Punto Azul restaurantes
el vino de la semana
Punto Azul restaurantes
en el Día del Trabajador
Desde muy joven hay una marca que siempre recuerdo. Que se ha distinguido por ofrecernos una sólida propuesta gastronómica. Y ese es Punto Azul restaurantes. Sus pescados, sus mariscos, sus arroces, sus ceviches, sus sopas, sus salsas, sus pastas. Cada detalle muy bien manejado y con una organización muy impecable. Hoy en el Día del Trabajo, celebramos junto a esta marca y a Julio César Luna Luna Victoria, que con su familia vienen marcando un sello en la culinaria desde hace 30 años. El tiempo no pasa pasa en vano y ellos han desarrollado un concepto que se ha mantenido, y es más, ha evolucionado.
La cocina es nuestra bandera como peruanos. Nos distinguimos en el mundo por nuestra geografía y las recetas que mantenemos. Somos sibaritas desde que nacemos y es gracias a familias como la de Julio César, que el Perú sigue girando la rueda emprendedora. El amor por el cliente y el respeto que se siente al ingresar a sus establecimientos es parte del alma que habita en su éxito.
La primera vez, la llevé a mi madre hace muchísimos años, me quedé encantado, luego con amigos y clientes por negocios. Así que decidí hacer esta entrevista y que Julio César nos cuente la historia.
¨Punto Azul inicia en el año de 1992, nuestros primer local, en el cruce de las avenidas Javier Prado con Petit Thouars, mi padre don Julio César Luna Rosas, funda el primer restaurante.
El ceviche pasaba por un momento importante, dejaba de ser un plato de vitrina que podía codearse con una papa a la huancaína y dejaba de ser cocido con la influencia Nikkei, convirtiéndose en una ceviche hecho al momento, semi cocido, ya no de entrada sino un platillo protagónico. En ese tiempo solo vendíamos dos tipos de ceviches: mixto y de pescado. En ese tiempo se coronaba con lenguas frescas de erizo.
Un viaje de sabores
Pasó el tiempo y abrimos en 1997 un local en el distrito de San Borja, frente a la Municipalidad, donde reciben en ese espacio podíamos introducir platos calientes, como arroz con marisco y chicharrón de calamar. Uno de los platos que más recordamos en esa época, es el Chicharrón de Calamar, porque lo comíamos de la siguiente manera: Agarrábamos los tentáculos de calamar crocante, los incrustábamos en un tenedor, se acompañaba con papas doradas y un poco de tártara untada con medio limón exprimido. Un bocado de aquellos siempre fue un renacer para mi paladar. Nos relata emocionado Julio César¨
¨Luego abrimos otro local en el distrito de Monterrico por la UPC, por esas épocas recuerdo no se apostaba por la publicidad de restaurantes, pero mi padre emprendedor y luchador, cuando se llenaba el local de San Borja, contrataba una mini van, y a al público que llegaba, para no hacerles esperar, los trasladaba de forma gratuita ida y vuelta al local nuevo de Monterrico. Con esas estrategias, es que poco a poco fuimos creciendo y ganando clientela¨.
¨Otra estrategia era la ruleta rusa, si tu girabas la ruleta y te salía no paga, el almuerzo era gratis. Y así, gracias a las estrategias y al buen producto, fuimos muy aliados del Boca a Boca, nos iban recomendando. Es así que abrimos el cuarto local en San Martín con Alcanfores en el distrito de Miraflores. Para nuestra marca, es como el caballito de totora o la esquina del movimiento. Gracias a ese Punto Azul, es que somos conocido a nivel nacional e internacional, por la posición geográfica, rodeado de hoteles en pleno corazón del distrito. Luego, seguimos creciendo y abrimos el local de Benavides con mucha felicidad y esfuerzo¨.
¨Gracias a todo eso, hemos podido también seguir abriendo locales para satisfacer a nuestra clientela. Otro más por el que apostamos fue en Caminos del Inca, en Chacarilla. Marcando un hito importante para nosotros como familia gastronómica, porque por mucho tiempo nunca trabajamos con tarjetas de crédito y debido a la demanda firmamos una alianza histórica con Visa¨. Comenta Julio César.
Mientras íbamos conversando, los platos que probábamos eran una festín para la vista. Llenos de historias, y un sin fin de anécdotas que fortalecen la pasión e inspiración por la evolución de algo que empezó como un sueño. No dejé de probar la sazón y cada día ingrediente fresco y sano. Acaban de inaugurar un último local en Jorge Chavez, también en el distrito de Miraflores, super acogedor e impecable.
Su relación de platos ha ido en base de asesorías gastronómicas, especialistas que han escogido y que han ido eligiendo y mejorando los detalles y toques finales. Son amantes de la armonía de sabores y exploradores constantes de lo que le gusta a sus comensales. Manteniendo el alma y sabores de la familia en cada platillo. Son un negocio familiar, su papá es el fundador, su mamá se encarga del tema de la pastelería, y los tres hermanos en base a sus talentos y perfiles, encontraron en qué área desarrollarse y profesionalizar la empresa.
Julio César estudió hotelería y turismo y luego administración con mención en dirección de empresas por la Universidad Esan.
Punto Azul cuenta una gran planta de producción, un delivery propio, con una estructura de trazabilidad impresionante. Manteniendo al personal capacitado y evitando la rotación de este, en buen clima laboral. Me cuenta Julio, que es la clientela gracias a sus comentarios que han ido siempre manteniendo el balance y mejorando los detalles.
José Bracamonte
Sommelier
El vino de la semana
La visita es un gusto y un orgullo para los peruanos, más casos como este es importante seguir valorizando y apoyando el trabajo.