, y lugar donde conviven la flora y la fauna de la zona. Una flora compuesta de pinos, encinas y sabinas y una fauna formada por jabalíes y ciervos, en ella vió el gran potencial de la finca que, por su dimensión, tiene horizonte propio, después vinieron las cepas, la bodega y el vino; un tinto como a él le gustaba: con esqueleto pero elegante, rotundo y complejo a la vez. La familia Arzuaga lleva en su ánimo la tenacidad del emprendedor pero con la sensibilidad por la estética y la perfección.
Gracias al Alquimista, Wine, Spirits and more que lo traen a Don Ernesto Peña
ernesto@elalquimista.com.pe
Vinos elegantes.