¿Cómo mantener vivo el Espíritu Emprendedor de generación en generación?
Los grandes grupos empresariales familiares que vemos hoy, liderados por las siguientes generaciones, se iniciaron en algún momento con un primer emprendimiento, muchas veces con la venta de algo sencillo que poco a poco pasó de ser un negocio a una empresa.
Sin embargo, para que las grandes empresas familiares sean lo que son, no bastó con que el emprendedor – fundador haya iniciado esta actividad comercial sino que en el camino se dieron una serie de acciones que implicaron cambios, puesto que muchas veces las empresas familiares no se extinguen por crisis del negocio sino por no haber puesto los medios para transmitir ese espíritu para que las siguientes generaciones sigan emprendiendo. “… Emprender es iniciar y emprender es cambiar. La iniciativa es necesaria para establecer y desarrollar una empresa, el cambio es necesario para conseguir su continuidad prolongada en el tiempo. En la empresa, iniciar y cambiar son como las dos caras de una misma moneda” (Miguel Ángel Gallo).
Comparto algunas ideas prácticas que resalta Miguel Ángel Gallo en su libro “La empresa familiar multigeneracional”, sobre cómo transmitir el espíritu emprendedor:
- Diseñar una estructura que favorezca y anime a los miembros de la familia en el ejercicio del emprendimiento. Una estructura que se formalice en cuanto objetivos y reglas.
- Mantener vivo el espíritu de curiosidad mental, el deseo de comprender las nuevas situaciones. No considerar que todo ya está hecho en la vida o muy poco se puede influir para conseguir que cambien las situaciones.
- La influencia de los padres sobre los hijos es muy elevada. Los padres deben esforzarse para que sus hijos no se vuelvan comodones por el pensamiento de que el tamaño del propio patrimonio económico va a garantizar todas sus necesidades futuras o que tienen asegurado el puesto de trabajo.
- Ser exigentes en la iniciativa, encauzar la rebeldía, no oponerse a toda iniciativa ayudando a los hijos a tomar caminos realistas.
- Promover y animar emprendimientos iniciales que podrían ser sencillos como organizar un campeonato deportivo o una fiesta familiar.
- Facilitar ayuda para el análisis de los planes de negocio (business plan) si se trata de nuevas empresas o planes económicos si se trata de otras iniciativas. Esta ayuda se puede ofrecer desde las oficinas de familia.
- Construir fondos de inversión para ofrecer recursos económicos para financiar el nuevo emprendimiento puede por préstamos, aportes temporales de capital o permanente.
- No penalizar humanamente a quienes quieren emprender fuera de la familia salvo si implica un nuevo emprendimiento que sea competencia desleal a la empresa familiar.
Finalmente, tener en cuenta que para llevar a cabo estas sugerencias, es conveniente contar con un consejo de familia activo, donde se decidan los planes de acción para el desarrollo del espíritu emprendedor en las siguientes generaciones.
“… Emprender es lo que se ha estado haciendo durante varias generaciones en la empresa familiar, y el emprendimiento seguirá siendo necesario para garantizar su continuidad como empresa”. (Nueno, 1994)