El protocolo familiar: Una buena opción para anticiparse a los conflictos

Dentro de una empresa no familiar existen algunas circunstancias a las que podrían catalogarse como momentos difíciles como por ejemplo la falta de liquidez, la reducción considerable de las ventas, la pérdida de participación de mercado, etc.  En una empresa Familiar, además de estas situaciones también se dan otras cuya repercusión en la empresa puede ser mayor que las mencionadas anteriormente, y que lamentablemente no sólo afectan a la empresa sino también a la unidad familiar.

La enfermedad inesperada de un familiar, el crecimiento de la
familia, el deseo de los hijos de no ingresar al negocio familiar, la
tragedia de perder a un ser querido, son algunas de las situaciones por
las que, como todas las familias, atraviesa la familia empresaria, y
afectan a la familia y a la empresa.

Dentro de
la experiencia en asesoría a empresas familiares; el balance entre las
circunstancias difíciles familiares, que afectan a la empresa, siempre
es mayor que cuando sucede lo contrario. Dadas estas circunstancias se
suele recomendar a la familia, prever los acontecimientos futuros y
evitar la sorpresa, para ello uno de los mecanismos  es la elaboración
de un protocolo. 

El protocolo familiar es un
conjunto de normas de conducta que rigen el comportamiento de la familia
con respecto a la empresa, algunos de nuestros clientes lo llaman
“Pacto de Caballeros”, porque lo que se trata de hacer en él es
comprometerse a cumplir con dichas normas ante cualquier posible
 desacuerdo o circunstancia desfavorable, que pueda  surgir en el
futuro.

El protocolo no es otra cosa que la
transmisión de la cultura de la empresa a las generaciones venideras es
como una guía de cómo actuar frente a ciertas situaciones, y los
empresarios familiares lo llaman “Pacto de Caballeros”, porque el
protocolo no tiene validez legal, ya que se basa en las dos principales
bases de toda empresa familiar: La UNIDAD Y LA CONFIANZA.

Esta
falta de legalidad del Protocolo, a algunas familias les procura cierto
temor al inicio del proceso de elaboración  pero una vez llevado a
cabo, y discutido y aprobado por todos los miembros de la familia, el
resultado del mismo le brinda a toda la familia la seguridad de que será
una herramienta útil y valedera para las siguientes generaciones.

El
mejor momento para la elaboración de un Protocolo, es cuando todo
marcha sin inconvenientes de gran magnitud dentro de la empresa y
sobretodo de la familia, porque una de las condiciones para la
aprobación es que todos estén de acuerdo con lo que el documento
expresa, y es mucho más fácil estar de acuerdo cuando todo marcha bien,
aunque es verdad también, que siempre en la discusión llega a
identificarse algún tema álgido, como por ejemplo  el reparto de la
propiedad a futuro, que puede resultar un dolor de cabeza sobretodo para
los fundadores, pero siempre es mejor resolverlo con anticipación.

En
resumen consideramos que el Protocolo Familiar, es un documento
necesario para toda empresa familiar que desee mantenerse en el tiempo, y
pasar de generación en generación. Si bien el protocolo no garantiza la
continuidad de la empresa en el tiempo, si es de gran ayuda para que el
legado familiar y el deseo de los fundadores sea transmitido a las
siguientes generaciones, en quienes estará la decisión de tomarlo,
respetarlo, llevarlo a práctica cuando sea necesario, pero sobretodo
mejorarlo y transmitirlo a los que vengan más adelante.