Cómo cuidar el proceso de comunicación en la empresa familiar
Uno de los motivos más comunes de los conflictos en
las empresas familiares es la falta de atención
al proceso de comunicación que se da no sólo en el ámbito del negocio sino también en el familiar. Por ejemplo: la familia no recibe
información oportuna, clara y fiable de
la gestión, la pérdida de confidencialidad, los empleados no tienen claro la
misión y visión del negocio, no hay reuniones periódicas del consejo de familia ni del directorio, ausencia de
documentación jurídica (estatutos, protocolos, testamentos), etc. Según un estudio sobre 200 empresas familiares “el 60% cerraron por conflictos familiares“ (Ward 1987).
Existe un intercambio de información constante en la empresa familiar aunque uno no sea muy
consciente de ello, hay mucha información que circula tanto en el ámbito familiar que se cruza con el del negocio sin ninguna
estrategia de comunicación, incluso el silencio también comunica.
Ante este escenario vale la pena preguntarse con frecuencia
¿Cuido que el proceso
comunicación sea beneficioso para la
familia y el negocio? Pues no basta con una reunión
anual en Navidad.
“No
todas las empresas familiares tienen las mismas necesidades de comunicación.
Variables como el tamaño y el número
de empleados, su presencia o no en los mercados de capitales, el sector en el
que operan y tantas otras, son de la mayor importancia a la hora de determinar
esas necesidades y cuál es el mejor
modo y las mejores herramientas para satisfacerlas (Josep Tapies)“.
Para definir la comunicación
como herramienta estratégica primero hay que pensar en
el objetivo: saber qué es lo que quiero cambiar, afianzar, mejorar, etc. Puede
ser que se esté pasando por una etapa de
cambios o transición, tal vez se quiere transmitir
y afianzar valores que se están perdiendo o se quiere
mejorar algunos procesos, etc. Una vez que estamos convencidos de qué queremos comunicar hay que poner los medios, brindar los recursos para comunicar bien y ser
conscientes que puede implicar dinero y sobre todo tiempo de quienes llevan la
dirección. Y finalmente evaluar los resultados.
Así como planeamos las ventas o
las finanzas, vale la pena analizar la comunicación
en los siguientes aspectos:
- Relaciones
entre familiares-accionistas:
reuniones periódicas, encuentros semanales de la familia, reportes periódicos de la gestión. - Relaciones
con empleados no familiares: comunicación clara de los objetivos, estrategia,
misión, visión, valores del negocio familiar,
intranet, reuniones periódicas, boletín interno. - Relaciones
con los medios de comunicación: presencia en medios, entrevistas,
publicaciones.
Para terminar, hay dos puntos muy importantes a tener en
cuenta siempre: transmitir la verdad y
saber escuchar. Si no se cuidan estos aspectos por más que pensemos en una excelente estrategia de comunicación no servirá, la confianza se gana con el
ejemplo.