Un Sueño Compartido
Llega un momento en la vida de la empresa donde el Fundador y Gerente de la empresa ve claramente que es tiempo de ceder la posta. Ciertamente no todos toman la decisión a una cierta edad o en un determinado estado de los negocios; cada situación es distinta. Sin embargo al ser una decisión de la que depende, en buena parte, el futuro de la empresa y la familia lo más recomendable es planificarla con antelación.
Ivan Lansberg en su libro Los sucesores en la empresa familiar, nos invita a planificar la sucesión para asegurar la continuidad de la empresa. Aunque advierte que la planificación por sí sola no garantiza el éxito, debido a que el cambio de liderazgo tiene impacto en toda la organización; es decir la sucesión no se limita al reemplazo de un líder por otro, sino que puede implicar una gran reestructuración de la organización. Por ejemplo destaca tres tipos de transiciones, donde el liderazgo puede pasar del Fundador-Gerente a un nuevo Dueño-Gerente, también puede pasar a ser una Sociedad de Hermanos o un Consorcio de Primos y así, al pasar a otros tipos de liderazgo, será necesaria la construcción de nuevas estructuras de gobierno. La propiedad de la empresa podría pasar a ser colectiva, las responsabilidades compartidas y el sistema de toma de decisiones variaría. Estos cambios pueden generar resistencia y derivar en conflictos en la empresa.
Sin embargo cabe destacar: “lo que une a la gente y a las estructuras de una empresa familiar son las aspiraciones individuales y colectivas de los integrantes de la familia”. Es decir, una visión de futuro o “sueño compartido” que engloba estas aspiraciones personales y colectivas y que se convierte en un referente permanente para la dirección de la empresa. Empleando la definición de sueño, propuesta por Daniel Levinson, un fallecido psicólogo de la Universidad de Yale: “una posibilidad imaginada que da significado a la vida del hombre y guía sus elecciones (decisiones) fundamentales”.
Por ello, y basados en nuestra experiencia en empresas familiares en el Perú, el “sueño compartido” es la clave para la continuidad de la empresa, especialmente durante el proceso de sucesión de una generación a otra. Y dicho objetivo requiere una doble planificación: la familiar (que implica la sucesión) y la de los negocios.