El protocolo familiar y la toma de decisiones
Para tomar medidas correctas se requieren criterios o políticas que orienten y además eviten errores en la toma de decisiones. En la empresa familiar, este es el sentido o propósito que debe tener el protocolo.
En muchas oportunidades nos han preguntado cuál es la finalidad de tener un documento, que carece de validez legal en conjunto, y la respuesta es que el protocolo otorga el marco regulatorio para tomar decisiones en momentos difíciles, en momentos de crisis y permite manejar los conflictos familiares de manera imparcial, interna y bajo unos criterios establecidos por consenso por la generación actual o anteriores, cuyo peso moral hace que los involucrados en la decisión, respeten este marco y lo usen para decidir correctamente.
Por ejemplo, qué pasa cuando una familia de un momento a otro sufre la pérdida del fundador, quien ha tomado siempre las decisiones y no llegó ha elaborar un protocolo, ni contaba con un plan de sucesión definido, ¿bajo qué normas deben actuar los hijos respecto a la empresa?, ¿cómo evitar los conflictos al asignar la dirección de la empresa?, ¿cómo definir quien se va hacer cargo de cada función o tarea específica?, ¿cómo conducir el proceso de toma de decisiones?. Con un protocolo y un consejo de familia ejerciendo el gobierno familiar, este tipo de situaciones pueden resultar menos difíciles de afrontar manteniendo a la unidad y compromiso de la familia.
Otra situación frecuente se da cuando no se ha definido si un familiar político puede entrar o no a trabajar en la empresa y bajo qué condiciones; y de un momento a otro uno de los miembros de la familia pide trabajo para su esposo o esposa, cómo negarse, y con qué criterios se podría rechazar una segunda petición de otro miembro. Y así tenemos más ejemplos: un fundador puede decidir qué cantidad de dinero dar como dividendos a sus hijos, cuando la empresa aún le pertenece, pero cuando ya no esté, ¿serán sus hijos capaces de ponerse de acuerdo al respecto? ¿se podrán financiar los nuevos proyectos de otros miembros de la familia?, ¿podrán trabajar en la empresa aunque no tengan estudios universitarios?, ¿bastará con ser propietario para formar parte del directorio?, ¿puedo como miembro de la familia ser proveedor de la empresa familiar? Etc.
La toma de decisiones en una empresa familiar, puede ser mucho más compleja de lo que se puede imaginar, sobretodo porque éstas de alguna manera tienen cierta carga subjetiva (emotiva), el protocolo ayuda a que estás decisiones de alguna manera sean un poco menos subjetivas y así evitar conflictos y errores que afecten la continuidad de la empresa, y sobre todo, lo más importante, la unidad de la familia.